Los adolescentes, sobre todo los hombres, eran en su mayoría tan estúpidos.
—Deja de mirar a los demás con ese odio latente— Jungkook caminaba a mi lado, como si alguien lo hubiese invitado a hacerme compañía. Aunque de mis hermanos, no me caía tan mal— Papá está molesto contigo.
—Qué novedad ¿Ya es tendencia?— me observó de soslayo— Vale, no quiero un puñetazo apenas empezando el día.
Jungkook es el Dios vampírico de la fuerza mental y física. Por lo que es muy voluble y qué flojera tratar con su mal humor.
—Solo creo que deberías calmarte un poco— llegamos a mi casillero, hoy tengo... no recuerdo mi horario— cuando te recuerden que debes encontrar una Diosa, si tanto detestas hablar del tema, ignoralo.
Historia del arte en pintura, esa era la clase de hoy. Cerré el casillero.
—Lo tendré en consideración, pero no prometo nada— suspiré— ahora, vete a engañar a tú esposa por ahí.
—Ya... cuida lo que dices— me miró con fastidio— nos vemos en el almuerzo, estaremos esperándote.
Lo veo irse y me pregunto muchas cosas, entre ellas, el porqué de su fascinación con mantenerme integrado en la familia cuando es tan obvio que no congeniamos en absoluto. Mis hermanos son iguales a mi padre.
—Taehyung— hablando de hermanos, Namjoon se asoma desde el aula y me hace señas con el dedo— voy a comenzar la clase, apúrate.
Para colmo, tres de ellos eran maestros en la universidad y peor todavía, yo debía ver clase con Namjoon que no se aguanta ni él mismo. Él era el Dios vampírico de la sabiduría.
Qué horrible.
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Y ahora esto parecia una pasarela, Jimin llegaba junto a Hoseok a la cafetería, se peinaban el cabello hacia atrás de manera inconsciente sin darse cuenta del huracán de hormonas que estaban levantando y por supuesto que yo tenía que ser quién se enterara de quiénes querían comerse a mis hermanos.
Luego, Namjoon, Seokjin y Yoongi se unían a nosotros porque les agradaba más comer con sus hermanos que con sus colegas y era lo mismo.
Olía a excitación.
—Casi pierdes tú examen— miro a Namjoon, pero eso no es posible— quince de veinte.
—¿Qué fue lo que respondí mal?
—Todas las de arte victoriano.
—Ah— regresé a mi comida— no me sorprende, no estudié.
—Pude notarlo, ahora la pregunta es ¿Por qué no estudiaste?
—Pues, verás— termino de masticar— tengo otros tres exámenes hoy y olvidé cuáles eran los temas para historia, así que tuve que estudiar tu materia muy por encima— fruncí el ceño, recordando— y no hemos visto arte victoriano.
—¡Taehyung!—levanto la vista.
Agh, el intenso.
Bogum corre alrededor de todas las mesas que se le cruzan para poder llegar hasta mi, evade estratégicamente a mis hermanos—les tiene miedo— y se sienta junto a mi. Quizás muy cerca.
Quiere respirar mi aire.
—¿Qué pasa ahora?— le pregunto.
—Nada, hace días no sabía de ti— esa era la idea— pero es entendible teniendo en cuenta que estamos en complejos distintos.
Si, esto es artes, él estudia... estudia...
¿Qué mierda estudia este idiota?
—Muy cierto— me busco un poco de espacio personal— ¿Qué hay de nuevo por ahí?
—El departamento de eventos está organizando una fiesta.
—¿Y eso?
—Es fin de semestre— esta gente todo lo quiere celebrar— el representante de la carrera prestará su casa, de hecho— busca en sus bolsillos, entregandome una tarjeta después— estás invitado. Tus hermanos también.
Celebración final de semestre
Lee Hansung Lee Yuna
¿Y esos quién carajos eran? Le entrego la tarjeta a Jungkook y este la lee por encima antes de pasarla al resto, Yoongi ni siquiera la lee porque él siempre pasa de todo eso, además, es un maestro, por supuesto que no le apetece ir a enfiestarse con sus alumnos.
—No creo que me aparezca por ahí, honestamente— demasiadas hormonas revolucionarias— y no me gusta beber.
—No tienes que beber para divertirte, puedes solamente sentarte a charlar con los demás o bailar— ahora a explicarle que no me gusta socializar— y Yuna me pidió que te invitara a ti en específico.
—Enséñame una foto de ella, que no la conozco.
—Podrás verla en vivo y en directo si vas a la fiesta— sonrió, idiota— te espero allí, no faltes.
Se levantó, pellizco mi mejilla y se fue corriendo otra vez.
—Desventajas de ser un Dios sexual, parte mil— rió Hoseok— pobre Taehyung.
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