The Wrong Way / Calum Hood (terminada - en corrección)

Sesión de fotos y pastillas.

Sonó el timbre y, como siempre, mis compañeros salieron corriendo para arreglar su apariencia. Mientras todos se apuraban a arreglarse, Emily y yo nos quedamos sentadas en nuestros pupitres. Noté que mi amiga parecía cansada y ojerosa, así que me ofrecí a maquillarla un poco.

- ¿Por qué tienes esa cara de enojo? -preguntó Emily con una voz suave y preocupada -pensé que solo yo odiaba el día de fotos.

Suspiré hondo.

- Se supone que es un secreto, pero tengo una colaboración con una banda musical y debido a las estúpidas fotos tendré que ir con el uniforme del colegio. No sé por qué Arthur me mete en estas cosas -le respondí con frustración.

Emily asintió con comprensión antes de preguntar:

- Espera, ¿qué banda es? No me digas que son los de One... -su voz estaba llena de emoción.

Mi risa la interrumpió.

- ¿Lo dices en serio? Ya ni siquiera siguen juntos -le dije con una sonrisa divertida en mi rostro.

- Es que tengo esperanzas de que vuelvan.

- Yo también, pero lo dudo. El punto es que me veo como una niña rica y estúpida - dije con un suspiro.

En el St. Joseph Elite School, los días de fotos eran un evento importante. La mayoría de estas fotos terminarán en revistas de economía y política junto a largas historias de familias perfectas explicando cómo sus hijos reciben la mejor educación. Pero Emily tenía una beca y yo sólo estaba ahí porque podía pagarlo. A mí realmente no me importaba.

Caminé por los pasillos del colegio sintiéndome incómoda en mi uniforme escolar. Me sentía como una intrusa en medio de un ambiente de gente que parecía estar más emocionada por la sesión de fotos de lo que yo estaba.

Nos fueron llamando por turnos, equipos, grupos, etc. para capturar toda la esencia académica posible. Llegó mi turno y caminé con tranquilidad hasta pararme frente a la cámara. Saludé al fotógrafo y sonreí. Vi el flash un par de veces y estaba lista para irme de ahí.

Me senté para mi sesión de fotos con un suspiro y esperé a que el fotógrafo me examinara.

- Disculpa, ¿tú no eres la actriz de 'Family Business'? -preguntó el fotógrafo con sorpresa y admiración en su tono de voz.

Asentí con una sonrisa mientras me sentía ligeramente halagada por su reconocimiento. Firmé una hoja de papel que el fotógrafo me entregó antes de salir a sentarme con Emily en una banca del patio. La brisa fresca en mi rostro me ayudó a relajarme y me sentí agradecida por tener a Emily a mi lado.

- Fue entonces cuando Valerie, una de mis compañeras, se acercó con un tono de voz sugestivo y algo peligroso:                                                                                            
-  Bueno Em ¿vas a querer pastillas de fiesta? Las tengo en oferta por la semana- Emily parecía avergonzada y comenzó a tartamudear en su respuesta.

- Eh... Sí, eso creo, ¿me guardas una para mañana? No tengo efectivo en este momento- Valerie rodó los ojos, murmuró algo como "para variar" y se alejó con su caminata de modelo de pasarela.

-  ¿Pastillas de fiesta? - pregunté confundida, Em negó con la cabeza y respiró hondo como intentando encontrar las palabras.

- No es lo que parece, bueno, sí, pero no. Es que los chicos las usan para ir de fiesta, ya sabes las mezclan con alcohol y les dan energía y eso, en realidad ayudan a no quedarte dormido - su mirada era una mezcla entre vergüenza y súplica, por supuesto que creía lo que me contaba - Y bueno, últimamente he estado sin tiempo para nada entre la escuela ¡tú sabes que no es fácil mantener la beca! Mamá está cada día más ausente y Jereth (su hermano pequeño) necesita ayuda y realmente esos medicamentos me ayudan, pero son caros y me cuesta conseguirlos- Las palabras salieron de la boca de Emily rápido, casi pegadas.

-  Hey tranquila, te entiendo, recuerdas que yo sin ritalin no funciono - contesté con una sonrisa intentando transmitir toda la calma posible.

- Eso es distinto True, a ti te lo recetan, lo mío es ilegal.

Me reí sin gracia.

- Belleza, en este colegio se hacen muchas cosas ilegales, así que no te preocupes tanto por eso, la chica que te las vende es hija de diplomáticos, eres lo más decente que hay acá, no sientas vergüenza.

Me levanté decidida hacia la mesa en que Valerie y su grupito estaban sentadas, Emily me siguió con cara de no entender que pasa.

- Hola Val- saludé con una amplia sonrisa, mientras ella me recorría de pies a cabeza con su mirada

– Hola Doren ¿necesitas algo? - contestó sin mucho ánimo.

- Pues escuché que estas vendiendo unas pastillas muy útiles - sonreí aún más ampliamente y ella me miró con confusión.

- Sí, es modafinilo, lo mejor del mercado para no necesitar dormir, son 100 dólares la pastilla si te interesa. Sonrió en respuesta

- ¿Cuánto por la caja?

- Quedan 50 pastillas, 4500 y son tuyas.

Abrí mi billetera con la sonrisa más obviamente falsa que pude, le entregué el dinero y tomé la bolsa con las pastillas, me di vuelta y caminé nuevamente hacia la banca en que estaba sentada hace un rato.

Emily me siguió y observó sin decir nada hasta que estuvimos sentadas nuevamente.

- ¿Qué demonios fue eso True? ¿Para que los quieres?

- ¿Yo? Para nada por ahora - sonreí entregándole la bolsa, sacando antes una pastilla - Bueno, quizás una en caso de emergencia.

- True, no puedo aceptarlas, son muy caras y no puedo permitirme pagarte por  ellas - Sabía con su mirada que sería una discusión larga y francamente no estaba de ganas, respiré hondo y hablé de la forma más firme que puedo.

- Emily, anoche te quedaste despierta para ayudarme con geometría, ¿recuerdas? La semana pasada hiciste el trabajo de historia por ambas porque no tuve tiempo, me acompañas a almorzar cada vez que te necesito para evitar a ese montón de locas y, si para mantener tu beca necesitas estas pastillas, ¡entonces yo necesito que las tengas porque sin ti estoy perdida! No lo hago solo por ti, también lo hago por mí.

- ¿Tengo que pretender que te creo? - refutó algo confusa - eres la señorita egoísmo, tus planes para sobrevivir a esta escuela son impresionantes, la forma en que me utilizas es impresionante, sabes que lo hago porque somos amigas.

- Igual que yo - contesté con una sonrisa socarrona- ahora, siento tener qué dejarte, pero debo ir a mi encuentro con cinco segundos de no sé qué cosa y Arthur me matará si llego tarde.