Capítulo 11 - Domingo rojo

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 Me desperece una vez más antes de peinar mi cabello, todo mi cuerpo sintiéndose deliciosamente energizado con la fiesta. Luego de la propuesta de Bash, la fiesta se había reanudado con más fuerza de la que parecía posible y las cosas se habían puesto verdaderamente salvajes. Los tortolos habían desaparecido quien sabe a donde,  seguramente a cerrar la noche con unos buenos orgasmos, pero antes de que siquiera pudiera hacer mi camino a la barra para buscar un nuevo trago, tenía al rubio con dos cervezas frías en sus manos invitándome a una mesa. 

 - Gracias - dije una vez estuvimos sentados, agradecida por el refrescante líquido que acariciaba mi garganta. 

- No es nada, preciosa - contestó el motero, guiñando uno de aquellos hermosos ojos azules con picardía.

Me gustaba verle relajado y en su ambiente, era la primera vez que de verdad parecía casi un simple hombre normal divirtiéndose en una noche de fiesta. Disfrute de admirar su cuerpo, la camiseta ahora levemente arrugada seguía marcando su amplio pecho y maravillosos brazos, más aún ahora que el se estiraba sobre el pequeño sofá que rodeaba la mesa en la que se habían sentado, similar al que se encontraría en un bar, un brazo estirado sobre el respaldo mientras el otro llevaba la botella a sus labios, una sonrisa traviesa extendiéndose en ellos ante mi análisis; sabía que el disfrutaba cuando lo observaba de aquella forma.

Nuestra pequeña guerra de miradas pronto se vio interrumpida por una muy borracha Rose, quien sin dudarlo se sentó a mi lado estampando un sonoro beso en mi mejilla, seguida por Rock, quien venía charlando con un joven a quien no había visto nunca. Tenía el cabello negro peinado impecablemente hacia atrás y rapado en los costados, revelando tatuajes en su cabeza, que bajaban hacia su cuello y desaparecían bajo la camiseta azul oscuro que vestía; su rostro despejado parecía cincelado y no tenía duda que de podría ser modelo de la marca que quisiera, se veía serio, pero tenía ojos celestes muy expresivos, se veían divertidos a la vez que hablaba con Rock, y un pequeño piercing decorando su nariz y varios en sus orejas. Se veía fresco, como recién salido de la ducha, sus marcados brazos estaban absolutamente cubiertos de tinta, y me pregunte si el resto de su cuerpo también lo estaría. Cuando llegaron frente a la mesa sus ojos conectaron con los míos y le sonreí amablemente, tenía una pinta más tradicional de motociclista, pero estaba segura de que no lo había visto antes. 

El motero a mi lado se paró rápidamente para estrechar al recién llegado en un fraternal abrazo, que este respondió con la misma intensidad. 

- Izz, quiero presentarte a alguien - dijo Luke volteando a verme - este es Hunter, nuestro Sargento de Armas y mi primo. Había estado ayudando en otra de las filiales amigas hasta hoy. 

Asintiendo le sonreí y extendí mi mano a modo de saludo, recibiendo un firme apretón de su parte. 

- Soy Isabella - le dije a la vez que él tomaba asiento con los demás en la mesa y Luke volvía a sentarse a mi lado. 

- ¿La chica del bar cierto? ¿Amiga de Samantha? - respondió él, su voz casi tan profunda como la de el rubio.

- La misma sí. 

- Escuché que pateaste en trasero de Rock en una partida de pool - comentó este, sacando una carcajada al grupo, salvo por el susodicho quien soltó un gruñido - toda una hazaña, creo que nosotros solo hemos podido vencerle un par de veces. 

- Fue suerte de principiante - intervino el enorme motociclista, mirándome con una sonrisa malvada - veremos si la pequeña morena es capaz de repetirlo. 

Tenía las palabras en la punta de la lengua para retarlo a tener un nuevo partido en este mismo momento, cuando sentí que mi celular vibraba. Me tome un momento para ver leer el mensaje que me había llegado, y toda la diversión se borró de mi sistema en un segundo: Es necesario que vengan tu y Sam, han atacado a Lisa cuando se estaba retirando del club, y hay más cosas que deberían ver

Fuego cruzado (MC - Iron Riders)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora