Sin ocultarlo jamás

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Capítulo 8

Narradora

Los dos amantes se entregaban eufóricamente a la pasión, la castaña tenía la espalda contra el tronco de un árbol, Sesshōmaru seguía embistiendo su húmeda cavidad mientras devoraba su boca para callar los gritos de placer que querían escapar de su garganta.

Estaban en un lugar completamente apartado de dónde se llevaba a cabo la fiesta, la música se escuchaba a lo lejos y estaban seguros que nadie iría a esa parte del jardín o, al menos eso pensaban. La silueta de un hombre lograba divisarse de entre los árboles, en sus ojos crecía una llamarada de odio… Naraku era quién siguiendo a Rin se percató de que esta había salido del salón para encontrarse con su peor enemigo; los siguió con los puños cerrados, su piel había perdido color debido a la fuerza con la que los cerraba.

En su interior podía sentir el golpeteo de su corazón que latía tan fuerte que hasta le dolía, su orgullo y su amor estaban siendo pisoteados pero no estaba enojado con Rin, no podría estarlo, para él, el culpable de todo era ese maldito hombre que no solo le había arrebatado su puesto en la constructora Taishō, ahora también le estaba quitando a la mujer que había amado desde el primer instante que la conoció.

Se quedó ahí parado por largo rato, observando a la pareja que se entregaba sin límites "Él debería ser yo, el que te ame, el que te bese, el que haga sentir de esa manera" su mente no dejaba de atormentarlo, ahora más que nunca estaba seguro que debía separarlos, debía aliarse con Sara aunque eso no era lo que realmente quería, él deseaba ganarse el amor de Rin por las buenas, que ella se diera cuenta de que en realidad era él quien se la merecía.

De pronto, agachó la mirada y esa rabia se transformó en un dolor que jamás había sentido, decidió darse la vuelta y volver a la fiesta con los demás, pronto… muy pronto llegaría el día en que ella le pertenecería y juraba a todos los dioses que solo a él amaría.

Dentro del salón, Kagome interceptó a Inuyasha quien se encontraba charlando con viejos amigos de la universidad…

—¿Pasa algo amor?— le preguntó poniendo su mano en la mejilla de la pelinegra.

—Te vas a ir de espaldas cuando te lo diga cariño— suspiró profundo y dejó que las palabras salieran solas —Rin tiene novio—

—¿Cómo?— estaba realmente sorprendido —¿Pero quién?— volvió a cuestionar.

—Es...— dudó un instante —es… ay cariño me lo acaban de confesar, es tu medio hermano, Sesshōmaru— soltó esperando la reacción de Inuyasha.

El chico quedó boquiabierto, su mente trataba de procesar lo que acababa de escuchar y aún así tuvo que preguntar de nuevo.

—¿De quién?—

—Es novia de tu hermano, de Sesshōmaru, del mujeriego de tu hermano y Rin al parecer está muy enamorada— Kagome se dejó caer en una de las sillas cerrando los ojos y suspirando profundamente.

—No, no puede ser, ese idiota es un infeliz, nunca se ha tomado en serio a ninguna mujer, para él seguramente Rin es la presa más fácil que pudo encontrarse, ¡Te juro que me va a escuchar!— estaba dispuesto a ir en su búsqueda para arreglar cuentas con su medio hermano.

—No Inu, no es el momento, recuerda en dónde estamos, no podemos arruinarles la noche a Sango y Miroku, debemos esperar a mañana— Kagome volvió a ponerse de pie y tomó la mano de su novio —mañana hablaremos con ellos, sé perfectamente que esa relación no puede ser, tú y yo debemos proteger a Rin, si Sesshōmaru la hace sufrir será el colapso para ella y ahora sí que la perderemos para siempre— las lágrimas intentaron abandonar sus ojos.

Un seductor enamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora