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Narra Nathan

Seguí disfrutando de la fiesta hasta que vi a True a lo lejos dirigirse hacia la salida y la alcanzo.

—¿Estás bien? — la pregunta parece fuera de lugar considerando que apenas parece poder mantenerse en pie y tiene los ojos algo hinchados.

— Sí, ya me voy a casa — responde arrastrando las palabras.

—¿Quién viene por ti?

— Yo... Solo esperaré un taxi.

— Vale, yo te llevo.

— Puedo buscar un taxi Nath — su tono es como el de una niña malhumorada.

— ¿Sola y ebria en mitad de la noche? Claro que no.

— No estoy ebria, disfruta de la fiesta.

— Dije que te llevaré a casa — repetí intentando hacer notar que hablo en serio.

— Y yo dije que no es necesario, déjame en paz.

— Vale, entonces llamaré a Arthur o Ross para que vengan a buscarte — True cierra un poco los ojos y responde molesta.

— No te atreverías.

— ¿Quieres apostar?

— ¿Dónde está tu auto? Se supone que eres el divertido.

— Lo soy, pero no voy a apoyar tus ideas suicidas — sentencio mientras comienzo a caminar delante de ella.

La ayudé a entrar al asiento del copiloto y encendí el carro, permaneció mirando un punto fijo como si estuviera en otro mundo, su maquillaje está casi impecable a pesar de todo y su expresión es melancólica.

— ¿Que pasó?

— Calum es un idiota.

— ¿Debería fingir sorpresa? — pregunté con una sonrisa Torcida — ¿que hizo?

—Da igual, Emily me odia también.

— ¿Eso por qué? — cuestioné sorprendido, no recuerdo haber escuchado nada malo sobre esa chica.

— Porque nadie me quiere.

— No seas tonta True — acaricié su hombro y sonrío.

— Creo que estoy muy ebria

— ¿Cuánto bebiste?

— Un par de cervezas antes de alir de casa y el vaso de vodka.

— No sabía de las cervezas, no te hubiese dado el vodka.

— Lo hubiera conseguido de otra persona.

— Sé que lo harías.

Narra True

Después de que Nath me dejó en la puerta me dirigí al dormitorio, tomé mi pastilla para dormir, me arrojé en la cama y cerré los ojos.

No sé si llegué a dormir algo o simplemente estuve quieta con los ojos cerrados, pero cuando la alarma sonó a las seis y media sentí que no había descansado ni un minuto. Me apresuré a la ducha intentando no pensar en todo lo que pasó ayer y al salir revisé mi agenda. Genial, tengo seis horas para envíar una tarea de geometría de la que no entiendo nada y obviamente no puedo pedirle ayuda a Em.

Me senté en el escritorio con los apuntes en frente fracasando olímpicamente en mi intento por concentrarme. Tomé una pastilla de Ritalin y volví a intentar, mis ojos comenzaba a cerrarse solos solos, me duele la cabeza y por más que intento no dejo de pensar en Emily y Calum.

Me levanté a buscar una bebida energizante del refrigerador y volví al escritorio, tomé media pastilla más para la concentración y nada surte efecto.

Finalmente recordé las pastillas que compré para Em, sabiendo que guardé una para mi, tomé una mitad y continué intentando avanzar.

Mi dolor de cabeza solo empeoró y finalmente me rendí y envié lo que alcance a hacer con la esperanza de que el profesor me lo devuelva con la oportunidad de arreglarlo.

Me tiré en la cama nuevamente y por más que intenté no pude quedarme dormida.

A la una me llamó Ross para recordarme que teníamos una prueba de cámara para un video que queremos publicar, solo por diversión y que pasará por mi dentro de poco.

— ¿Estás bien? — Preguntó apenas me subí a su carro.

— Sí, solo la geometría arruinando mi vida.

Pasamos rápidamente a un Subway a almorzar y luego al estudio.

Al llegar lo primero que vi fue a cuatro chicos, justo en el camino hacia el estudio ¿me persigue la desgracia o qué?

Es imposible esquivarlos, Ash y Mike parecen felices como siempre, Luke excesivamente serio y Calum sorprendido y molesto a la vez. Saludé a la rápida queriendo irme lo antes posible hasta que lo escuché hablar.

— Vaya, la resaca definitivamente no es lo tuyo —  ríe con sorna, supongo que me veo tan mal como me siento.

— Todo un caballero, Hood — espetó Ross de pie justo frente a él. Se miraron a los ojos como si intentaran matarse y los demás chicos se ven incómodos.

— Tenemos trabajo que hacer, vamos — afortunadamente caminó conmigo hacia nuestro estudio.

— ¿Resaca? — preguntó cuando ya nadie nos escucha.

— No tengo resaca Ross, ayer fui a una fiesta con ese idiota y digamos que no salió bien, no quiero hablar del tema.

— ¿Estás bien? Sé que han sido muchas cosas con lo de Cami y...

— Estoy bien, solo terminemos esto pronto para poder ir a dormir.

Saludamos a Ryan, el coreografo y calentamos, la idea de hoy es practicar con cámaras filmando para analizar como se ve el baile en pantalla y decidir si hacen falta cambios.

Tan pronto empezamos a ensayar todo comenzó a dar vueltas, intenté con toda mi fuerza mantenerme concentrada en el baile, pero mi visión era borrosa y mi cuerpo apenas respondía. De pronto mi cara está a cinco centímetros del suelo y Ross me sujeta por la cintura.

— ¿Te ocurre algo? — pregunta Ryan luciendo preocupado.

— Lo siento, perdí el equilibrio — aunque más bien olvidé por completo apoyarme al caer — necesito un poco de aire.

Y tras eso huí del lugar, mis oídos zumban, mi cuerpo tiembla, puedo sentir mi corazón latir rapidísimo y me cuesta respirar.

Me apoyé contra la pared y bebí un poco de agua intentando normalizar mi respiración, mi pecho dolía por la velocidad de mis latidos, intenté fijar mi mirada en la botella que sostenía, pero solo conseguí puntos borrosos. Entonces escuché su voz nuevamente.

— ¿Todo bien? Luces terrible — ¿en serio no tiene nada mejor que hacer que reírse de mi? Lo miré con rabia, pero esta vez su expresión no era de burla, si no de  preocupación.

Y ese rostro es lo último que recuerdo antes de dejar de luchar contra mi cuerpo y cerrar los ojos.







The Wrong Way / Calum Hood (terminada - en corrección)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora