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❝xii. two changeling in Alfea❞
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HABÍAN TRANSCURRIDO UN PAR DE DÍAS DEL ASUNTO DE LA FIESTA Y TODO LO DEMÁS. Bloom decidió no decirle a su hermana lo que eran y que Mike y Vanessa no eran sus verdaderos padres. Había querido hacerlo luego de la fiesta, pero al verla tan sensible luego de todas las emociones de aquel día, supo que no era el momento indicado.
No obstante, el rumor de que ambas mellizas eran suplentes se expandió por toda Alfea en cuestión de un día. No había estudiante que no lo supiese, excepto Adara.
La pelirroja no comprendía la especial atención que recibían ella y su hermana. Las miradas de los estudiantes la seguían desde que entraba a un lugar hasta que perdían de vista el cabello pelirrojo.
No había momento donde no se sintiese observada e incomoda. Todos parecieron seguirla a todos lados. Incluso algunos fingían no verla, y lo hacían de la peor manera. Esperaban hasta que ella les diese la espalda para poder darse la libertad de murmurar.
Sin embargo, nadie le decía palabra alguna. Adara se preguntaba qué había sido lo interesante de repente, para que todos dejen de interesarse de sus propias vidas. Dudaba de que se hubiesen enterado de que por poco pierde la vista. Sabía que ninguna de las chicas del dormitorio sería capaz de exponer lo sucedido.
Incluso de haber sido aquello, podrían preguntarle cómo estaba o que los susurros fuesen de como ella se lo merecía por intervenir en la relación de la princesa de Solaria y Sky. Cosa que le pesaba aún más al pensar en que creyesen lo último.
La verdadera razón de quedar casi ciega por unos cuántos minutos fue un accidente y todas lo tenían bien claro, pero aún podía existir esa idea.
