—Si, fue difícil construir una casa de esta magnitud aquí, pero se logró.
Parpadeó.
—Todos en la universidad saben que ustedes son una familia millonaria— comenta— pero no pensé que fuese a este nivel.
—Bueno, cada pareja tiene su propio piso, ya sabes, para mayor privacidad— le ofrezco mi brazo para entrar ahora— como yo estoy soltero, tengo dos, uno para mi— y futuramente para ti— y otro para mis mascotas.
—Oh, tienes más de una, creí que solo era el perrito.
Me muerdo el labio.
—Tengo animalitos un tanto exóticos.
Se detiene, estamos frente al ascensor.
—¿A qué te refieres con exóticos?
—Dime que no eres miedosa— nos hago entrar en el ascensor y marco el número del último piso antes de que se arrepienta, nos vamos a saltar el primer piso porque no quiero encontrarme con alguno de los idiotas— no te preocupes, conocerás primero a Yeontan.
—¿Cómo se llama el resto?
—Kao, Boris, Roxy, Foxy, Loki, Thor y Lulú.
—Interesante. Siempre y cuando no tengas arañas de mascota, supongo que no sentiré miedo.
¿Qué dirá de un tigre blanco y una pitón de más de tres metros?
Llegamos al piso, le explico que cada uno tiene su propia habitación y después de que Yeontan viene corriendo hacia mi, creo que es prudente presentarle a los pecesitos antes de subir de nivel, así que entramos a la habitación que hace la función de acuario, se emociona viendo tantos colores e incluso me pregunta si puede alimentarlos, le permito hacerlo mientras aprecio esta faceta infantil y llena de ilusión que no conocía.
—Vamos con Kao— asiente— Kao es un cuervo.
—¡¿Tienes un cuervo?!— abro la puerta, enseñándole, asoma la cabeza— No está.
—Ni siquiera estás entrando.
—M-Me da miedo...
—Es inofensivo— silbo, para llamarlo— ven aquí, plumitas.
Llega en menos de dos segundos y se posiciona en mi hombro, Katrina se cubre la boca con ambas manos y sus ojos se abren tanto, que considero si presentarle al resto.
No se me puede desmayar aquí.
—¡Es un cuervo!
—Cielo, te lo acabo de decir.
—¿P-Puedo tocarlo? ¿No muerde?— no quiero imaginarme a esta mujer en un zoológico, se muere.
Acerco mi mano a su hombro y le doy dos toquecitos, Kao se sube en ella sin reparo alguno, dejando a la pobre pasmada.
—¿Estás bien?
—Tengo un cuervo en mi hombro. Esto es increíble.— es como ver a una persona distinta, hace un rato con esfuerzo hablaba y ahora no puede parar de hacerlo— Oh por Dios, oh por Dios.
Yeontan ladra antes de irse a su habitación, supongo que está despidiéndose, Kao vuela hasta que lo perdemos de vista.
—¿Nunca has tenido mascotas?
—Mis padres no me permitían animales. Y un cuervo no es una mascota, creo.
—Ven— tomo su mano, llevándola a la habitación de mis panditas— aún no deben estar durmiendo.
Y todo es una montaña rusa de emociones para Katrina, los ve salir y no cabe en ella de la impresión, termina sentándose en el suelo con ellos, chilla, exclama, ríe, casi que parece a punto de llorar.
Empieza a llorar ahora sí cuando dejo salir a Roxy y a Foxy, su ropa está llenándose de pelo, pero parece que no le importa en absoluto, está viviendo la fantasía de su vida.
—Thor, suelta— se ha aferrado a mi pie, oso consentido— mira, Loki está solo, corre.
Ahora, el momento de la verdad y el que más temo.
—¿Qué sigue?— se limpia el rostro y sirve la nariz— Es como un zoológico ¿Tienes el permiso para tener animales de este tipo?
—Los tengo, son totalmente legales— niego con la cabeza, inventandome alguna excusa— conocerás a Boris y a Lulú cuando regreses, deben estar durmiendo justo ahora.
—Vale, está bien ¿Y qué haremos ahora?
Me río, parece que encontré el botón que activa su felicidad e hiperactividad.
—Voy a darte algo para que te cambies, estás cubierta de pelos.
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