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❝xi. it's not her fault❞
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SKY PERMANECIÓ DURANTE UN PAR DE SEGUNDOS EN SILENCIO, CON LA VISTA SOBRE BLOOM. La pelirroja portaba un rostro de advertencia que nunca cambió desde que se dirigió a él, permaneció exactamente igual sin siquiera mostrar otra emoción.
—Hablaré con Stella —informó Sky—. No le hará nada a Adara, puedes quedarte tranquila de eso.
—¿Y por qué debo confiar en tu palabra? —cuestionó a la defensiva—. Solo haz lo que te pido, Sky. Mantente alejado de mi hermana.
Sin más que decir, la pelirroja dio la vuelta y se marchó en busca de Aisha, quien jamás había regresado con las servilletas para Riven. Una vez que la encontrase, iría a su habitación y pensaría en cómo decirle a su hermana que Mike y Vanessa no son sus padres biológicos.
Había transcurrido un largo tiempo desde que Bloom se enteró de aquello y, aunque le pidió al resto no hacerlo, era hora de hacerlo. Bloom había esperado encontrar algo acerca de sus padres biológicos a esta altura, pero no lo había logrado. Sentía que caminaba en círculos y cuando algo así le ocurría, sabía que tenía que recurrir a Adara y su mente organizativa para poner todo en su lugar; y así poder ordenar todas sus ideas y pensamientos.
Hablando de Adara, la pelirroja no había ido más allá de donde se llevaba a cabo la fiesta. Caminó hasta llegar al gigantesco jardín de Alfea, con la luz de la luna iluminando tenuemente el camino. La chica sabía que algunos habían regresado a sus dormitorios y otros continuaban celebrando.
Sentada en uno de los bancos del jardín, lo único que podía oír eran sus propios pensamientos. La música no tenía alcance en aquel lugar, rodeado de tranquilidad y aire frasco.
Adara se sentía terrible. Había sido una estúpida al crear sentimientos hacia Sky.
Vagamente recordó el momento en el que hablaba con Terra y pensaba en que la castaña parecía el tipo de chica que se enamoraba rápidamente de alguien. La ojiverde dejó caer la cabeza sobre ambas palmas, percatándose que penó aquello debido a que ella misma se vio reflejada en Terra.
