Capítulo 8 - El gato y el ratón

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Estaba mirando el fondo de mi taza de té sin ser capaz de poder creer aún la semana que había tenido. Después de la noche que Luke había pasado en mi apartamento, Sam me había pedido que le relatara que tal había estado el encuentro con el motero y la mañana que habíamos compartido posteriormente, mientras la tienda estaba tranquila. Lo cierto es que estaba felizmente sorprendida con la química que habíamos mantenido en la cama y la forma en la que había sabido manejar mi cuerpo, y las noches siguientes habíamos vuelto a coincidir, con el mismo fuego y pasión.

- Si es tal como dices apuesto a que viene esta noche al club, para poder hacerlo detrás de la barra - opinaba la pelirroja mientras limpiaba suavemente los estantes que tenían las botellas de lubricante.

- Solo piensas eso porque es lo que estas deseando que haga Bash - le dije pellizcandole una nalga mientras pasaba llevando reposición de algunos de los ligueros que se habían vendido más en los últimos días.

- ¿Y quién te dice que ya no lo ha hecho? - contestó ella con una risa y un movimiento de cejas que me hizo soltar una carcajada.

- Solo espero que bromatología no nos termine cerrando el local por sus travesuras.

- Y yo creo que deberías volver a subir al escenario esta noche.

Con aquella bomba me di vuelta a mirar a mi amiga, quien actuaba con total normalidad, cuando ambas sabíamos que lo que acababa de decir no lo era.

- Sabes muy bien que lo hice la vez anterior por una emergencia.

- Y admite que te encantó - me retrucó Sammy, terminando lo que estaba haciendo y pasando a la parte posterior del mostrador - el público enloqueció y tu te veías fantástica allí arriba. Sabes las rutinas y tienes la práctica, no veo porqué no deberías hacerlo.

- Pues primero porque no soy ni la mitad de buena que las chicas que tenemos bailando usualmente - le dije solo recibiendo una vuelta de ojos como respuesta - y además sabes que es necesario que este en la barra para poder controlar y coordinar todo. En especial con la fiesta esta noche.

- Sabes que puedes alejarte por 20 minutos de la barra sin que el local colapse, has entrenado a las chicas de forma excelente y tenemos un gran equipo - dijo ella mirándome con seriedad ahora. - No lo digo solo porque creo que lo harás bien, sino porque creo que de hecho puedes disfrutarlo y te ayudará a relajarte; eres tu la que siempre habla de empoderarse y aceptar nuestra sensualidad, no creo que esté de más que cada tanto...

Hice un puchero molesta ante sus palabras, porque en el fondo sabía que había razón en lo que decía. Empoderarse y sentirse sensual es algo que es diferente para cualquier persona, no todas las mujeres tienen los mismos hábitos y deseos, pero la realidad era que una parte de mi siempre se había sentido irremediablemente atraída al baile y el escenario, solo que no conseguía juntar el coraje para hacerlo, desprenderme de los miedos y los prejuicios y todas las ideas que nos grababan en la cabeza. Y Sammy lo sabía.

Pude ver levemente la culpa en la cara de la pelirroja al haber tocado aquella fibra sensible, pero a ninguna le dio tiempo para decir nada ya que en aquel momento entraron Kay y Lia a la tienda, las chicas con quienes estábamos organizando la despedida de soltera para su amiga. La fiesta iba a ser esta noche en el club, habíamos preparado una sección VIP para todas las chicas, teníamos bolsas de regalos para todas, con lubricantes y lencería y un paquete de regalos más grande para la novia, que también incluía dos tipos diferentes de vibradores, esposas, un conjunto entero de lencería y una fragancia afrodisíaca. La verdad era que estaba bastante orgullosa del trabajo que habíamos hecho con Sam para la organización y las chicas también se encontraban eufóricas, seguras de que su amiga iba a tener la mejor fiesta. Hoy teníamos la última reunión que era más que nada para hacer la última confirmación de las invitadas y la bebida y comida de la noche.

Fuego cruzado (MC - Iron Riders)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora