Capítulo 13

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<< Estaba tumbada en la cama y cuando me despierto las sabanas están manchadas de sangre. La cama y mi pijama, mis piernas, todo cubierto de sangre, mi sangre. Empiezo a gritar de horror y me golpeo contra la almohada. Alguien viene corriendo hacia la luz que esta encima de mi, miro a mi alrededor y estoy en una sala infinita en la que no veo las paredes, el techo esta cerca de mi, casi puedo tocarlo con la cabeza, el suelo es blanco , las sabanas también, la cama hasta mi pijama. Mario aparece a mi lado con una manta en sus brazos de color rosa palo, en la que hay un bebe que inmediatamente intuyo que es una niña, mi hija, y me calmo. Él sonríe mientras se acerca, me muestra a mi bebé con delicadeza pero cuando me asomo a verla no hay nada.

-Nunca será tuya- dice Mario mientras ríe>>

Me despierto sudando y horrorizada, miro las sabanas y a mi alrededor, estoy en mi habitación y no hay rastro de sangre. Sólo era una pesadilla acaricio mi tripa e intento calmarme.<<Sólo fue una pesadilla, mi amor, todo saldrá bien>>me digo en mi cabeza, a mi bebe e intento convencerme a mi misma de que tengo razón.

Debí prevenir que esta pesadilla era un aviso, porque mientras le daba un mordisco a mi última tostada llamaron al timbre, y cuando abrí no podía creer lo que veían mis ojos.

La taza de café que tenía en la mano calló al suelo haciéndose añicos y todo el café quedó derramado en el suelo.

Él no puede estar aquí, no después de haberlo superado, de encontrar a alguien que si me quiere de verdad, que cuidaría de nosotras, no que no hace creer que nos quiere y que estará ahí para siempre y a los dos días sale corriendo.

-Yo también me alegro de verte.- dice intentando ser gracioso, aunque debería de reírme de lo estúpida que es la situación.- Isabel, yo...

Me río de una manera tan fría que me doy miedo incluso a mi misma, cerrándole la puerta en las narices mientras acaricio mi barriga. Una manera inconsciente de proteger a mi hijo de su propio padre.



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