Un seductor enamorado

Futuro sufrimiento

NOTA: Me desaparecí mucho más tiempo del que tenía planeado, lo lamento por eso, debía sentirme mejor anímicamente para poder escribir como es  debido, lo intente hace días pero nada me salía bien, además también a mí se me terminaron las vacaciones y con las tareas de la escuela y las obligaciones diarias en casa la verdad es que lo último que quería era tomar el celular y escribir algo. Ya me siento de mucho mejor humor y eso me permite que la creatividad regrese por ratos.

Sin más, aquí les dejo este capítulo esperando que sea de su agrado.

Capítulo 6

Rin

Casi las cuatro de la mañana marcaba mi celular, por alguna razón no podía dormir, casi toda la noche había estado dormitando por pocos minutos para después despertar y sentir esos terribles ataques de ansiedad que algunas veces me hacían pasar las peores noches de mi vida; me levanté de la cama para tomar mi bolso que se encontraba en el tocador, corrí el cierre y saqué una de esas malditas pastillas que ya estaba más que harta de tomar pero, solo con ellas podría relajarme y conciliar el sueño; no lo sé… tal vez el último mensaje de Sesshōmaru me había puesto de esta manera, me avisaba que debía cumplir con un compromiso, una cata de vinos acompañando a la mano derecha de aquel hombre con el que iría a reunirse a Italia, ¿Por qué estaba así? simple, porque estaba celosa e insegura.

Después de recordar aquel nombre del famoso inversionista italiano y de enterarme que Sesshōmaru acompañaría a esa mujer, corrí a mi laptop para tratar de buscar imágenes de aquel hombre porque tal vez podría aparecer al lado de su asistente y sí, ahí estaba ella, una mujer guapísima, alta, delgada, joven y elegante, con un cuerpo envidiable, en el reportaje que leí comentaban que primero había sido modelo de su marca de ropa mientras seguía con sus estudios en la universidad pero que después de graduarse con honores por supuesto, Eboli la había.contratado como su asistente por su gran inteligencia y astucia en los negocios, era prácticamente la segunda al mando de todos los negocios del magnate.

Odiaba sentirme así, como una de esas novias locas que celaban a sus parejas y que investigaban cada paso que ellos daban pero no podía evitarlo, mis emociones, mis verdaderas emociones, no funcionan normal como debería de ser. Suspire con pesadez para regresar a la cama, la noche era fría, lograba escuchar el sonido de las fuertes ráfagas de viento chocando contra los vidrios de la ventana, sentía la opresión en mi corazón pero la pastilla que había tomado poco a poco comenzó a hacer efecto, sentí que los párpados me pesaban, miré por última vez el celular para cerciorarme que la alarma estuviera activada y, sin más, me sumí en un sueño profundo mientras sentía que los músculos de todo mi cuerpo se iban relajando.

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Sesshōmaru

A las 8:00 de la noche en punto me encontraba en el lobby del hotel con mi abrigo colgando de mi brazo derecho, a lo lejos vi aquella esbelta figura de Alessandra, un bello cuerpo entallado en un vestido morado con un poco de pedrería que brillaba con cada movimiento se sus caderas.

—¿Listo?— me preguntó con una amplia sonrisa mientras terminaba por llegar hasta donde me encontraba.

—Veo que eres muy puntual, la mayoría de las mujeres nos hacen esperar hasta por horas— respondí con una sonrisa ladina.

—Ese no es mi caso, trabajando con Filippo me acostumbré a estar lista incluso antes que él, si no fuera de esa manera tal vez ya no estaría a su lado— se encogió de hombros mientras se quitaba su bello abrigo dejando ver sus hombros de piel nivea y el contorno de sus senos.