—¿A eso llamas golpe?— preguntó divertido mirando a su hermano en el suelo. —¡Vamos, Minwoo!, pelea como un verdadero hombre.
El nombrado entrecerró sus ojos dorados mirando a su hermano menor, esa sonrisa burlona y ojos brillantes por la diversión, realmente quería golpearlo en el rostro.
—Cierra la boca— siseo molesto, se puso en pie recogiendo su espada —Eres un idiota presumido, Daehan.
Daehan río, le encantaba molestar a su gemelo, parecía vivir para ello, era mejor porque Minwoo era tan correcto y amargado para todo que burlarse de él le provocaba de una manera que nada más podía. Era gracioso ver al siempre correcto y tranquilo Minwoo, enloquecer por tonterías.
Al ser el heredero al trono, su hermano nunca parecía dispuesto a hacer nada incorrecto, seguía las reglas al pie de la letra, nunca faltaba a sus lecciones y siempre hacía lo que su padre le pedía. Prueba de ello era su matrimonio, su gemelo se había casado con una de sus primas lejanas, con el fin de mantener la sangre pura de su familia, tonterías.
Secando el sudor de su frente miró al mayor, sonrió de medio lado, su sonrisa creció al ver la mueca furiosa de Minwoo.
—¡Otra ronda!
—Adelante, pequeño rey— riendo al ver la piel clara tornarse de color rojo, tomó con más fuerza su espada y espero por el ataque que llegaría.
—¿Eres feliz?
Miró a su izquierda para ver a su hermano menor mirando a la nada, levantó una ceja y pasando el agua que había tomado limpió su boca.
—Nunca había pensado en eso— respondió con sinceridad —Pero supongo que sí.
Daehan no dijo nada y tan poco lo miró, seguía perdido en sus pensamientos, Minwoo no dijo nada, dejó al menor seguir en lo suyo.
Ambos estaban sentados contra el tronco de un árbol, descansando a la sombra después de su entrenamiento, esos momentos eran de los pocos que podían compartir ahora. Era extraño, ya casi no lograba ver a su hermano, no hace mucho que ambos eran inseparables, pasaban casi todo el día uno al lado del otro.
—La coronación es en una semana— Daehan murmuró.
—Y tu boda es mañana— recordó mirando al menor.
Se encogió de hombros con indiferencia —Es lo que padre quería.
—Es lo que el reino necesita— corrigió, sabía que Daehan estaba molesto pero no había nada que hacer, era su deber casarse y darle herederos a la corona, él ya lo había hecho.
—¿Y lo que yo necesito?— miró a su hermano con ojos llenos de molestia —Donde queda lo que yo deseo, porque sólo debo preocuparme por un reino que aún no es nada.
ESTÁS LEYENDO
Rey de Espinas *Namjin*
Fiksi PenggemarEl pilar más fuerte caerá, y con él, un gran reino perecerá Con base en engaños y mentiras dos grandes familias la guerra podrían desatar ¿Será que el odio desmedido y viejos rencores en ruinas todo dejarán? ¿O la piedad a mano del menos esperado la...