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❝xxvii. I've bought friendship necklaces❞
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STELLA HABÍA SIDO LA PRIMERA EN INFORMARLE A ADARA SOBRE LA CENA CON LOS EX ESTUDIANTES DE ALFEA. Aisha fue la encargada en aclarar que asistirían todas las personas importantes del Otro Mundo, que ocupaban altos cargos —ya sea de manera directa o indirecta.
—Los estudiantes, nosotros, podremos entablar conversaciones con ellos y establecer conexiones —exclamó Aisha, irradiado ansiedad y felicidad.
Adara volteó a ver a Stella y acercó la boca al oído para preguntarle: —¿Es tan importante?
—Es muy importante —respondió la morena por Stella, luego de oír a la pelirroja—. Esta conexión puede definir todo nuestro futuro una vez que estemos fuera de Alfea.
La pelirroja de ojos verdes alzó ambas manos, en señal de defensa y comprensión: —Lo entiendo, es importante. Pero te estás estresando por nada —añadió—. Esas personas trabajan día y noche, ¿de verdad crees que se mueren por continuar hablando de cosas relacionadas al trabajo cuando están en una fiesta?
—Sí... Las fiestas no son para eso —concordó Bloom—. Si alguien se me acerca para preguntarme por un deber, en medio de una fiesta, me alejaría de esa persona en un pestañeo.
Aisha deslizó la mirada por las hadas restantes del cuarto. Todas estaban en la sala compartida; Aisha de pie entre ambos sillones, Stella sentada sobre el apoya brazos, a un lado de Adara, y el resto distribuido en ambos sillones.
—¿Todas creen lo mismo? —inquirió el hada de agua, comenzando a preocuparse.
—Escucha —habló Adara—, quizá seamos sólo nosotras lo que pensamos sobre ello. Quizá a ellos no les importe; es más, quizá pueden llegar a sentirse hasta halagados —exclamó, pretendiendo cambiar de opinión, exclusivamente para levantarle el ánimo.
—Exacto —apoyó Musa—. A las personas mayores les gusta que les presten atención.
Aisha comenzó a asentir con la cabeza, murmurando pequeñas frases afirmativas, intentando regresar todo sentimiento de confianza nuevamente.
