Me dirigí al despacho para atender aquella llamada, cerré la puerta ya que no quería que nadie escucha aquella conversación, en especial (Tn).
— Hola, detective — me senté en sofá.
— Hola, señor Michael — dijo del otro lado — ya encontré a la persona que estaba buscando.
— ¿En... enserio? — no lo podía creer.
— Así es... me fue un poco difícil... pero la encontré — dijo seguro.
— Perfecto — dije sonriente — cuándo podríamos reunirnos para ver aquella persona.
— Mm... ¿Le parece dentro de dos días? — preguntó.
— Por supuesto — pensé en (Tn).
— Lo llamaré el día de mañana para fijar la hora y el lugar — añadió.
— Estaré esperando su llamada — colgué.
En dos días (Tn) volverá a ver a aquella persona que perdió hace mucho, quería su felicidad y si podría ayudarla, aún mejor.
Salí del despacho y todos estaban en la sala, Janet y Francesco tenían que irse, nos despedimos de ellos y los vimos partir, estoy feliz porque mi hermana está con un gran hombre. Decidí llevar a (Tn) al cine privado, ella quería ver Star Wars y personalmente a mi no me gusta.— No, y no — dije
— Tu película de Charlie Chaplin es demasiado aburrida, no dice ni una sola palabra — cruzó los brazos.
— Es arte — sonreí — en cambio Star Wars se trata de maldad, muerte, odio, etc.
— Por favor — hizo puchero.
— No — dije aguantando la risa.
— Bueno... — se acercó a mi — y si te beso, ¿Cambiarías de opinión? — puso sus brazos en mi cuello.
— ¿Crees que soy fácil? — arqueé una ceja.
— No lo creo, lo eres — sonrió.
— ¿Lo dices enserio? — la miré extrañado.
— Te amo — sonrió.
— Lo dices porque quieres ver la película que te gusta — me alejé.
— No, claro que no — quiso acercarse a mi.
— No mientas — le di la espalda.
— Te amo más que a nada, Michael — me abrazó por atrás.
— No, (Tn) — quité sus brazos de mi.
— Eres un tonto — me di la vuelta — te comportas como un inmaduro — me acerqué a ella — espero disfrutes tu tonta película — se fue.
— (Tn) — la seguí — detente, por favor — no me hacía caso — ¡(Tn)!
— Olvidé decirte algo — se detuvo y volteó a verme — no quiero que entres a mi habitación, ¿Okey?
— Lo haré cuántas veces quiera, yo soy el dueño de todo, ¿Entiendes? — me acerqué a ella — incluso de ti — miré aquellos ojos almendras.
— ¿De mi? — rió sarcástica.
— Si — la acerqué a mi.
— Estás loco — dijo.
— Estoy jugando, pequeña — sonreí.
La tenía entre mis brazos y moría por besar sus labios color carmín, sus ojos almendras tenían ese brillo especial de siempre. Ella se acercó a mis labios, cerré los ojos para sentir su beso, pero nunca lo hizo.
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Corazón Valiente (Novela De Michael y tú)
Fanfiction"Y pensar que todo empezó siendo su guardaespaldas"