Capítulo 19

179 20 0
                                    

ADLER

Es divertido verla en sus días, entiendo que hay cambios de humor y las hormonas andan por ahí y por allá porque he visto todo eso en mi hermana, pero se me hace interesante verlo en Vanessa, la miro, no sé qué estoy buscando en ella, solo la miro porque hay algo que me atrae, no piensen en sentimientos porque no lo hay y tampoco atracción, solo amigos y ya, una amistad que es explosiva, en eso no hay duda, pero es que así somos, los dos con las mismas cartas pero a uno le sale mejor la jugada que a otro.

Pero los dos estamos concertados en terminar pronto las tareas, me falta la mitad de una y termino, pero Vanessa ya está dejando los libros que utilizó y guardó sus cosas, se vuelve a sentar y me mira curiosa.

— ¿Jugamos a las preguntas? —pregunta después de un silencio de unos minutos.
    
—Claro, se vale de todo y contestar con la verdad, solo dame diez minutos más y termino.

—Está bien —toma su celular y se entretiene, miro la hora de mi celular y son las dos de la mañana, llevamos dos horas aquí.

Como dije, pasan diez minutos, hago lo mismo que hizo Vanessa y me pongo cómodo.

— ¿No estás cansado?

—No, necesito despejarme de las tareas.

—Hasta en eso pensamos igual —se ríe.

—Empieza con las preguntas —la animo y ella me sonríe.

— ¿Color favorito? El mío es el azul.

—Qué casualidad, el mío es el gris —le digo mirando sus ojos grises y ella mira mis ojos azules, los dos nos reímos.
    
—Eres un mentiroso —niega divertida y me mira, se da cuenta de que no bromeo y ella se sorprende—. Oh mierda, esto es casualidad —dice sorprendida.
    
—Yo digo que es el destino —le guiño un ojo y ella se ríe—. ¿Te has enamorado? —pregunto y noto su reacción, se tensa y deja de estar alegre—. Si te incomoda...
    
—No, yo propuse el juego —suelta un suspiro y mira al suelo—. Sí, fue cuando entré al internado, era nueva y pues todos me miraban, bueno, todavía lo hacen —dice divertida y luego niega—. Me enamoré de un chico, un día él se tenía que ir a España por negocios de su familia, estábamos tan enamorados que yo le decía que podíamos seguir con la relación a distancia —hace una pausa, la escucho con atención—. De hecho, era amigo de Dustin, por eso hay confianza entre nosotros —se ríe y luego se pone seria—. El chico decía que para eso, teníamos que tener sexo, así nuestra relación sería fuerte y la distancia no la iba a romper —suelta una risa amarga—. Y como toda enamorada, acepté, fuimos a su dormitorio, empezaron los besos y las caricias, pero no estaba segura, ¿sabes qué se siente cuando la persona que estás muy enamorada se vuelve brusco porque no quieres abrir las piernas? —hace una pausa y al fin me mira, sus ojos están claros y vidriosos por las lágrimas pero ninguna cae, siento que algo se rompe en mi pecho—. Justo a tiempo llega Cassian, me lo quita encima y lo golpea, después de eso, el chico que me dice de cosas y se fue. Gracias a que Ebba le contó todo a Cassian, me salvé de pasar por algo tan horrible —dice y sin pensarlo me acerco para abrazarla—. Luego me enteré de que todos sus amigos apostaron en que le iba a abrir mis piernas y él aceptó porque iba a ser fácil, menos Dustin, porque él no lo sabía, después, Dustin se disculpó conmigo, porque él no sabía nada de eso —dice con la voz quebrada.

Vanessa es la chica más fuerte que conozco, responde los piropos que le dicen los chicos con una sonrisa, golpea a cualquier chico que se quiera pasar de listo con ella, no me imaginé que pasó por algo así, acaricio su cabello, esperando su llanto pero nunca llega.

—Te toca responder, fantasma —dice muy tranquila, hace un gesto para separarse y le doy espacio—. Nunca debes mostrarte débil por algo de tu pasado —dice con la cabeza en alto y firme.
    
— Muy cierto —respiro profundamente para hablar—. Bueno, en México conocí a una chica, íbamos en un colegio privado, la conocí por el círculo de lectura —me rio y la chica me mira confundida—. No es bueno dejarse llevar por las apariencias, era calmada, tímida, de esas que no matan una mosca y muy romántica —hago una pausa incómodo—. Eh… Fuimos la primera vez de los dos, fue especial, la llevé a comer, luego por un helado y de ahí pasó lo que pasó —la miro y ella sonríe de lado.
    
—Todo un romántico, fantasma —dice sin dejar de mirarme.
    
—Sí, bueno, un día la fui a visitar de sorpresa, su mamá me recibió sorprendida, en ese entonces pensé que era porque no me esperaban, la señora me dijo que su hija estaba en su habitación y me regaló una sonrisa de triste, me preocupé porque pensé que algo le había pasado, así que me apuré para llegar a su habitación y abro la puerta, lo primero que escuché era ella gimiendo el nombre de un chico, ella estaba de perrito gimiendo como loca y el chico, el chico que era homosexual...
    
— ¿No sabías que no era homosexual? —me interrumpe y yo niego.
    
—Todos del colegio sabíamos que era homosexual, por eso no había inseguridades. Después de que se dieran cuenta, la chica me dijo que estaba ayudando a su amigo homosexualidad en decidirse si también le gustaban las mujeres —digo y no siento nada en decirlo, ya lo tengo superado.
    
—Oh mierda, eso no me lo esperaba —dice sorprendida.
    
—De ahí entraron las inseguridades, pero ahora soy todo un galán —digo divertido y ella se ríe.
    
—En eso estoy de acuerdo, tienes que levantarte y ser más fuerte —dice y concuerdo con eso.
    
This shitty word sometimes produces a rose —digo sin dejar de mirarla.
    
U2, tan grandiosos —dice sincera.
    
—No sabía que te gustaba la banda —digo con una sonrisa—. Tenemos tanto en común —digo coqueto para joderla un rato y ella se ríe.
    
—No te hagas ilusiones, papi —dice divertida.

***

Después de esa plática tan abierta, los días se van volando, dejamos de ver a Vanessa por varios días porque tenía ensayos de piano, Ebba estaba respirando después de sus clases de arte, Ayla y Gala estaban contentas por las clases de escritura, nos decían que van a la mitad de sus trabajos.

Cassian y yo seguimos en las clases de baile como cada chico que se anotó, a veces los bailes eran tan raros, un día era todo romántico y después era todo latino, claro que lo de latino era idea de Vanessa y ella nos enseñaba a bailar varios estilos.

Estamos a un día del cumpleaños de Vanessa, los chicos y yo hemos estado pensando en cómo celebrarlo.

— ¿Algún plan? —pregunta Cassian.
    
—Obviamente iremos a la fiesta que hace Bruno cada sábado, podemos ir a comer antes de la fiesta y así pasar el día con la mami —digo y me gano las miradas de todos.

Vanessa se encuentra en el ensayo de la obra, así que le apartamos comida y aprovechamos para discutir sobre la fiesta o algún plan, pero no sabemos qué hacer.

—Qué lindo apodo —se burla Ebba.
    
—Déjalo, es sexy, si Cassian te dice eso, te vas a poner cachonda —dice Ayla y me rio por la palabra cachonda.
    
—Vane ha creado monstruos con ustedes —dice Gala y todos nos reímos.
    
—Muy cierto lo que dice Gala —digo y Ebba rueda los ojos.
    
—Pensé que Vanessa estaba en el ensayo —se burla y sonrío.
    
—Me dejó de suplente para molestarte —le sigo el juego.
    
—Amor —mira a Cassian, pero el chico está distante que no escucha que su novia le habla—. Cassian —dice elevando un poco la voz y el chico la mira distraído.
    
— ¿Qué pasa, hermosa? —pregunta con una sonrisa ladeada.
    
— ¿Estás bien? —pregunta curiosa.
    
—Claro —le da un beso en la mejilla, Ayla y yo nos miramos confundidos y curiosos, algo le pasa y no lo quiere decir, espero que no sea una pendejada que hizo.
    
—Bueno —digo tomando la bolsa café con comida y ponerme de pie—. Vanessa estará esperando su comida —me alejo de la mesa para ir.

Placeres InfernalesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora