Al parecer ambos nos quedamos dormidos, cuando nos despierta el ruido de la puerta abriéndose. La madre de Cosmo, parada en el umbral de la puerta se nos queda viendo de forma sorpresiva.
Siento como toda mi cara se pone roja en un instante, y me paro para saludar formalmente a la señora Wilson.
Ella acepta el gesto decididamente y su mirada se dirige a Cosmo cuando habla.
- No sabía que habías invitado a Emma para que sea tu acompañante esta noche, les quedan 3 horas para arreglarse. Dense prisa. -Me mira de arriba a bajo y añade. – si vienes te puedo mostrar los vestidos que te puedo ofrecer, si es que mi hijo no te ha prestado ninguno querida.
Mi mirada se debate entre Cosmo, que no se podía aguantar la risa, y Catherine.
-Sí. Me olvide de la vestimenta, puedes darle algún vestido tuyo mamá.
Ella me mira sonriendo mientras agarra mi mano guiándome por las habitaciones hasta llegar a su vestidor. Creí que Cosmo nos seguiría, pero se quedó en su habitación. Maldito.
-Eligiere algunos y me dirás cuales te gustan más, cuando te los pruebes juntas elegiremos el mejor ¿De acuerdo Emm? – Su mirada no se alejaba de mis ojos y me estaba empezando a sentir incomoda, pero su extraña amabilidad me impidió rechazar su oferta.
-Si, seguro.
Tardó unos 30 minutos en buscar todos los vestidos que creía apropiados para mí. Su entusiasmo la hacía venir con más y más vestidos cada segundo.
No creía la gran cantidad sacaba de su vestidor.
-Deberíamos de tener vestidos para ti aquí. Mañana le diré a Cosmo que me de tus medidas así podré comprar los suficientes para que llenen otro armario, o estaría bueno hacer una habitación más para tu ropa. - ¿Qué?
-No, cielos. No hace falta señora Wilson, de veras.
-Dime Cath. Y no es problema, Emma. – Da finalizado el tema cuando me pasa para que elija los vestidos que me probaré.
Elijo 5 de 20 que me ofreció y me pongo cada uno mostrándole el resultado final a Cath, mientras habla de cual me queda mejor.
Es lo más cercano a una relación madre e hija que tengo desde hace años. Se siente tan bien que me duele aceptar que nada de esto es real. La señora Wilson solo está siendo amable, como seguramente lo es con todos.
No decidimos por un vestido blanco. Ella misma me peina cuando falta menos de media hora para salir.
-¿Puedo pasar? – La voz de Cosmo se escucha por detrás de la puerta y puedo ver por el espejo el reflejo de la sonrisa de su madre.
No veo a Cosmo desde que entré a este cuarto, y cuando pasa, veo no queda rastro del niño que lloraba abrazando mis piernas hasta quedarse dormido. Está con un traje de tirantes y bien peinado, listo para ir.
-Dice papá que falta poco para ir. – Se detiene a analizarme con la mirada y sonríe de costado. – Buena elección madre.
-Lo elegimos juntas.
-Excelente elección Emma. -Me incomoda sonrojarme delante de su madre e intento evitarlo. Con éxito.
-Antes de irnos quiero sacarles una foto juntos. – Dice entusiasmada la mamá de Cosmo.
-Mamá... - Él se ve verdaderamente avergonzado por esto.
-Nos parece una idea genial. – A pesar de que no me gusten las fotos, no quise arruinar la ilusión de Cath luego de lo bien que se portó conmigo.
-Cosmo córrete más a la derecha y abraza a Emma.
Al parecer la foto que quería sacar la mamá de él se convirtió en una sesión de fotos con su cámara.
No tenía idea.
-Esto es tan vergonzoso, lo siento. Mamá es así de intensa casi siempre.
Cosmo me rodea por la cintura y acerco mi cara a su hombro.
-Son tan lindos juntos. -La señora Wilson no dejó de decir eso hasta que terminó con las fotos.
-Tú madre sabe que no somos novios ¿Verdad? -Me acerco a Cosmo antes de subirme a su auto y me mira sonriendo.
-Nunca le dije que lo somos, pero nunca le dije que no lo somos. Creo que malentendió las cosas el día del Baile- Finaliza de decir eso y nos subimos al auto, sus padres irían en uno aparte y nosotros en el de Cos.
En el camino escuchamos música y cantamos algunas, fue divertido.
-Creo que Amycus estará. Si es que tenemos suerte. – Me dice Cosmo mientras bajamos del auto. El viaje no fue tan largo como esperaba.
-¿Y Alexis?
-Sigue en lo de su padre. -Finaliza y entramos al lugar.
Es una casa bonita, pero no tanto como la de Cosmo. Parece más vacía.
Como Cosmo dijo nos encontramos a Amycus apenas entramos, me saluda como si no supiera nada de lo que sucedió la primera vez que nos vimos y luego saluda a Cosmo, sin siquiera saber que Gal está dentro de él, dentro de su mente. Amenazando con hacer presencia en cualquier momento, sin que nadie se percate de eso.
Caminamos un par de pasos juntos hasta que un señor con una cámara instantánea se acerca a nosotros.
- ¿Quieren una foto? – Seguramente fue contratado por los dueños de la casa. Amycus accede rápidamente.
No quiero más fotos, pero fuerzo una sonrisa y miró a la cámara.
El flash me deja sin una buena visión por unos segundos y siento la mano de Cosmo sobre la mía cuando el hombre nos da dos copias iguales de las fotos, al parecer sin siquiera percatarme, el fotógrafo sacó dos.
Evitando la insistencia de Cosmo dejo que ellos se queden la foto y nos acomodamos entre los invitados.
Cosmo hace todo lo posible por perder a Amycus de la vista, y lo logra haciendo que quedemos en un lugar apartado mientras vemos a los padres de él establecer una conversación con, según me dijo Cosmo, los nuevos socios asiáticos.
Nunca habían establecido un contrato con personas de Asia y esta vez ellos lo celebran en su casa, junto con más socios o trabajadores, además de amigos.
- ¿Segura que no quieres la foto? Tengo más de nosotros con las que sacó mi madre.
-No, gracias. Sabes que no me agrada mucho tenerlas.
Mentira.
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Nota del autor:
Hola!!
se que es un capítulo corto pero hay un par de cosas que son muy importantes para la continuación de la trama...
Solo faltan unos 12 capítulos para que la primera parte de la historia termine, y comience la 2da, tengo tantas ideas para esta que no puedo esperar a escribirla.
Voten si les gusto!! xoxo
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Inefable
Mystery / ThrillerNunca quise arrastrarla a mi. No quería arrastrarla a su final. En sus ojos se reflejaba la intensa llama de un pasado que jamás puede volver. En sus ojos se reflejaban esa niña que nunca pudo crecer, pero por más que quisiese no era ella, nunca lo...