AYLA
—Amor, ¿estás segura? —miro a mi chica, es todo lo que deseo en mi vida.
—Claro que sí, Gala, es hora —digo segura y ella me besa, tiene su manera de besarme que me vuelve loca.
—Vamos —dice y nos vamos a comer con mis padres.Estoy nerviosa siento mis manos sudadas, aprovecho las vacaciones de navidad para decirle a mis padres y luego a mis amigos, espero que todos me entiendan.
—Estaré contigo en todo el momento, bebé —deja un casto beso en mis labios.
Estaciono el auto en el restaurante, citamos a mis padres a un restaurante, ellos piensan que es una comida con su hija, siento que una mano aprieta la mía.
—Todo estará bien —salimos del auto.
Mis padres nos están esperando en una mesa, ellos están entretenidos en el menú que no notan nuestra llegada.
—Hola —mi voz sale en un susurro y ellos me miran.
— ¡Hija! —me saludan, sigo viviendo en la casa de mis padres, pero no los había visto en este día, me la pasé en la casa de Gala para tomar valor, ellos miran a mi acompañante.
—Ella es Gala —la miro y me sonríe, a la mierda—. Mi novia —digo segura y mis padres me miran sorprendidos.
— ¿Qué? —pregunta mi papá sorprendido.Mi mamá nos mira sorprendida, no sabe qué decir, tarda unos segundos en recuperarse, segundos que parecen eternos, en sus ojos se asoman lágrimas y lo siguiente que siento es que me abraza y llora.
—Me siento orgullosa, hija, te amo —me dice entre el llanto, se separa para ver a mi novia—. Qué hermosa eres —le sonríe entre el llanto y la abraza, mi novia también la abraza.
Mi papá se acerca conmigo y también me abraza, no es un señor de palabras pero con su abrazo transmite todo lo que siente por mí.
GALA
Ver a mi novia con sus padres es lo más bonito, las dos pensamos que iba a ser difícil pero fue todo lo contrario, mis suegros me hacen preguntas y yo las respondo, estamos comiendo el postre.
— ¿Cómo se conocieron, Gala? —mi suegra me pregunta y una sonrisa aparece en mi rostro.
Algún momento de la historia
Siempre he visto a Ayla con sus amigas, ese tres chicas son fuego, pero Ayla es la que gana mi atención, ese cabello rojizo y sus lindas pecas, miro que arruga su nariz cuando algo no le gusta de su novela, frunce la boca cuando borra todo sonríe emocionada cuando le gusta algo.
Me encuentro en el pasillo para ir a la lavandería, prefiero lavar la ropa en la noche, ya que no hay nadie, escucho que alguien abre la puerta y la miro, miro a la chica de mis sueños, ella me sonríe y le regreso la sonrisa.
Abro la puerta y la lavandería se hace presente, dejo la puerta abierta para la chica, tomo asiento y empiezo a separar la ropa.
—Pensé que era la única que venía por la noche —su voz dulce me acelera el corazón.
—Es más tranquilo así —le sonrío y nos ponemos a lavar.
— ¿Cómo vas con tu novela? —se sienta enfrente de mi.
—Bien, los personajes son fantásticos.
Y sí lo son, mi novela se trata de dos chicas que no se conocen, pero terminan enamoradas.
—Me gustaría leerla —dice y me rio.
—No es para tanto.
—Siempre que dicen eso, es porque la novela está buena —dice amable.
— ¿Y la tuya?
—Muy bien, aunque al principio no me estaba gustando.
—Se notaba —digo sin pensarlo y ella me mira sorprendida—. Digo, el inicio siempre es el difícil.
—Si, claro —dice un poco tensa y me maldigo por hacerla sentir así.
Terminamos de lavar y de doblar la ropa, salimos con nuestras canastas, en todo el tiempo no he dejado de verla, es tan hermosa, cuando está muy nerviosa juega con sus dedos, me cuenta de sus amigos, su novela, me cuenta de cosas simples pero para mí son tan interesantes.
—Lo siento —dejo el canasto en el suelo y sin dejar que reaccione, la acorralo entre la pared y mi cuerpo.
Ella se sorprende, pero no se aparta, miro sus ojos tan hermosos y bajo la mirada hasta sus labios, noto que pasa saliva, no ha dejado de jugar con sus dedos y se me hace tan tierno, finalmente me acerco y la beso, la beso tierno, con cariño, con ganas que estaban guardadas desde hace tiempo y para mi sorpresa ella me regresa el beso, pensé que me iba a apartar o golpear, pero no lo hace, siento mariposas en mi estómago, como si fuegos artificiales explotaran en mi estómago, nunca pensé que mi primer beso sería así, con la chica que la he visto concentrada en su novela, riendo con sus amigos, bailando, nos separamos por la falta de aire, sus ojos tienen un brillo especial.
—Mierda —susurra y eso hace que me saque una sonrisa—. No sabía que ibas a ser todo lo que buscaba —susurra y vuelve a unir nuestros labios, el beso toma poder, pasión, sensualidad, me acerca más a ella con una mano en mi nuca, dejo mis manos en sus caderas y así se pasa toda la noche, entre besos y coqueteos.
En la comida con los padres de Ayla
—Nos conocimos en la clase de escritura y ahí empezó todo —sonrío amablemente, siento que Ayla da un leve apretón a mi pierna y sé que hice bien decir eso y no lo que en verdad pasó.
Somos nuestros placeres infernales y espero que dure demasiado.
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Placeres Infernales
Teen FictionSoy una chica que cree en el destino, si algo pasa es por el destino, sea malo o bueno, pero cuando lo conocí lo sentí diferente, como si el destino me estaba enviando señales. Solo recuerda: ¿Quema o arde? ¿No sabes de lo que hablo? Te invito a le...