La cara de Janet iba cambiando cada vez que le decía la locura que tenía en mente y que haré hoy en la noche.
- ¡Estás loco! - se puso de pie - no puedes hacer eso.
- Sabes que lo haré - imite su acción - tal vez alejarme hará que piense mejor las cosas.
- ¿Y (Tn)? - preguntó - si haces lo que haces, ella será la perjudicaba.
- Lo sé - caminaba de una lado a otro - si malogro su trabajo, ella nunca me lo va a perdonar.
- Piensa en ella - se acercó - no se merece eso.
- Lo entiendo perfectamente, pero de todas manera lo haré - me senté.
- Nada hará que cambies de opinión ¿verdad? - tocó mi mejilla.
- No, nada lo hará - la abracé.
- ¿Frank lo sabe? - preguntó.
- Claro, él fue el primero al que le dije.
Tal vez lo que estoy por hacer no será lo correcto, pero necesito ese tiempo para estar solo y pensar bien las cosas.
Decidimos cambiar de tema y seguimos con la composición de la canción. La letra era perfecta, necesitaba callar a la prensa y espero que sea así. Ya era la hora del almuerzo, salí con Janet del despacho y nos fuimos al comedor. Todos estaban sentados en su respectivo sitio. Martha se dispuso a servirnos y comimos las delicias que había preparado, después de eso decidí salir a dar una larga a caminata con Janet, Francesco y (Tn).
- Un descanso, ¿No crees? - se hechó sobre el césped.
- Solo un rato - dije.
Todos imitamos la acción de Janet y discutímos sobre las formas que tenían las nubes.
- Es un corazón - apunté el cielo.
- No lo es - dijo (Tn) - es una flor.
- ¿Una flor? - reí.
- Si, una flor - respondió.
- Yo veo un corazón - dijo Francesco.
- Yo también la veo - Janet miró a (Tn) - algo me dice que no quieres ver el corazón.
- Es una flor - sonrió - ¿No lo ven?
- No - dijimos todos al mismo tiempo.
- Son igual que mis pequeños - sonrió.
¿Qué mis pequeños? ¿Escuché bien? Tenía hijos y nunca me lo dijo.
- ¿Tus pequeños? ¿Tienes hijos? - pregunté.
- No - rió - no los tengo.
- ¿Y porqué dijiste "Mis pequeños"? - la miré esperando una respuesta.
- Antes de ser tu guardaespaldas, era la de la ex primera ministra - dijo - ella tenía dos hermosos pequeños y todo el día estaba con ellos. Los primeros días que estaba aquí, me costó adaptarme.
- ¿Y porqué nunca me lo dijiste? - la miré.
- Por que no era necesario - respondió.
- Deben de ser un amor - dijo Janet.
- Lo son - sonrió (Tn) - pero son igual de traviesos que Michael.
- Son de los míos - sonreí.
Nos quedamos unos minutos más conversando sobre los hijos de la ex primera ministra. Se me vino una idea súper loca y sé que (Tn) le va a gustar mucho.
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Corazón Valiente (Novela De Michael y tú)
Fiksi Penggemar"Y pensar que todo empezó siendo su guardaespaldas"