23: EEPA

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Miércoles 17 de mayo del 2017.
Querido diario:

Hoy aprendí sobre que tan rara puede ser la gente. Resulta que después de mi pequeño percance con Marlene, cuando regreso al día siguiente a la escuela me recibieron de la forma más rara en la que me han recibido... Y eso, considerando el último mes, es demasiado.

—¡Súper A! —gritan varias personas de mi salón mientras traen una tela color rojo en sus manos.

—Ay no —susurro mientras corren hacia mí un grupo de ocho personas, entre ellos, Ricardo y Aarón, los más cercanos a ser considerados amigos de Saúl.

—Es un honor para todos nosotros nombrarla la miembro honoraria de nuestra pequeña asociacion —me dice Aarón con una sonrisa mientras Ricardo me pone la capa roja sobre los hombros—. El Escuadrón Especial de Protección de Alexa.

—EEPA —dice Pedro, uno de los conocidos de Saúl y compañero de clase.

Resulta que ahora tengo guardaespaldas.

—¿Soy miembro de mi propio escuadrón de protección? —pregunto señalandome sintiéndome cansada, pero a la vez aliviada de desperdiciar mi tiempo con ellos para no ver a Saúl y Lila compartir saliva.

—Bueno, sí y no —responde Aarón con una sonrisa—. Tienes que formar parte del club para que podamos tenerte vigilada y cuidarte mejor, a la vez podrías enseñarnos karate.

Unos no muy buenos.

—¿Hicieron todo esto para que les enseñara karate gratis? —pregunto de mal humor haciendo un círculo con mi dedo.

—Eso es un plus. No tienes que hacerlo si no quieres —me responde Aarón mientras todos empiezan a asentir, por como puedo ver, casi todos son “amigos” de Saúl y la Presidenta del club de fans de Saulexa, Olivia.

—¿Entonces? —pregunto arqueando una ceja.

—Te hemos visto muy triste y molesta últimamente —me explica Ricardo abrazando mis hombros mientras gruño en forma de protesta—. Y ya que Saúl no tiene tiempo últimamente para subirte el ánimo, nos tomamos la tarea de hacerlo por él.

Pero con buenas intenciones...

—Que encantador —digo en tono sarcástico.

—Ustedes no pueden subirle el ánimo a Alexa —dice Olivia poniéndose entre mí y los demás—. La razón de su molestia es claramente la relación de Lila y Saúl.

—Yo no... —inicio.

—No tienes que decir nada, Alexa —me dice poniendo un dedo sobre mi boca—. Entiendo que te sientes intimidada ya que, como Lila es heterosexual, puede y quiere satisfacerlo sexualmente mientras que tú aún te esfuerzas en aceptar la cruda realidad de ser asexual.

O eso creo.

—No me siento intimidada por Lila —digo callando a todos, que parecen encontrar sentido en lo que Olivia acaba de decir.

Me cruzo de brazos para ponerle firmeza a lo que acabo de decir, mientras me miran fijamente, tal y como Marlene me observaba ayer, como los chismosos que son.

—¿No han notado que Alexa nunca niega que le gusta Saúl? —pregunta Ricardo mientras mi perfecta defensa se va cayendo a pedazos. Ellos parecen hablarlo entre sí, dándole la razón, yo mientras tanto, hago un recordatorio mental de añadirlo a mi lista negra.

Diario de una asexual (Versión 2.0)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora