Al otro día al despertar, un mensaje de Cosmo me aparece en las notificaciones del celular.
-Que bueno que decidieras ser mi cita, el vestido ya estaba hecho.
Ahora entiendo porque parecía hecho a medida y siento mis mejillas arder al pensar en él sacando mis medidas y se las pasó a un modista para que haga un vestido que tal vez, solo tal vez, él eligió o sugirió.
-Mmm... eso me da mas ganas de cancelarte. ¿Cómo sabías las medidas?
-Emma, un modista nunca revela sus secretos.
Me quedo pensando su texto ¿él es modista? Imposible. Hasta me confirmó que está estudiando administración de empresas, así luego controlaría la empresa de su madre.
Además, no parece una persona que se dedique a eso. Pero pensando bien la ropa que siempre usa, que pase por alto los últimos días, sus camisas parecen de una tela tan suave que me gustaría dormir en ella. Podría muy fácilmente tener ropa a medida con tan solo pestañear, y no me sorprendería que lo tuviera.
Saque la conclusión que alguien cercano a él, pero no él, fue el creador del hermoso vestido. Le pediré su nombre así le podré enviar una carta de agradecimiento.
Me gusta que este pueblo conserve viejas creencias y acciones que en otros lugares del país y con el paso del tiempo se perdieron.
Desayunar en pijama es una de las mayores satisfacciones que tengo en mi vida, y al no estar mi madre controlando mi vestimenta puedo hacerlo tranquilamente, hasta me tomé el atrevimiento de tomar té en vez de jugo.
Y al sentir la adrenalina que manejaba mi cuerpo al estar preparándome para MI algo que no puedo tomar, me di cuenta lo patética que soy, lo aburrida que es mi vida y lo que soy yo. Así que decidí ponerme pantalones y una camisa.
Cosmo me esperaba debajo del mismo árbol que siempre y al verme me avergüenza mi ropa, pero él no hace más que repasarme con la mirada y sonreír satisfecho.
-¿Por qué sonríes?
-Hola Wanda, de nada por el vestido te juro que no fue nada. Ah y mi vida todo bien. -Juguetea con el dobladillo de su remera y dirige sus ojos al cielo mientras parlotea bromeando.
- Gracias por el vestido, es hermoso.
-Me reía porque pareces muy tierna con esos pantalones. - Son marrones, pero no pegados al cuerpo, solo se ajustan a la cintura.
- Cállate. Hoy quería un cambio y hace mucho tiempo que no usaba otra cosa que vestidos. -Frunce el ceño a lo que agregó. -Mamá estricta por encajar en este pueblo.
Parece entenderlo todo y lo demuestra liberando una carcajada, y el pensamiento de que podría vivir escuchando su risa pasa como una estrella fugaz por mi cuerpo.
-Yo también quería un cambio, por ende, no me duché el día de hoy, y tampoco lo hice ayer a la noche. - Los intentos de rebeldía de Cosmo son tan fuertes que podría terminar preso, por la policía de la suciedad.
Me estoy a punto de sentar al lado de él pero pega un fuerte grito que hace que pegue un saltito y me levante rápido.
-¡Qué!
-No te sientes, casi lo olvido. - Se para y me agarra la mano para empezar a caminar fuera de la plaza.
-¿Olvidar que? ¿A dónde vamos?
-Olvidar a dónde te llevaría hoy. Será un día diferente y espero que te guste, estuve pensando en la idea toda la noche, no podía dormir. - No insisto con el tema de a donde vamos, no me lo quiso decir y no me lo dirá por más que insista.

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Inefable
Mystère / ThrillerNunca quise arrastrarla a mi. No quería arrastrarla a su final. En sus ojos se reflejaba la intensa llama de un pasado que jamás puede volver. En sus ojos se reflejaban esa niña que nunca pudo crecer, pero por más que quisiese no era ella, nunca lo...