Capítulo 18

66 11 10
                                    

A diferencia de lo que esperaba, las cosas con Cosmo fueron un tanto incómodas, no de mala forma, solo que no hablamos de ser algo así que no sabíamos muy bien cómo tratarnos. Había una gran tensión en el aire, habría jurado que se podía cortar hasta con tijeras para niños.

A pesar de esto me invitó con Amycus a pasar la noche en su casa, ya que sus padres tuvieron un viaje de improvisto y según él le da miedo su casa sola. Lo entiendo, debe ser terrorífico estar solo en una mansión antigua.

Preparé algunas prendas de ropa para llevar y pedí un taxi hacia su casa, a pesar de saber el camino y como ir caminando, hacia un calor infernal, odio las vacaciones de verano, es mejor cuando cae nieve y tomas café o algún té caliente mientras ves por la ventana como cae. En el verano lo único que puedes ver cayendo o mejor dicho sentir son tus propias gotas de calor.

Cosmo no se había ofrecido a llevarme.

Llegó a la casa y veo que soy la última en llegar, el auto de Amycus está estacionado en la entrada. Es obvio que no tendría que esperar un taxi y gastarse la mitad de tus ahorros ahí, él tiene su propio auto.

Cosmo me abre y me saluda con una incómoda sonrisa, ya me estoy replanteando si hice bien en venir, o si al menos le gusta como beso.

Pasamos a la cocina donde está Amycus y agradezco tener más confianza con él que antes, las cosas con él no son incómodas. Pero si nos mira divertido. Cosmo seguro le contó lo del beso, o lo incómodas que son las veces que estamos solos.

-Hola Emma, debo admitir que la peluca de Wanda te queda mejor que el pelo negro. – Dice mientras finge analizarse el pelo.

-Estaba pensando en pintarlo de Rosa, ahora lo tendré más en cuenta. -Le sigo la broma y veo como Cosmo tiene la vista clavada en mí, pero no puedo descifrar qué piensa. Le veo los ojos a ver si noto que es Gal o alguna acción que haga, pero no. Es Cosmo.

Y es la primera vez que no puedo leer la mirada de él.

-Hace un calor de infierno. Muero por tirarme a la pileta. – Trago saliva ante lo que dijo Amycus. Pileta, agua, tendría que ponerme un traje de baño, verían las heridas. Genial, lo único que quería evitar es lo único que lograré.

-Uh si, estamos en el pico de calor más alto del año según las noticias. -Cosmo empieza a hablar, pero no le presto mucha atención, solo pienso que puedo hacer para que no pregunten sobre las marcas.

Y me siento en parte culpable, Cosmo me confió su secreto, hasta Gal lo hizo, pero ellos no saben lo que me paso antes de mudarme aquí. No es del todo justo.

- ¿Cuándo quieren meterse? - Escuchó que nos preguntaba Cosmo.

-Si es por mi ahora. - Ambos me miran a mí.

-Yo no tengo traje de baño. – Dijo lo primero que se me ocurre, y es verdad no pensé que nos meteriamos, una idea estúpida de mi parte dado el calor que hace y la malditamente gigantesca pileta que tiene en su jardín.

-Y metete en ropa interior. – Sugiere Amycus de forma obvia. Pero Cosmo lo interrumpe y dice.

-Yo creo que tengo uno, si no te importa usar el de otra chica, claro. – Me quedo atónita, verdaderamente por todo. ¿Cómo que tenía un traje de baño de otra mujer? Y ¿por qué me lo dice restándole importancia? De su madre no podría ser, ella es de contextura más ancha que yo, su vestido me quedo bien por el corset se puede ajustar. Y no tiene a ninguna otra mujer en su familia, ni hermanas ni primas.

Sonrió, aunque por dentro llore, y le dijo que es una buena idea, solo tendría que probarme sí que queda.

Luego de unos minutos baja con un bikini, que afirmó no era de su madre. Y me la extiende, nunca creí que Cosmo sería una de "esas" personas.

InefableDonde viven las historias. Descúbrelo ahora