Capítulo 15

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ADLER

Hey mama, it's that shit that makes you move, mama, get on the floor and move your booty mama —canta Ayla y baila al ritmo de la canción.

Estamos en mi auto, ofrecí mi auto porque soy el conductor asignado y estas chicas piensan emborracharse a lo grande y las tengo que cuidar muy bien y más a Gala que es la nueva, ella Ayla están en los asientos de atrás, Vanessa en el lado del copiloto, está igual que Ayla, las dos cantando y bailando en el espacio de sus asientos.

—Al parecer ya quieren fiesta —digo divertido y Gala se ríe.
    
— ¡Me encanta esta canción! —grita emocionada Vanessa y le sube a todo volumen—. I wonder if I take you home, would you still be in love, baby —canta y me mira, lo sé porque siento su mirada en mí.
    
Girl, you know you got me, got me, with your pistol shot me, shot me —canto la siguiente frase y la miro de reojo con una sonrisa de lado, se ríe y canta con las otras dos chicas, mi auto parece un antro, pero nos estamos divirtiendo, la canción se acaba y empieza una relajante, Vanessa baja el volumen.
    
— ¿Vamos al mismo? —pregunto cuando entramos a la ciudad y el semáforo está rojo.
    
—Así es, papi —me responde divertida y luego se ríe con las chicas.
    
—Está bien, mami —la miro y le guiño el ojo, ella rueda sus ojos divertida y comienza a cantar por debajo, son apodos tontos, pero nos molestamos con eso, nos sale tan natural y a ninguno nos molesta.

Entro al estacionamiento del lugar, termino de estacionar el auto y salgo de él dejando las chicas tomando sus cosas y desabrochando el cinturón, abro la puerta de Ayla, luego rodeo el auto rápidamente para abrir la puerta de Gala y al final la de Vanessa, la última saca su mano divertida para ayudarla en salir, ríe y retira su mano, pero la tomo.

—Eso no me lo esperaba —dice sorprendida, pero no retira su mano la ayudo en salir y cierro la puerta cuando sale.
    
—Quiero eso —se queja Gala y nos reímos, Ayla la mira con una gran sonrisa y siento que hay algo entre ellas, pero no digo nada.
    
— ¿Listas? —ellas asienten, dejo que las dos chicas vayan enfrente para cuidarlas y Vanessa se pone a mi lado.
    
—Me pregunto si siempre fuiste caballeroso, fantasma.
    
—Siempre —guiño el ojo y ella se ríe, entramos al restaurante y nos recibe el chico de la recepción.
    
—En un momento los van a atender —dice el camarero mientras deja los menús y se aleja.

Estamos en una mesa para cuatro, Ayla y Gala se sentaron juntas y Vanessa a mi lado, hemos recibido muchas miradas por las chicas, y es que las tres están hermosas, y yo, por supuesto.

— ¿Listos? —pregunta la camarera y me doy cuenta de que solo me lo preguntó a mí, noto que Vanessa arruga su frente y Ayla suelta una risita.
    
—Sí —dice Vanessa, pero la camarera no la mira, y ella comienza a molestarse, me divierte la situación.
    
—Sí, será dos pizzas, una Alemana y la otra Haway —digo y la camarera me sonríe y anota todo.
    
—Idiota —me dice Vanessa en español.
    
— ¿Perdón? —pregunta la chica confundida.
    
—De bebidas serán tres Holsten —digo amable y la chica se retira.
    
—Controla los celos, Vanessa —la molesto y ella me mira con el ceño fruncido.
    
— ¿Celosa? La chica no me prestaba atención —bufa como niña pequeña, le dejo un beso en cabeza y me rio, las otras chicas nos miran divertidas y se ríen, a los diez minutos ya nos traen nuestro pedido y comimos.

***

Y aquí estamos en una fiesta, en la misma casa donde me bailaron, ahora las luces son azules, en esta ocasión miro el tubo en medio de la pista de baile, en cuanto escuchamos la música las chicas comenzaron a bailar y nos fuimos a la pista.

Dejamos de bailar cuando suena una canción que no es de nuestro agrado y caminamos hacia la barra por unas cervezas, nos quedamos cerca de la barra porque los sillones estaban ocupados, las chicas no dejaban de mover el cuerpo a ritmo de las canciones.

— ¡Chicos! —se acerca Ebba y Cassian.
    
—Espero que se bañaron, sucios —dice Vanessa y nos reímos.
    
—Chicos, ella es Gala —Ayla presenta a la chica y la chica los saluda, a los minutos se acerca Bruno con Inna.
    
— ¡Hola, chicos! —Inna grita por la música y nosotros la saludamos—. ¡Rain on me! —canta Inna, toma a las chicas y se van a bailar muy contentas.
    
—Eres un afortunado de tener a Ebba, Cassian —dice divertido.
    
—Muy afortunado —dice con una sonrisa y mira a su chica bailar.
    
— ¿Tú y Vanessa salen? —me pregunta, sabía que iba a preguntar eso.
    
—No, somos amigos —le doy un trago a la cerveza.
   
— ¿Nada de nada? —pregunta asombrado.

No sé por qué es malo ser solo amigos, sin sexo sin nada, solo amigos, miro a la pelinegra y sonrío de lado, su falda se mueve al ritmo de ella, esas medias con encaje matan a cualquiera y ese top negro te mata doble, dejó su chaqueta en al auto cuando llegamos a la fiesta, al igual que las chicas.

—Nada de nada, Bruno —le digo muy seguro y termino con la cerveza, suena Take You Dancing de Jason Derulo.

La chica de ojos grises me mira y sonríe, sabe que esa canción me gusta, sonríe y comienza a bailar con la mirada me invita a bailar, dejo la lata de la cerveza en la barra y me encamino hacia ella.

—Y dices que solo son amigos —escucho a Bruno y lo ignoro.

Me acerco a la chica y bailamos, ella acomoda su espalda en mi pecho y baila lento, moviendo sus caderas lento y suave, como si fuera una caricia y me muevo a su ritmo, deja mis manos a sus caderas y seguimos bailando sin separarnos.

Let me take you dancing, mami —le canto y ella ríe—. Sabes a lo que me refiero —canto en español con un tono coqueto, y ella vuelve a reír sin dejar de bailar.

Nuestros cuerpos se mueven perfecto, con roces coquetos y traviesos, hay chispas, siento las chipas y ella también pero no decimos nada y solo nos dedicamos a bailar disfrutando la canción.

— ¡Están que arden! —grita Ebba cuando se acaba la canción.

Vanessa me mira a los ojos, su frente brilla por el sudor y siento que mi cabello se pega en la frente por el sudor, su pecho se agita por la respiración y su sonrisa se hace presente cuando me inclino a ella.

—Si así bailas, ¿cómo te mueves en la cama, mami? —mi voz sale ronca y siento la reacción de su cuerpo.

—Soy como Cristian Grey —se pone de puntitas y pasa su lengua por mis labios y antes de que reaccione, se aleja de mí y se va con sus amigas a bailar.

—Ten —Bruno me da una cerveza—. Creo que la ocupas, para la otra se van a una habitación.

Placeres InfernalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora