VANESSA
La semana se pasa volando y se resume en clases, tareas, proyectos y bromas con los chicos, Gala está más unida a nosotros, la parejita siguen como en la luna de miel porque están bien enamorados.
Me encuentro en la biblioteca con Adler, ya que tenemos tareas y nos pusimos de acuerdo para quedar en este lugar.
—I wanna hear you calling my name —canto, últimamente tengo esa canción pegada en mi mente.
—Está todo despejado, al parecer estamos solos, mami —dice coqueto.
—Una gran casualidad —tomo un libro sobre química.
—Todo está a nuestro favor —dice mientras se sienta y abre su cuaderno—. ¿Cómo vas con la obra?—Bien, ya sienten que está cerca la fecha porque todos están estresados y como locos —digo emocionada.
— ¿Cuándo es?
—Es en abril, un mes antes de graduarnos —digo y él se ríe.
—Pensé que faltaba poco.
—El tiempo pasa volando, papi —digo divertida.
—Tienes razón, mami —dice en español y siento que mis bragas se mojan, aguanten... Finales de octubre, mierda, ¡la regla! Y no tengo toallas femeninas—. ¿Pasa algo? —pregunta.
— ¿Me harías un favor? —lo miro con mi mejor carita de ángel.
—Claro, mami —dice divertido.
— ¿Te molesta si voy por...
—Toallas femeninas —termina por mí y asiento—. Espera —toma su mochila del suelo, la abre para saca un paquete nuevo de toallas femeninas y me lo da—. Siempre hay que estar preparado —vuelve a su mochila, agarra otra cosa y la cierra—. Chocolate —deja el chocolate en la mesa, me da un beso en la mejilla—. Ve, no me moveré de aquí.Le sonrío de lado y me encamino al baño mirando el paquete, no sé cómo le hizo para saber de cuáles uso, me rio y niego divertida, este chico algún día me va a matar.
Ya lista salgo del baño y camino de nuevo a la mesa, escucha mis pasos y me mira con una sonrisa, esa sonrisa de lado que le da un aire seductor y que me calienta... Espera, esas son mis hormonas hablando, eso espero.
Le regreso la sonrisa de forma divertida entrando al módulo, me acerco a él y le dejo un beso en la mejilla, cuando me separa miro su reacción de sorpresa y confundida.
—Gracias —le digo divertida y él se ríe.
—No hay de que, mami —guiña un ojo y sí definitivamente mis hormonas andan como locas porque eso me calienta—. Con razón me miras como si estuvieras a punto de comerme —se burla.
—Ya quisieras, papi.Tomo de nuevo el libro de química que parece una biblia y empiezo a buscar la información, tomo el chocolate y me entra un sentimiento, sin darme cuenta me pongo de pie y lo abrazo, lo tomo de sorpresa porque tarda en abrazarme y siento que mis lágrimas salen, las hormonas, si no estoy cachonda, estoy sentimental.
—No sé qué tienes, pero aquí estaré, mami —susurra y acaricia mi cabello, sus manos se sienten seguras, como si me fueran a proteger de algo sumamente peligroso.
Me sienta en sus piernas con cuidado y lo abrazo por la cintura dejando mi cabeza en su pecho, su perfume me encanta es fresco y masculino, respiro profundamente por su perfume, siento su pecho que vibra y escucho su risa.
— ¿Te encanta mi perfume? —pregunta divertido y yo asiento—. Me encanta saber eso, mami —dice y yo me derrito, en serio chicas, cuando dice mami en español es todo un espectáculo, es como si saborea cada letra, le da un toque de sensualidad y más con una voz ronquita, rasposa o gruesa, no sé pero es algo sexy, me recuerdan a las canciones de Two Feet con mezcla de The Weeknd, definitivamente mis hormonas hablan.
—Qué ego —mi voz suena rasposa por el llanto.
—No sé por qué lloras, ¿hice algo malo? —pregunta preocupado, me separo para verlo, baja un poco su cabeza para verme a los ojos, sus pulgares limpian las lágrimas.
—Cosas de las hormonas —sonrío—. Lo siento si me miro como una tonta —digo sonando más tonta, él se ríe y deja un beso en mi frente.
—Ya me había asustado —dice un poco ronco por la risa.
—Todo bien, papi —le sonrío y me separo, pero sus manos se aferran dejándome inmóvil, lo miro y levanto una ceja, él se acerca peligrosamente, mis hormonas se emocionan.
—Aquí te me quedas, mami —dice con un aire muy, pero muy seductor.
—Sabes que mis hormonas están como locas gritando tu nombre que pronto tomarán control de la situación y me harán hacer cosas que no estoy dispuesta —digo rápidamente nerviosa y él se ríe por eso, sus manos se alejan y me siento en la silla.
—No sabía que eres rapera dice divertido.
—Uno de los placeres de la vida —le sigo el juego.
—Creo que deberías dedicarte a ser rapera —sigue burlándose.Me concentro con las preguntas de la tarea, la profesora nos pidió buscar la información en el libro y eso lo hace más largo.
—Lo dejaré como un sueño frustrado —sonrío, siento que me mira detenidamente, como si me estuviera estudiando, no digo nada y espero que diga lo que tiene en la mente pero no dice nada—. Sé que soy una diosa, pero no vas a encontrar lo que estás buscando, papi.
—Tus encantos tampoco funcionan conmigo, mami —dice muy seguro pero me rio.
—Por eso somos amigos —digo con una sonrisa—. Porque no caemos en nuestros juegos —lo miro y noto claramente que hace una mueca rara.
—Así es, mami —susurra y el ambiente se siente un poco tenso—. Si no, ya estuvieras en mis pies —dice con burla y nos reímos.
—Sería al revés —digo desafiante y muy segura.
—No creo —dice muy seguro y niego con la cabeza divertida.
—Eso dices, pero si me lo propongo, desde cuando ibas a estar en mis pies —digo para finalizar el tema y él lo entiende.
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Placeres Infernales
Teen FictionSoy una chica que cree en el destino, si algo pasa es por el destino, sea malo o bueno, pero cuando lo conocí lo sentí diferente, como si el destino me estaba enviando señales. Solo recuerda: ¿Quema o arde? ¿No sabes de lo que hablo? Te invito a le...