The Wrong Way / Calum Hood (terminada - en corrección)

La mañana después.

Me despertó el sonido de mi alarma, giré sobre mí misma para alcanzar el teléfono y ver la hora, las 6:00. Maldición olvidé cambiar la hora.

- Buenos días - escuché la voz de Calum recién despierto. Sonaba más rasposa, lo que hizo que sonriera. ¿Cómo era posible que sonara aún más sexy? - ¿Estás bien?

- Sí, algo aturdida por el sueño solamente. Olvidé cambiar la hora de la alarma anoche y es temprano para mí. Podemos volver a dormir - dije mientras sentía el brazo de Calum en mi estómago y su cuerpo pegándose al mío.

- O podemos hacer algo más - dijo con esa voz que me hacía temblar.

- Necesito cepillarme los dientes – dije con algo de vergüenza, pensando en el aliento mañanero.

-Yo también ¿tienes algo que pueda usar? - preguntó Calum mientras se levantaba de la cama.

-En el baño principal hay cepillos de repuesto – respondí antes de dirigirme a mi propio baño.

 Me cepillé los dientes lentamente, aún somnolienta, y me miré al espejo. Mi cabello estaba completamente despeinado y solo llevaba una camisa ancha y bragas. Traté de arreglarme un poco, pero finalmente me rendí ante el caos en mi cabeza y volví a la habitación.

A los pocos minutos entró Calum nuevamente, solo en ropa interior, me quedé mirando los tatuaje de sus brazos.

- ¿Disfrutando la vista? - preguntó con tono socarrón, mientras me sonrojaba y escondía mi cara en la almohada. Calum se acercó y me atrajo hacia él, apoyando mi cabeza sobre su pecho.

- ¿Estás bien? - preguntó preocupado - No tienes, ya sabes... ¿dolor muscular o algo así?

- No estoy segura, hago mucho ejercicio por el baile, así que siempre me duele un poco el cuerpo, pero no siento nada distinto - respondí con una sonrisa.

- Y, ya sabes... ¿otro dolor? - dijo con timidez.

- ¿Por qué tan tímido? - pregunté riendo - Estoy bien Hood, fuiste cuidadoso - me acerqué a besarlo.

Empezamos a besarnos tierna y lentamente, Calum sosteniéndome por las caderas con suavidad y bajando lentamente sus manos hasta mi trasero, apretándome contra él. Pude sentir su erección debajo de nuestra ropa, y bajé lentamente besando su cuello, frotándome contra él y haciendo que gimiera.

- ¡Mierda! - exclamó Calum, echando su cabeza hacia atrás y tapándose la cara con las manos.

- ¿Qué pasa? - pregunté preocupada, temiendo haber hecho algo mal.

- No traje más condones - dijo frustrado, y no pude evitar reír.

-Quizás deberías revisar en el cajón junto a ti.

Nunca había visto a alguien abrir un cajón tan rápido, encontró la caja y sacó uno sonriendo triunfante. 

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- Te dije que la segunda vez sería mejor. 

- Déjame dormir Hood, necesito descansar- contesté abrazando mi almohada, el rio y me abrazó por la cintura. 

Nuevamente me despertó la alarma, no sabía cuánto tiempo había dormido dormí, pero estaba segura de que no fue suficiente. 

- ¿Qué hora es? - preguntó Calum junto a mí.

-Las nueve - respondí bostezando.

-¿No tienes escuela?

-No, tengo una entrevista al mediodía. Debo reunirme con Ross para preparar algunas cosas y luego llegar con tiempo para que me maquillen y esas cosas.

- El sábado fue la colaboración y hoy una entrevista, tu manager realmente se está esforzado por ponerte en la mira. 

- Son los premios del fin de semana, ya sabes. Estoy nominada a bailarina del año. 

- No tenía idea de que estás nominada, perdón es que no le pongo mucha atención a esas cosas. La banda tocará en los premios incluso y apenas sé el horario.

Tranquilo, yo tampoco sabía que se presentarán - sonreí mientras me levantaba, pero de repente sentí una puntada en la parte baja de mi abdomen que me hizo saltar por el dolor y la sorpresa - ¡Mierda! – maldije por lo bajo, colocando mis manos encima como si eso sirviera de algo.

- ¿Estás bien? - Calum me miró preocupado. 

- Sí, pero creo que sí me duele algo después de todo - contesté con una leve sonrisa

- Lo siento mucho - parecía realmente preocupado y me miró con ojos de cachorrito que nadie podría resistir. 

- Tranquilo, solo necesito una ducha caliente y un ibuprofeno - me levanté y comencé a buscar ropa - Puedes usar el otro baño si quieres, en el cuarto de invitados hay algo de ropa de mi hermano por si necesitas.

- Estoy bien, no te preocupes. 

Me levanté con cuidado de la cama, sintiéndome un poco adolorida, y me dirigí hacia el baño. A medida que me alejaba de Calum, pude sentir su mirada sobre mí, y eso me hizo sonrojar un poco. Una vez dentro del baño, cerré la puerta y me apoyé en ella por un momento, tratando de calmarme.

Sentí una punzada en el abdomen de nuevo y no pude evitar soltar un pequeño gemido. Me coloqué las manos sobre el estómago y cerré los ojos con fuerza, tratando de controlar el dolor.

Finalmente, me metí en la ducha, dejando que el agua caliente cayera sobre mi cuerpo. Cerré los ojos y traté de relajarme, pero no pude evitar pensar en la noche anterior y en lo que había pasado entre Calum y yo. Sentí un cosquilleo en mi estómago al recordar sus labios y sus manos sobre mi piel, pero también me confundía pensar en todo lo que hice en menos de 24 horas con un chico que conocí hace una semana, intenté no reprocharme.

 Me fijé en mi reflejo en el espejo mientras me vestía, buscando cualquier marca que pudiera delatarnos. Al ver una marca justo entre mis senos, me alivié al pensar que al menos no era visible. Sin embargo, me aseguré de revisar con detalle mi cuello, aliviada al ver que no había nada que tuviera que cubrir.

 Cuando salí del baño, noté que Calum no estaba en la habitación, lo que me sorprendió ya que pensé que tardaría menos que yo en ducharse. Me puse lo primero que encontré y salí al salón, sintiendo un extraño aroma a ¿café? Me asomé a la cocina y me sorprendió ver al mismísimo Calum Hood preparando el desayuno.

- Perdón por no preguntar antes de usar la cocina, creí que tendrías hambre. 

- No te preocupes, es bueno que alguien la utilice de vez en cuando, normalmente yo sólo como fruta con yogurt al desayuno, pero esto se ve bien – respondí mientras me servía una tostada y café.

- ¿Es alguna dieta? – preguntó con cierta desconfianza.

- No, solo que casi nunca me queda tiempo para preparar comida así que tomo lo más rápido y luego compro algo. 

Charlamos sobre los premios, mi entrevista, su banda y otros temas mientras terminábamos el desayuno. Finalmente, era hora de partir. Caminamos juntos hasta el estacionamiento, sin tocarnos, y el Uber que había solicitado me esperaba.

De repente, Calum me empujó detrás de un poste y me besó suavemente. Deseaba más, pero sabía que debíamos separarnos.

- Que tengas un buen día Doren, no hagas el ridículo en tu entrevista – dijo guiñándome un ojo antes de subirse a su coche.

Ahora tenía que encontrarme con Ross y no sabía cómo explicarle lo que había pasado en las últimas horas. Quizás no debía hacerlo, pero me conocía demasiado bien.