Suiza

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Capítulo 59

Narradora

Azami nunca había sentido tanto miedo en su vida, ahora estaba tratando de llamar a Zero, cuando esa mujer supiera que Sesshōmaru y Rin se fueron sin que ella se diera cuenta tendría mucho problemas; maldijo la hora en la que aceptó ese trabajo, pero siempre había sido demasiado ambiciosa como para negarse, nunca estaba de más tener dinero de sobra.
Ahora se debatía entre hacer esa llamada o largarse de ahí e intentar esconderse, la segunda opción era imposible, las dos mujeres Asano la encontrarían en donde quiera que ella se metiera, se lo advirtieron y además, tenían recursos de sobra para encontrarla donde sea que estuviera. No, debía enfrentar su descuido, tal vez tenía un as bajo la manga y podría utilizarlo a su favor, pero para eso tendría que ganarse la confianza de Nina o de la sirvienta de los Taishō.
Inhaló profundamente y tomó su celular buscando el contacto de la peliblanca, no había de otra…

—¿Qué quieres?—…
…—Señora, tengo algo que decirle pero antes pido disculpas porque he fallado—…
…—¿A qué demonios te refieres, estúpida?—…
…—Hoy hace un rato fui a visitar a Rin, me pareció raro no ver a los dos hombres que siempre custodian la entrada y tampoco escuché ladrar al perro, esperé unos minutos hasta que apareció la secretaria de Sesshōmaru, señora… ella me dijo que nadie estaba ya en la casa porque ayer por la tarde se habían ido del país—…
…—¡¿Qué estás diciendo?!—…
…—¡Lo lamento, fue mi error!, pero es que yo no creí que adelantarían su viaje, mi plan era ver a Rin antes y hacer que me dijera a dónde se irían pero tal parece que con lo que sucedió aquella noche en donde murió Konton, Taishō decidió que debían irse de inmediato—…
…—¡Eres una maldita inútil!, de nada sirvió que estuvieras cerca de ellos—…
…—¡Se lo suplico, señora, déjeme enmendar mi error, estoy segura que todavía puedo averiguar en dónde están!, Nina seguirá viniendo a esa casa, trataré de hacer que me lo diga, según ella no sabe a dónde se fueron porque su jefe no quiso que nadie lo supiera pero estoy segura que está mintiendo, solo deme una oportunidad, se lo suplico—…
…—Está bien, tienes unos días para conseguirme esa información, de todas formas nosotras no hemos podido movernos de dónde estamos, la policía está siguiéndonos los pasos así que más te vale que cuando vuelva a llamarte ya sepas a dónde se fueron esos infelices, ¿me oíste?—…
…—¡Le juro que pronto lo sabrá, le doy mi palabra!—…
…—Más te vale, no vuelvas a llamarme tú, adios—

Tenía que pensar muy bien cómo obtener la información que necesitaba, estaba segura que Nina sabía más de lo que decía y se encargaría de averiguarlo.
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Rin

Zermatt, una bella comuna de Suiza. Frente a nosotros el impresionante hotel Meidō.

—¿Ves las rampas?...—         me preguntó Sesshōmaru mientras nos deteníamos un momento para observar con más detalle la edificación.
—Si…—     respondí.
—El turismo que viene. Zermatt lo hace principalmente para esquiar, a mi madre se le ocurrió que los ocupantes de cada piso podrían descender esquiando—          estaba impresionada, además de ser precioso sería divertido estar ahí.
—¡Wow, qué ingenioso!, lástima que no puedo esquiar—         respondí con un puchero sabiendo que probablemente ni siquiera podrías bajar caminando esas rampas.
—La nieve durará hasta marzo, probablemente podremos hacerlo después de que nazcan las niñas, tenemos tiempo, cuando llegue diciembre todo esto estará completamente blanco—        sin más, continuamos hasta llegar a la elegante entrada en donde todos los empleados nos esperaban recibiéndonos algunos con miradas amigables y otros tantos intrigados por saber cómo les iría ahora que el nuevo dueño estaría en el hotel.

Un seductor enamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora