GOD OF LUST; kth

037

Para resumirlo; nos quedamos tres días seguidos en mi habitación y ahora es que estoy bajando a por comida.

—¿Ya puedo regresar a mi habitación o debo seguir quedándome en la del otro extremo del pasillo?

Arqueo una ceja y mastico mi sandwich observando a Yoongi.

—Pues haz lo que quieras— respondo— ¿Para qué me preguntas a mí?

Son las dos de la mañana, Katrina despertará como en una hora masomenos e igualmente no quiere bajar porque le da pereza, así que me veo en la obligación de subirle el desayuno.

Igual no me molesta, por mí, me declaro su esclavo.

—Taehyung— suspira Yoongi ¿ahora qué?— mi piso es el que está bajo el tuyo y tú habitación está justo sobre la mía.

Asiento.

—¿Te sientes solo sin tú esposa o qué?

Jimin al fondo se ríe, camina hasta nosotros y nos hace compañía en la mesa.

—Hasta que por fin sales de tu encierro.

Entonces capto las indirectas. Ah.

—Si, puedes.— me dirijo a Yoongi, este se ríe y niega con la cabeza— ¿Dónde está Namjoon?

—Preparando clase y reprobando alumnos.

—¿No deberías estar haciendo lo mismo?

Encoge los hombros.

—Ya te reprobé hace una hora.

—Muy gracioso, no tengo clase contigo— me mira— ¿Cierto?

—Fornicar tanto te dañó la memoria— mando a Jimin a la mierda— a todo esto ¿la mordiste?— asiento— espero y deseo que te hayas cuidado.

—Mm, no realmente. Sabes que las Diosas vampíricas no quedan en cinta a no ser que el mundo necesite nuevos Dioses a los cuales rezar.

En conclusión, no debo preocuparme por hijos.

—Pues es cierto ¿qué puede salir del amor y la lujuria?— opina Yoongi.

—Un pervertido, aunque con Taehyung es suficiente.

—Siempre tan chistoso, Jimin— suspiro—  Yoongi, ¿recuerdas tú bicicleta azul favorita de hace unos años?

—¡Cállate!

El mayor suspira, golpetea sus dedos contra la mesa y mira a Jimin con impaciencia.

—No se perdió ¿verdad?

Se hace el silencio que alguien debe romper, por supuesto hablo de mi.

—Jimin la cambió por un patín.

Las sábanas habían sido cambiadas y contento volví a sumergirme bajo estás, Katrina se giró apenas sintió mi presencia y se abrazó a mi torso, sonreí, seguía dormida, sus movimientos eran totalmente involuntarios, pero incluso sin querer, me buscaba.

Me sentía demasiado aliviado, pero ahora vendría la parte estresante para mí.

Marcan las tres y se sienta de golpe, se le olvida que está como llegó al mundo y tengo que cerrar los ojos porque hay dos tentaciones en todo mi campo visual.

—Tengo clase— dice— es martes ¿no?

—Es martes, pero son las tres de la mañana, tienes clase a las siete— se calma al instante, su cabeza vuelve a tocar la almohada— ven aquí, mujer deliciosa, dime si tienes hambre.

—No tengo, en realidad— suspira— tampoco tengo sueño.

—Y no lo tendrás nunca más, no dormimos tanto.

Parece apenas darse cuenta, se toca el cuello y exclama una sorpresa.

—Me mordiste.

—Como quince veces, pero sana rápido, de nada.

Sonríe, me da un beso profundo en el que me pierdo un rato.

—Hace unos días quería hablarte sobre algo.

—Soy todo oídos.

Se nota un poco contenta.

—Le dije a mi hermano mayor, Kris— ese me agrada— que eras mi novio, se lo tomó muy bien.

—Eso es excelente.

—Pero enloqueció cuando le dije que nos comprometimos.

—Eso no es excelente.

—Quiere conocerte para estar seguro de que vales la pena.

Bufo.

—Por supuesto que valgo la pena, programa el día y vamos a conocerlo.

—Y estaba pensando en que no es necesario que conozcas al resto de mi familia— se aclara la garganta— al menos no por ahora, mis padres están fuera del país y Nick... no me llevo mucho con él.

—Mm, no te preocupes. Cuando tus padres lleguen a Corea, los conoceré.

—Pero, podrían pasar meses para eso.

O días.

—Vamos a esperar lo que tengamos que esperar, de todas maneras tenemos muchos pendientes, yo tengo demasiados pendientes— me quejo— dime qué me acompañarás en el viaje con esos idiotas.

—Con tus hermanos.

—Esos.

Blanquea la mirada.

—Claro que sí, iré si quieres.