Capítulo 17 -

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     POV Luke

     Miro a la castaña acurrucada en mi cama, su cabello está revuelto y esparcido por mis almohadas, las sábanas cubren la mitad de su cuerpo, dejando a la vista una deliciosa porción de piel de su espalda. Tal como la primera vez que la vi, consigue exudar sensualidad sin hacer nada, y no deseo más que correr la fina tela que cubre su desnudez, enterrando mi cabeza entre sus piernas y poder despertarla gimiendo, enloqueciéndola tal como ella me había enloquecido a mi. Pero la inquietud que se había desatado en mi el día anterior se encontraba aún ahí, y sabía que hasta que no hiciera algo no iba a poder tranquilizarme. 

     Sin hacer ruido me vestí con un pantalón deportivo y una camiseta con el logo del club, antes de salir de mi habitación. En la puerta el enorme perro negro abrió atentamente un ojo al escucharme salir,  estudiándome por unos segundos.

     - Quedas tu a cargo Kyser, más te vale que la cuides - le dije palmeando un par de veces su cabeza. 

      Como si entendiera observó la puerta cerrada y volvió a mirarme, parando las orejas. Por momentos dudaba de donde era que Isa había conseguido aquel perro, que sin duda parecía más inteligente que algunos de los hermanos que habíamos tenido en el club. Silenciosamente hice mi camino hacia mi oficina en el primer piso, aún ni siquiera había comenzado a aclarar el cielo, el club se encontraba bastante tranquilo a estas horas, solamente se escuchaba algunos hermanos divirtiéndose en sus habitaciones. 

     Con cuidado me senté detrás de mi escritorio, luego de cerrar la puerta de la oficina. Los papeles que me esperaban en el primer cajón se sentían más peligrosos que un arma cargada. Saque el sobre con cuidado, sabiendo que apenas había sido entregado al taller mecánico debería haberlo entregado a la policía, pero la ira que se había desatado en mi interior me había impedido hacerlo. Deslice las fotografías sin apenas tocarlas, eran un total de tres fotos y una nota; dos de las fotos eran de una de las primeras noches que habíamos compartido con Izz, cuando la había llevado a su casa en el jeep y habíamos tenido sexo afuera de su departamento, las fotografías eran lo suficientemente claras para ver el placer en su rostro, y la tercera fotografía era de ella entrando a su departamento el día que había encontrado la marca en la puerta y el desastre en su habitación. Mi interior se revolvía de pensar que alguien la había estado siguiendo, de una forma mucho más cercana y meticulosa de lo que habíamos siquiera sospechado.

     Ella será mía, y voy a encargarme de borrar absolutamente todo recuerdo que pudiese tener de tus sucias manos en su cuerpo.

     Cuando había leído aquellas palabras todo en mi se había puesto alerta; salí corriendo de la oficina esperando encontrarme a quien sea que fuera el infeliz esperando en la calle, pero no había conseguido ver nada. Había revisado todas las cámaras que rodeaban el taller, las que correspondían a los otros negocios que teníamos en esa misma cuadra e incluso había recurrido a un programa de hackeo que era previamente utilizado por el club y accedí a las cámaras de la ciudad, revisando todas las personas que se habían movido ese día 10 cuadras a la redonda. Y nada. 

      La única opción razonable era entregar aquel material a la policía y hablar seriamente con Jordan; el detective y yo teníamos una larga historia, nos conocíamos prácticamente desde que éramos unos niños, y él era de las pocas personas que no tenía prejuicios contra nosotros y había facilitado el camino del club a volverse limpio y generar buenos vínculos con la fuerza policial. Volví a meter todo cuidadosamente al sobre, y tomando mi chaqueta de presidente del respaldo de la silla, haciendo mi camino hacia mi motocicleta.

     Espere a alejarme un poco del club antes de acelerar a fondo, permitiendo que el motor rugiera con fuerza, acelerando por las calles vacías, el suave resplandor de la mañana pintando lentamente la ciudad. La estación de policía era de los pocos lugares que se mantenía activo todo el día, varios oficiales charlando recostados a sus patrullas, algunas personas saliendo del edificio. Mire mi reloj, apenas pasaban de las 6 de la mañana, pero sabía que Jordan estaría allí. 

Fuego cruzado (MC - Iron Riders)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora