Al acecho

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Capítulo 52

Sesshōmaru

Nina recibió una llamada que la había alterado bastante, estaba nerviosa y me suplicó que la dejara ir temprano; sus manos temblaban. Le habría pedido a Jaken que la acompañara pero justo momentos antes le había ordenado que fuera a recoger unos papeles a la constructora. No podía dejarla ir en esas condiciones y, aprovechando que Rin dormía en nuestra habitación, me ofrecí a llevar a su destino a la señorita Takayama.
No pensé que esto nos llevaría tanto tiempo…

—Por favor, discúlpeme Sesshōmaru-sama, no era mi intención involucrarlo en esto—
Nina parecía muy afligida por lo que estaba ocurriendo.
—No tiene importancia—         respondí sin prestarle mucha atención.
—Por supuesto que la tiene, señor, y me gustaría contarle todo, creo que es lo justo, pero me gustaría hacerlo frente a su esposa, se lo debo, la ha dejado sola por acompañarme y eso me está haciendo sentir terrible—           era lo único que me preocupaba, Rin, haberla dejado sola sin decirle a dónde venía.

Todo indicaba que había sido un altercado con el ex esposo de Nina, el tipo se apareció en la escuela de su hija intentando llevársela.

—Podemos irnos, Sesshōmaru-sama—       llevaba una pequeña niña dormida en sus brazos.
—Bien…—          estábamos a punto de salir de aquel lugar, cuando una llamada entró a mi celular; el nombre de mi padre apareció en la pantalla…

—¿Qué quieres?—…
...—¿Te gustaría venir a tomar una copa conmigo? necesito hablar con alguien—…
...—No—…
...—¡Sesshōmaru no me cuelgues, por favor! hijo… de verdad me gustaría que vinieras, estoy en el bar que está a dos calles de la constructora, de verdad, necesito hablar con alguien—…
...—Estaré allí en media hora—…

Era lo único que me faltaba, mis planes de regresar a casa con Rin se estaban yendo a la basura ahora gracias a mi padre.

—Te dejaré en la casa para que hables con Rin, tengo que ir a otro lugar—        le dije a la señorita Takayama.
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Rin

Me encontraba acomodando en el clóset los trajes que horas antes Noda-san había recogido de la tintorería cuando por fin, Sesshōmaru entró por la puerta de la habitación.

—¿En dónde estabas?—          le pregunté un poco molesta pues no se había dignado a responderme las llamadas ni los mensajes        —te llamé varias veces y también te deje algunos mensajes—
—Lo siento, preciosa, estábamos en un lugar en donde la recepción no era buena, ni siquiera me habían llegado tus mensajes sino hasta que salimos de allí—       parecía sincero.
—¿A dónde fueron?—       cuestioné nuevamente.
—Nina te espera en la sala para poder explicártelo, quiere hacerlo personalmente; yo tengo que volver a salir, me llamó mi padre y quiere que nos veamos, no sé si es mi imaginación pero no lo escuché bien—        me extrañó lo de Nina, no imaginaba qué era lo que tenía que explicarme y, por otro lado, me preocupó lo de Tōga-sama.
—Está bien, hablaremos cuando llegues, salúdame a tu papá. Bajaré a hablar con Nina—           antes de que pudiera salir de la habitación, Sesshōmaru me detuvo sin ser brusco; sus hermosos ojos dorados tenían un brillo intenso y abrasador, no pude evitar mirar sus labios y sin previo aviso me besó.
—Por favor, no te enojes...—       me pidió apenas nos despegamos por la falta de aire      —Takayama  te explicará todo y después de que regrese de con mi padre, hablaremos nosotros, pero por favor, no estés molesta conmigo—         cómo enojarme con él cuando ponía esa cara que solo yo podía ver.
—Ve con tu padre, nos veremos al rato y no te preocupes, no estoy enojada, te amo mucho, mi amor—


Un seductor enamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora