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Revali no notó que Link se había escabullido entre los pasillos, él estaba recostado en su hamaca; Había deshecho sus trenzas y sostenía el arete del héroe entre sus plumas, este despedía un brillo tan intenso como los ojos del menor  -Ya creció, estuvo usando tu cuenta como collar... Malditacea, ese estúpido va a volverme loco- susurró cubriendo su pico mientras sus plumas se esponjaban.

Quería que esa maldita cama aún estuviera en su cuarto, que Link estuviera ahí para que él pudiera escabullirse en ella y acariciar su rostro, acariciar con su pico cada cicatriz que seguramente Link se hizo durante aquellas alocadas aventuras, abrazarlo contra su pecho emplumado, susurrarle cuánto lo extrañó.

Deseaba que aquel caballero besara su pico mientras el acariciaba aquel largo cabello rubio.

Era tan fácil controlarse hace años, porque sabía que era un niño que necesitaba amigos, lo dejó ir con la esperanza de que esos sentimientos desaparecieran con las mismas ganas que deseaba que al verse de nuevo él tuviera pareja; Pero no, ahora que volvió, sus sentimientos se intensificaron, verlo más maduro, experimentado y confiado casi le provocó una taquicardia; Cubrió ahora sus ojos soltando un suspiro -Hylia, ¿Por qué me haces esto?- susurró.

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Al día siguiente, Link se presentó en el salón del trono usando su traje de guardia real, Eria venía con algo de mercancía que habían pedido y Revali usaba su bufanda de campeón con una mancha ya marrón por el paso de los años, los tres se hincaron ante ellos.

Rhoam sonrió ampliamente al ver a Link, a un lado del trono, sentada con la mirada serena y lejana estaba Zelda quien ahora usaba un vestido aún más elegante azul rey con bordes dorados, una tiara dorada con el símbolo real en medio con un zafiro incrustado en la trifuerza adornaba su frente, usaba guantes blancos de seda; Era como una hermosa pintura... Una triste y hermosa pintura.

-¡Link! ¡Gracias a la diosa verte a salvo! Y casi completo- decía apuntando que el héroe efectivamente no podía abrir su ojo derecho, Link sonrió un poco levantando su cabeza -Gracias... Rey Rhoam-

La expresión del viejo cambió a una de sorpresa -¡Por las diosas! ¡Ya puedes hablar!- exclamó este aún más encantado, lo trataba como el hijo pródigo de vuelta a casa; Eria carraspeó -Su majestad, es un placer verlo de nuevo- decía Eria -Escuché que organizará un torneo- empezó a decir la adolescente yendo directamente al punto -¿Es verdad que el ganador desposará a la princesa? Disculpe mi atrevimiento ¿Acaso han perdido la cabeza los dos?- preguntó.

Revali volteó con Eria alarmado y sus plumas en alto, básicamente insultó al rey de Hyrule.

El rey volvió a su expresión seria mientras acariciaba su barba -Sé que suena a algo egoísta... Al principio cuando Zelda me pidió permiso para cortejar a la princesa zora,  quise evitarlo; Pero Urbosa me hizo reflexionar, Nayru siempre buscará una forma de encontrar una heredera de su poder, así que decidí apoyar a Zelda después de esa conversación ahora quiero que se case por amor, tal como su madre y yo- el viejo miró su mano izquierda donde aun reposaba su anillo de casado.

-... Pero, supongo que están al tanto de lo sucedido; Quiero encontrar a alguien que le sea devoto o devota, que le ame incondicionalmente como ella es capaz de amar- decía, mirando a su hija que ahora tenía a Terrak sobre su regazo -Pasé... Muchos años siendo estricto con Zelda, cuando ella necesitaba un padre, si ella aún aprueba este torneo, entonces se llevará a cabo- concluyó el rey.

Link se levantó -Entonces... Quiero que me de...Una oportunidad- dijo el caballero -Deme hasta el torneo para ver... si puedo resolver...esto- decía llevando una mano a su pecho -Link- dijo Zelda alfin, este le miró -Yo fui quien aprobó este torneo, mi única preocupación ahora es velar por el bien de Hyrule, si buscas cancelar este torneo, lo tomaré como una traición a nuestra amistad- decía con seriedad.

Eria se levantó -Zelda, esto es estúpido, ¿Sólo vas a casarte para engendrar a un bebé? Entonces te quito eso de encima, yo lo tendré en tu luga- Revali se levantó rápidamente para poner un ala para tapar su boca. -Es la voluntad de la princesa y debe ser respetada, Ustedes dos, hermanitos entrometidos deben de apoyarla, no ir en contra-  habló este -Lamentamos haberla ofendido su alteza, de hecho hemos venido a ofrecer nuestra ayuda en la organización- comentaba.

Zelda se mantenía monótona como tranquila -Está bien, no se preocupen... Pero la organización está siendo llevada a cabo por Impa, son libres de quedarse los días que quieran e incluso de estar a mi lado como espectadores durante el torneo- contestó pasando su mano suavemente por la superficie blanca del pequeño guardián que movía su ojo presenciando lo que pasaba.

Revali se fue llevando a los dos hermanos consigo, fueron a una de las bibliotecas -¡¿Qué acaso son estúpidos?! ¡Sobre todo tú Eria! ¡Tienes sólo 15 años! ¡No puedes ofrecer tu vientre así, debes vivir tu vida, la podemos ayudar pero NO de esa manera!- regañó, con los años su voz se hizo más grave, masculina y en aquellos momentos...Intimidante.

Eria bajó la mirada -Pero es tonto- susurraba mientras se cruzaba de brazos y apretaba los labios en impotencia, Link se acercó al orni con su mirada en alto -Es mi amiga... No voy ...A abandonarla- decía -Debe... Haber ... Una forma... de hablar...Con Mipha- espetó, los ojos del rubio ardían como fuego azul.

-¿Crees que no hemos intentado hablar con ella? No quiere escuchar a NADIE- le dijo Revali sumamente enojado e indignado -¿Acaso crees que nos cruzamos de brazos cuando Zelda fue rechazada o cuando Mipha malinterpretó todo?¿Crees que no hemos intentado reunirlas todo este tiempo? ¡Nadie las abandonó! Las dos son tan orgullosas que... Diosa, sólo un milagro las reuniría de vuelta-  le decía acercándose; No había atracción en aquellos momentos, sólo chispas saltando entre ambos.

La chica tuvo que poner sus manos en los pechos de ambos y ejercer fuerza para separarlos -¡YA BASTA! Este no es un maldito torneo de testosterona- decía.

-Necesitamos llegar al fondo del asunto, y si es necesario crear un maldito milagro para reunirlas antes del torneo, entonces haremos uno- miró a ambos quienes le ponían atención, Revali chasqueó la lengua mientras cruzaba sus alas, Link llevó una mano a la cintura viendo a otro lado.

Eria rodó los ojos -Link, le has enviado cartas a Mipha estos años y no te enteraste del asunto?¿Cómo fueron tus visitas con ella?-

Como era algo largo de explicar en vez de hablar empezó a gesticular, aún debía cuidar su voz.

En las cartas sólo hablaba de Sidon, su padre o de sus deberes reales; yo le platicaba acerca de...

No iba a mencionar que tuvo amantes a lo largo de los años frente a Revali, le daba pena, sentía que el orni se enojaría.

De los santuarios, amigos que hice en el camino, cosas así, pero al visitarla, los dos últimos años Muzun decía que estaba muy ocupada así que sólo visitaba al pequeño Sidon y le ayudaba a entrenar.

-Entonces debes volver e insistir, eres su mejor amigo Link- le dijo Eria con seriedad -Sé que parece mucho... Pero si a alguien puede escuchar, será a alguien que ha estado para ella desde el inicio- añadió poniendo sus manos en los hombros del mayor -Tengo por seguro ama a Zelda, no importa cuán orgullosa sea su especie- Link asintió calmando su expresión, suspiró -De...Acuerdo- respondió descolgando la tableta Sheikah de su cinturón.

Revali entonces posó un ala en su hombro -¿No quieres ver cómo está Epona?- preguntó este un tanto más tranquilo, Link le miró confundido con brillo en los ojos.

-¿Crees que la dejamos en Akkala para pudrirse? Nos hemos hecho buenas amigas estos últimos años- dijo Eria dando una palmada a su pecho en orgullo -Es mi socia número uno, pero te la presto para que vayas, te irá bien algo de tranquilidad en lugar de moverte como loco con ese aparato -  comentó.

Link asintió, sintió una puñalada en el pecho, tantos años, y había dejado a Epona; Seguramente le tenía rencor.

Pero no fue así, después de ir por su alforja; Al llegar a los establos de la ciudadela la yegua dió cabriolas al ver a Link, cuando abrieron su puerta, Epona corrió para rodearlo repetidas veces para después poner la cabeza en el hombro del espadachín, aquel caballero no pudo evitar derramar un par de lágrimas y abrazarla -También...Te Extrañé- susurró.

(TRIGÉSIMO TERCER CAPÍTULO; Revali creyó que había olvidado a Link pero ahora sus sentimientos andan a tope, Link está confundido por la voluntad de la princesa, Eria al parecer se hizo allegada a su alteza desde su llegada a la ciudadela)

Propósito [COMPLETADO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora