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❝vii. the ring❞
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LA PRIMERA MAÑANA EN ALFEA HABÍA LLEGADO. Aisha fue la primera en levantarse de la cama para ir a nadar y prepararse. La siguiente fue Adara, quien había tenido una noche agitada por las pesadillas.
Ser la primera en despertarse del cuarto le daba tranquilidad, pero se disipaba al recordar que Musa y Terra podrían despertar en cualquier momento. Finalmente comprendía que no sería como estar en su cuarto donde podría simplemente cerrar la puerta y cambiarse. Ahora habían dos chicas más en el cuarto y, aunque fuese al baño, también habría otra dentro.
Adara caminó hasta el baño y se introdujo dentro de uno de los cubículos. Bajó la tapa para colocar la ropa y comenzó a cambiarse rápidamente.
Desde hace un tiempo, la pelirroja no se sentía cómoda cambiándose la ropa frente a otra persona, o si quiera sabiendo que hay alguien en el mismo espacio. Incluso aunque no la esté observando o de espalda.
Cuando acabó, Terra entró al baño.
—Oh —Terra comenzó a balbucear nerviosa, abrazando un conjunto de ropa sobre su pecho—. ¿Tú también vienes a cambiarte?
Adara observó la ropa doblada entre sus brazos que Terra señalaba. Negó: —No, acabo de cambiarme.
—Oh, genial —rió nerviosa. Adara notó como Terra desviaba la vista a una esquina del baño, sin querer hacer contacto visual con ella.
—¿Musa se está cambiando?
Ahora fue el turno de Terra de negar.
—No, no —negó rápidamente con la cabeza—. Aún está en la cama.
—¿Quieres que les diga que no entren? —inquirió Adara, al oír movimiento y voces fuera del baño.
