Todos tenemos una historia que contar

Capítulo 15

En menos de tres horas estábamos en Salamanca, la casa era un piso a 15 andando del centro de la ciudad. La casa estaba vacía, Rubén había llamado a su tía y ella le había dicho que hasta semana santa no habría nadie, ya que ellos viven en Barcelona e iban a Salamanca en vacaciones. La casa era un dúplex con 5 habitaciones. Abajo había una cocina y una habitación. Un salón y un patio. Arriba estaban las cuatro habitaciones restantes y cuatro baños. Nos acoplamos en una de las habitaciones con cama de matrimonio ¿Cuánto tiempo nos quedaríamos aquí? Quedaba como un mes para semana santa, ese es el tiempo que teníamos para decidir que hacer.

Rubén decidió salir a comprar algo para comer, y yo quise acompañarlos, pero él insistió en que debía descansar. Cogí mi móvil, en el que había miles de mensajes de mi madre, que la pobre pensaba que volvería. Tenía mensajes de un número desconocido que pareció ser de Mario. Había unos pocos de Bianca y Elena, mi madre había llamado a ambas y estaban preocupadas. Las envié un mensaje tranquilizante, al igual que a mi hermano. Explique por el grupo de mi clase que iba a dejar el instituto, por motivos personales que muchos intuían y abandone el grupo de una vez. Escribí en el grupo de mis amigos que estaba en Salamanca con Rubén( ya que le conocían de alguna quedada en la que me le lleve conmigo) y envíe una foto desde la ventana. Entonces fue cuando vi los mensajes de mi padre.

PAPÁ:

<<Hija dime dónde estas por favor. >>

<<Isa, no le diré a tu madre donde estas.>>

<<¿Estás bien?>>

<<Nos podemos ir a Cádiz un tiempo, sin tu madre.>>

<<Te hecho de menos, estoy preocupado, dime algo pequeña.>>

<<Isabel, dime dónde estás, ¿estás bien? ¿Voy a buscarte?>>

<<Tu hermano esta aquí, llamamos a tus amigas. ¿Estás bien?>>

<<Isabel hemos ido a comisaria. Tu hermano y yo, tu madre se va esta tarde a Italia, discutimos con ella por lo que te hizo y lo mal que se comportó. Se va con su familia una temporada, puedes volver cuando quieras.>>

<<La policía no hace nada si no han pasado 24h. Y a sabes dicen que te puedes haber ido de casa, y eso has hecho. ¿Cómo estáis?>>

<<Llamé a Rubén y no me contestó, ¿ estás con él? ¿Estáis los tres bien?>>

<<Queremos que vuelvas Isabel, espero que recibas mis mensajes y contestes. Un beso.>>

<<Tus amigas no saben nada de ti. No perdemos la esperanza, estamos muy preocupados.>>

<<Isa, necesito saber que estas bien hija, por favor.>>

Lágrimas salían de mis ojos, llamé a mi padre inmediatamente.

-Papá.

-¡Isabel! ¡Hija! ¿Estás bien? ¡ES ISABEL! Cariño...

-Estoy muy bien papá, Rubén esta conmigo, necesitaba irme de allí, estamos en Salamanca, es una ciudad muy bonita.

-Qué bien oír eso hija, deberías volver.'

-Papá necesito tiempo, prometo llamar todos los días.- oí la cerradura de la casa indicándome que Rubén estaba entrando, me moría de hambre y no quería llorar ahora.- Adiós.- Dicho esto, colgué.