El último mes sin lugar a dudas había sido uno de los más felices de mi vida. El negocio con Sam iba excelente, tanto en el sex shop como en el club, los productos nuevos se vendían a más velocidad de la que podíamos reponerlos, disfrutaba de la compañía de Luke tanto en el club como en mi cama y Rose se había vuelto una amiga cercana para mi. Lo único que me molestaba era que todas las semanas había encontrado una flores rojas enganchada en la puerta de la tienda y del local, y todas y cada una de ellas terminaba en la basura. Esperaba que la persona que estuviera haciendo aquello desistiera, pero aún así tenía momentos en los que me sentía vigilada, y algo en mi se encontraba alerta, por más tonto que pareciera.
Las distracciones de mi nueva vida social, me tenían considerablemente atareada. Esta noche era la fiesta de cumpleaños de Rose, sus 25, y Rock estaba determinado a darle la fiesta del siglo y nos había reclutado a Sam y a mi, además de a la mitad de los hermanos del club, para poder conseguirlo. La fiesta iba a tomar parte en la casa club, por lo que con Sam nos habíamos visto obligadas a tomar el paso y dejar a las chicas solas para manejar el Von Tease esta noche, cosa que a mi pelirroja le generaba su buena cuota de ansiedad, pero yo tenía fe en el equipo que estábamos consiguiendo ensamblar, teníamos gente de confianza dirigiendo la seguridad, barra y coordinando a las bailarinas, y en caso de que hubiera un inconveniente podíamos llegar al lugar en poco más de media hora desde el Club de los chicos.
Mirando la hora me apresure a hacer los últimos arreglos en la tienda y cerrar temprano, todavía tenía que ir a casa y sacar a Kyser para un rápido paseo, antes de encontrarme con Sam, quien debía estar llegando luego de las clases de la tarde y terminar de organizar todo lo que íbamos a llevar al club, ya que seguro íbamos a pasar todos la noche allí. Camine a mi apartamento lo más rápido que me fue posible, y me vi recibida por mi hermosa enorme bola de pelos.
Kyser era un pastor alemán de pelo largo, y con el cambio de estaciones su pelambre ya abultada pasaba a ser aún más tupida para darle un extra abrigo. Era el perro más hermoso e inteligente de este mundo, y yo lo amaba con toda mi alma, y amaba poder salir y entrenar con él. Nuestra vuelta en el parque conseguía mejorar siempre mi humor y me hacía sentir protegida y acompañada. Le dedique un extra de tiempo y cariño esa tarde ya que era la primera vez en un largo tiempo que iba a dejarlo pasar la noche solo, y aunque sabía que no iba a hacer ningún destrozo, me daba pena.
A la carrera conseguí ducharme, cambiarme a un conjunto sencillo de vaquero y un sweater de lana gris, junto con mis botas de cuero, tirar mi maquillaje y la ropa para esa noche en un bolso, para el exacto momento en que se escucharon los golpes en mi puerta. Antes de que me diera tiempo de atender Sam ya se había permitido la entrada con su propio juego de llaves y estaba alborotando a mi incansable amigo peludo.
- ¿Todo listo en el auto? - le pregunté saliendo de mi habitación colocándome mi cazadora de cuero.
- Solo falta tu trasero y tus cosas, ya cargue las mías, los regalos para Rosie y el resto de las cosas para prepararnos esta noche. - contesto ella mientras rascaba la panza de Kyser.
Suspire con alivio, la verdad es que Sam era mucho más organizada que yo y agradecía tenerla conmigo porque sino estaba bastante segura de que iba a llegar con el regalo sin envolver, medias diferentes y sin maquillaje.
Bese la cabeza de mi hermoso perrote antes de cerrar la puerta y dirigirnos al auto. Lo cierto era que desde nuestro pequeño acuerdo veía un día si y otro también a Luke, la mayor parte de las veces venía por el local, el club o directamente a mi apartamento, y pasábamos horas enredados uno con el otro. Honestamente estaba emocionada por la fiesta, por ver a cierto rubio endemoniado, pero sobre todo por el pequeño secreto que cargaba conmigo y que estaba segura que iba a ser el broche de oro de la fiesta.
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Fuego cruzado (MC - Iron Riders)
ChickLitElla tenía su vida en orden, su propio sex shop y un club nocturno con su mejor amiga, un apartamento, un perro y toda la determinación del mundo en ser su propia mujer. Fuerte, libre y feliz. Pero en una sola noche, una sola pelea iba a ser capaz d...