Fuego cruzado (MC - Iron Riders)

Capítulo 18 - En marcha

POV Isabella:

La luz de la mañana consiguió despertarme a regañadientes, sentía esa modorra característica de los fines de semana, pero el sol había decidido alumbrar directamente mi cara y espantar mi preciado sueño. Con un gruñido arrastre mi desnudo cuerpo de la cómoda cama para poder cerrar las cortinas y quizás robar un par de horas más de sueño; pero antes de que pudiera volver a sumergirme en las sábanas, la imagen de la cama vacía consiguió espantar cualquier esperanza de poder volver a dormir.

Instintivamente tomé mi celular, esperando encontrar alguna especie de mensaje de Luke explicando su falta, pero la casilla de mensajes estaba vacía. La inquietud se instaló en mi, recordando lo preocupado que había parecido el motero la noche anterior, y aunque todavía no entendía completamente, me inquietaba pensar que pudiera estar sucediendo algo con él o con el club. Decidiendo que no tenía sentido quedarme en la habitación, me vestí con mi ropa deportiva y me dirigí al exterior, junto con Kyser que me esperaba atentamente en la puerta, para poder salir a correr y despejar un poco mis inquietudes.

Agradecí el aire helado de la mañana mientras trotaba por la propiedad, y como siempre me había sucedido el concentrarme en respirar y correr lograba borrar al menos momentáneamente las preocupaciones que me poblaban. Estaba completando mi segunda vuelta alrededor de la propiedad cuando pude ver una figura alta saliendo por la puerta principal de la casa, cabello oscuro brillando bajo el sol.

Hunter estiró un brazo a modo de saludo a medida que bajaba con un suave trotes los escalones de la entrada, cubriendo la corta distancia que nos separaba. Aunque iba vestido de manera deportiva, los tatuajes que poblaban su piel y escapaban debajo de la tela lo hacían ver intimidante, las ganas de preguntarle por ellos volviendo a mi.

- Buenos días Bell - dijo acercándose y observando el sudor que me bañaba - no sabía que estabas haciendo ejercicio desde tan temprano.

- Buenos días - le saludé entre jadeos y secando el sudor que empapaba mi frente - estoy acostumbrada a hacer ejercicio por las mañanas, es un hábito que me ayuda a empezar el día más centrada.

Pude ver como él analizaba mis palabras a la vez que estiraba sus manos para saludar también a Kyser, quien se dedicó a olisquear por unos momentos sus dedos y mirarme a mí, antes de dar su aprobación para ser acariciado.

- Me pasa lo mismo, aunque usualmente prefiero ir directamente al gimnasio en lugar de correr por la propiedad.- comenta volviendo su mirada hacia mi.

- No sabía que había un gimnasio en el club - respondo, y aunque no me siento completamente sorprendida por el hecho de que haya un gimnasio, si me hace sentir extraña pensar cuantos rincones aún desconozco en la enorme mansión.

Por la mirada que me dedicó el moreno podía percibir que notaba mi nueva incomodidad, una sonrisa suave asomando en su rostro.

- Si quieres mañana podemos entrenar juntos en el gimnasio a la mañana - propuso - mi cuarto es el que se encuentra en frente al de Tiger, golpea la puerta cuando vayas a salir a hacer ejercicio y vamos juntos, de cualquier forma suelo despertarme temprano, es la costumbre militar.

Agradecía el esfuerzo que estaba haciendo por hacerme sentir más cómoda, y la verdad extrañaba entrenar, y me agradaba la idea de llevarme bien con Hunter, tenía una energía particular pero que resultaba atrayente.

- Eso sería genial - contesté, devolviéndole la sonrisa - entonces te buscaré para entrenar.

Con un asentimiento y una última caricia a mi perro él comenzó a correr por el camino desde donde yo había venido, y luego de estirar un poco me dirigí al interior del club. Al ser sábado todo se encontraba más silencioso que lo habitual, ya que muchos de los hermanos descansaban ese día, pero de cualquier forma me aproximé a la cocina para poder proseguir con mis rituales de la mañana y preparar un desayuno masivo. Preparé algo sencillo ya que no me sentía particularmente inspirada, haciendo huevos revueltos, tostadas y un par de budines de chocolate, para tener algo dulce y algo salado.