Nos volvimos a encontrar. ¿Casualidad? No.

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Me levante de la cama, el sol era molesto, de alguna manera en mi cuarto es el único lugar donde hay mas luz solar.
Baje a desayunar, con toda la familia.
No comí demasiado ya que hoy saldría a distraerme un poco, ya saben.. el asunto de Mario.
No dejaba de rebotar en mi cabeza, su nombre, la manera en que nos conocimos, la nota. Esa nota, era la que me traía confusiones, Nunca vi cuando escribió en ella ni si quiera vi el pedazo de papel.

En fin, me bañe, me cambie, todo bien.
Agarre el teléfono y salí fuera, casualmente paseaba por el parque, y sí, Mario estaba sentado, lo alcance a ver de lejos; pero él me miro a la hora que salí corriendo del lugar.
Llegue lo bastante lejos como para que Mario no me viera ya que igualmente salió corriendo tras de mi.

Me caí al suelo a causa de pisar mal, me torcí el tobillo, no me podía levantar, agache la cabeza, vi los zapatos de una persona frente mio, levante la mirada, y era Mario.

Me cargo, me llevo de nuevo al parque, y me sento, el se sentó a lado mío.

Mario: ¿Estas bien?, ¿Qué fue lo que paso?

Yo: Solo me torcí el tobillo, es todo.

Le conteste de manera algo seria, ya que sabia que quería algo conmigo, y que eso tendría problemas.

Mario: Pero ¿Cómo te llamas? Han pasado dos días desde que nos vimos.

Yo: Me llamo... Nicole.

Mario: Que bonito nombre -Lo dijo mientras se reía-

Tenía unos dientes hermoso, una bella sonrisa, y sus labios, pff.
Eran rojos y extremadamente hermoso.

Ya se estaba haciendo algo tarde, decidí irme por mi cuenta.

Yo: Me tengo que ir, de seguro me esperan.

Mario: Yo te llevo, no puedes caminar, te lastimaras.

Me negue, me pare y quise demostrarle que podía sola, pero no fue asi, volví a caer.
Mario me cargo y me llevo a casa, mientras yo le explicaba donde vivia.
Estábamos fuera de la casa, y estaba a punto de tocar la puerta, cuando el me tomo de la mano.
Me sorprendí, y me asuste a la vez.
Mario puso una mano en mi mejilla. volteo mi cabeza al lado en el que se encontraba él.
Y pasó.
Se fue acercando poco a poco, hasta que mis labios chocaron con los suyos, el beso duro como 10 segundos, fue bastante lindo para explicarlo.

Mario: ¿Esto es un hasta luego?
Yo; S...sí.

Mario volvía a sonreír mientras me miraba, de pronto se volteo y toco la puerta, de inmediato abrieron como si estuvieran escuchando todo tras la puerta.
Me metieron cargando mientras mi papá me llevaba a la recamara, Mario sólo me veía y me decía; Adiós, hermosa.

Mis padres querían explicaciones, pero me negue, dije que les contaría al día siguiente, que estaba cansada, y es obvio que no, no dejaba de acariciar mis labios, paso lo que soñe.

Todo pasa por Algo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora