Todos tenemos una historia que contar

Capítulo 3: Armario

A las ocho de la tarde volví a casa y me fui directa a mi habitación, Alejandro y Lorena ya no estaban allí. Decidí llamar a Bianca y hablar de todo esto, en cuanto escucho la palabra boda estuvo de acuerdo, ella quería dedicarse profesionalmente a organizar bodas, asi que solo hablo de la boda.

Unos días después ya había hablado con mi madre y estaban todos muy entusiasmados con la boda, esta noche era la noche en la que Mario me iba a pedir compromiso delante de todos los invitados. Bianca estaba conmigo y me estaba ayudando a arreglarme.Oí como mi madre me llamaba desde abajo, parece que ya empezaba a venir la gente y tenía que hacer apto de presencia. Salude a algunos de los invitados, unos me sonreían porque se alegraban por mi y otros porque les daba pena. También estaba mi familia italiana, eso me puso muy contenta.

Alguien se me acerco por detrás y me abrazo, era Mario, nos pusimos a bailar con las demás parejas. Me sentía a gusto y protegida con el. Mientras estábamos abrazados vi que se acercaba el sobrino del ginecólogo, se acerco y le pidió a Mario si podía bailar conmigo , Mario asintió y se fue con una sonrisa y me guiño un ojo, no entendía nada. El chico que tenia ahora en frente de mi era terriblemente atractivo, rubio con ojos cafés y buen cuerpo, claro. Eso aceleraba un poco mi pulso.el pareció darse cuenta porque sonrió levemente yo le miré nerviosa.

-Hola, soy Rubén.- saludo mientras empezábamos a bailar.

-Me acuerdo de ti.-estaba nerviosa, y que estuviéramos tan cerca no ayudaba, y que bailaramos una canción lenta tampoco y menos aun poder sentir su aliento chocando contra mi piel.

-¿No eres muy joven para casarte?

-Si.- respondí de forma directa y borde.

-¿Y tu quieres casarte?

-Supongo.- Dije sin entusiasmarme por la conversación.

-¿Te casas por el embarazo no?¿Es el padre?

-Esto no es un interrogatorio, intento disfrutar de la fiesta.

-Lo siento, me da tanta pena que te cases.

-Apenas me conoces.

- Presiento que deberías de estar con otras personas.

-¿Qué tipo de personas?

-Personas que te aprecien como eres, se que te sonara raro pero llevo observándote un tiempo, no en plan acosador, solo digo que a lo mejor deberías estar con gente como yo.- Este chico estaba loco, consiguió ruborizarme.

-¿Qué dices?- le pregunte algo alterada mientra me apartaba de sus brazos, algunas personas se giraron para mirarnos extrañadas- eres mas mayor que yo.

-Conseguiré conquistarte princesa.

- Adiós- dije mientras me alejaba.

Me agarro del brazo y me empujo hacía una puerta, era un armario de la sala...