Suaves labios recorrían el cuello de Namjoon y manos hábiles acariciaban su torso, con una sonrisa perezosa Namjoon levantó la mano con intención de acariciar los suaves cabellos de la persona que ahora se encontraba sobre él.—¿Qué pasa? —preguntó con voz ronca al estar recién levantado.
Una risilla alegre salió de sus labios antes de tirar de los suaves cabellos de SeokJin para levantar aquel hermoso rostro y guiar los labios contrarios contra los suyos.
Un beso que comenzó suave y perezoso, rápidamente se tornó en uno hambriento y desesperado. El calor comenzó a consumir todo a su alrededor, podía sentir la piel suave y caliente bajo sus manos, los suspiros que su amante dejaba libres eran tragados por sus besos.
—Te amo —Namjoon susurro sobre los esponjosos labios de SeokJin—. De verdad no te haces una idea de lo mucho que te amo.
—Tanto como te amo yo te amo a ti —declaró con convicción—. Te amo tanto Namjoon.
Sonriendo con cariño acercó sus labios a los rojizos de SeokJin para otro beso. Acarició con suavidad la espalda desnuda del mayor, bajo por la cálida piel expuesta hasta llegar a la parte de la anatomía del mayor que estaba cubierta por las sábanas. Acarició los muslos desnudos deslizando sus manos por la curva de los bien formados glúteos, SeokJin suspiro en medio del beso.
—Nam…
—Shhh… —bajo sus besos por el cuello de su rey el cual ahora lucía varias marcas que varían su color de un rojizo suave—. Está bien.
—No está bien —reprochó con voz débil—. Se suponía que viajaría a Solem al amanecer.
—Aún hay tiempo —murmuró sobre los labios de SeokJin—. El sol aún no sale.
—Todo está listo majestad.
SeokJin asintió a Jackson quien comenzó a dar órdenes a los guardias que los acompañaban así como a los sirvientes de confianza que habían ido con él y su abuela a Solem.
SeokJin debía dirigirse con el gran maestro Nakyum para confirmar su presencia a la semana de los dioses, después iría al templo de la noche a dar sus plegarias a Günn y entregar la ofrenda preparada por su reino. No era particularmente devoto a los dioses, por razones obvias, pero aquella era la tradición y se esperaba que él la respetará.
También tendría un par de reuniones con algunos diplomáticos de los pueblos aliados a su reino, aquellos que no pertenecían a ningún gran reino de Rikegisk pero que decidían jurar lealtad a alguno de los reyes a cambio de protección y comercio.
Después de eso, cerca de la media tarde asistirá a la presentación de los criminales que serían juzgados bajo el juicio de los dioses, bajo la representación del gran maestro Na-kyum. Aquello era una ceremonia por lo más aburrida pero su asistencia era obligatoria, después de todo dos de los criminales habían sido enviados desde su reino. También en aquella ceremonia se llevaría a cabo "la redención divina" la cual otorgaría el perdón de los dioses a uno de los acusados quien sería eximido de toda culpa.
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Rey de Espinas *Namjin*
Fiksi PenggemarEl pilar más fuerte caerá, y con él, un gran reino perecerá Con base en engaños y mentiras dos grandes familias la guerra podrían desatar ¿Será que el odio desmedido y viejos rencores en ruinas todo dejarán? ¿O la piedad a mano del menos esperado la...