Ana.
Siempre te han dicho que la vida es una montaña rusa, con subidas y bajadas, pero se equivocan. La vida es una pirámide, cada escalón que subes es más pequeño y difícil que el anterior, mientras más alto llegues, más es tu temor de caer porque duele más la caída. Si mi padre y yo pecamos de algo, es que somos demasiado ambiciosos.
Mi padre fue un hombre que nació en un ambiente tóxico. Con un hombre que maltrataba a su madre, él creció recibiendo palizas para que su madre no parara en urgencias. Un día, él no estuvo ahí para su madre y ella pereció en un hospital, la justicia nunca hizo nada por él y por su madre muerta. Él fue perdiendo la fe en la vida, en las vueltas que da. Su padre consiguió otra mujer que le dio otra familia, él estaba más solo que al inicio, contra un mundo que le arrebató lo que más amaba. Hizo su esfuerzo para sobrevivir, llegando a robar y ser detenido en el proceso. Su vida iba en un declive del que parecía no salir hasta que conoció a mamá.
Mamá siempre ha sido una mujer amable, dulce, calmada. Nunca alza la voz, nunca se enoja. Con una mentalidad abierta, no juzgó a mi padre por su pasado y le ofreció un futuro con él que solo fantaseaba. Él, en plena éxtasis de conocer a alguien tan maravilloso, juró ser el mejor hombre para mi mamá. Consiguiendo empleos en donde pudo, aprendió sobre cocina para prepararle lonche a mamá que seguía estudiando, era un hombre decidido que tenía un propósito y, por primera vez en su vida, no se sentía preso de su pasado.
Mis primeros recuerdos de niñez, son de papá tratando de hacerme peinados para ir al jardín de niños. Recuerdo que me jalaba mucho el cabello y eso me molestaba, por lo que aprendí a peinarme sola a corta edad. Pese a ello, amaba los pequeños lonche que me hacía, así que eso nunca se los negué. Él me amaba, eso no me quedaba ninguna duda, pero nunca me amó como amó a Alexa.
Aún recuerdo todas las veces que él y la cargaba en brazos y la miraba como si fuera lo más preciado en el universo. Con los mismos ojos azules que él, tan conformista, tan callada, tan pasiva. Era exasperante lo silenciosa que podía llegar a ser mi hermana. Recuerdo que solía sentarse en una silla, sosteniendo una paleta color rojo y se quedaba allí hasta que la paleta se acabará. Iba con papá, le pedía otra y se volvía a sentar, era como un robot. Nunca la oí quejarse por los jalones de cabello accidentales de papá, ni de los lonches que le hacía, ni de los vestidos y faldas raras que le compraba; a pesar que Alexa nunca pedía nada, papá amaba llenarla de regalos. En ese sentido, yo sentía demasiada envidia.
Un día, cuando Alexa tenía 7 años, fuimos a una feria. Ella se distrajo viendo un panda de peluche y caminó hacia él, perdiéndose en la multitud. Por un segundo, pensé en que si nunca aparecía sería lo mejor, papá me amaría como la amaba a ella, pensaba, me llenaría de regalos y trataría de hacerme peinados de nuevo. Entonces, ví a mi padre a los ojos, cargados de preocupación y desesperación por no encontrar a su adoración, recuerdo sentir tanto miedo que corrí hacia donde sabía que iba a estar mi hermana. La niña que nunca se mueve de lugar, cuando la encontré, se acababa de dar cuenta que estaba lejos de nuestros padres y sus ojos se llenaron de lágrimas por el miedo. Era la primera vez que la veía alterada. Cuando logramos encontrarnos con nuestros padres, ella corrió a los brazos de papá y él la cargó sin soltarla, ahí entendí que nunca podría competir contra Alexa.
Creo que papá amaba más a Alexa de lo que alguna vez amó a mamá y mucho más de lo que me amó. Tal vez, cuando ella nació, cambió su propósito de ser el mejor hombre para mamá a ser el mejor padre para ella. Algo que nunca cambió cuando se trataba de mí, tal vez es por eso que le guardaba tanto rencor, tal vez es por eso que le sugerí que se le alejara de la familia cuando su alcoholismo volvió, a raíz de un encuentro con su padre. Tal vez es por eso que le dije cosas tan crueles...
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Diario de una asexual (Versión 2.0)
Teen FictionDespués de la muerte de su padre, Alexa Aguilar tendrá que aprender a seguir adelante con ayuda de la gente de su alrededor y un amigo inesperado pero funcional, todo mientras un bromista anónimo que parece conocerla perfectamente la hace enfrentars...