Placeres Infernales

Capítulo 27

ADLER

¿Qué sentí cuando la vi? Fuego, eso fue, fuego que ardió en mi interior, no es lujuria, fuego que quema cada célula de mi cuerpo y ella lo nota porque no deja de verme de reojo.

El salón está decorado de color dorado y rojo, dando un toque de glamour y seducción, estamos en una mesa que compartimos con otros chicos de nuestras clases, en el centro del salón se encuentra la pista de baile, en este momento nadie baila, ya que estamos cenando, los camareros retiran nuestros platos.

— ¡Hora de bailar! —grita una chica por el micrófono.

Una canción lenta suena y sé cuál es, sonrío al escucharla, Vanessa me mira con una sonrisa y me pongo de pie.

— ¿Me permite un baile? —le pido y ella toma mi mano, nos colocamos en la pista del baile con las parejas.

Pone una mano en mi hombro y yo pongo una en su cintura, ella se acomoda en mi pecho y comenzamos a bailar tipo vals, la canción es bella y romántica.

—Love and love is all we have left —susurro haciendo que ella levante la cabeza para mirarme.
    
—Esto, esta canción la pediste —dice y asiento, la separo para hacerla girar y volver a quedar enfrente de mí.

Su sonrisa se hace enorme, sus ojos le brillan, ese gris se convierte en uno gris claro, está hermosa con ese vestido, parece que se salió de un cuento de hadas, los colores resalta su piel, sus ojos grises con las gafas y sin decir de su cabello negro.

—Gracias por todo, Adler —susurra sin dejar de mirarme.
    
—Disfruta, mami —susurro y continuamos bailando, poco a poco la canción se acaba y empieza una muy movida.
    
—Qué cambio —dice sarcástica y me rio.
    
— ¡Tu canción, Vane! —llegan las chicas y comenzamos a bailar.
    
—Viviendo buena la vida —cantamos y bailamos.

Ebba se acerca para bailar conmigo y lo hacemos, ella intenta hacer bailes sensuales pero terminamos riéndonos, esta chica es todo un diamante, Ayla y Gala se acercan bailando, tomo la mano de cada una y las hago girar, hasta que las dos se encuentren y terminan con un beso, rozando sus caderas con el baile, Vanessa me mira mientras se acerca peligrosamente moviendo sus caderas y una sonrisa seductora en su rostro, la canción termina, pero otra empieza a sonar.

—Qué suerte —dice y me rio.

Pega su trasero en mi bicho y baila, muevo mis caderas a su ritmo, toma mis manos para dejarlas en sus caderas.

—Me dicen que buscas a una mujer como yo —canta en español y eso me enciende.
    
—Elegante señorita —canto.

La hago girar y me encuentro con esa sonrisa de lado, pongo una pierna entre las suyas y así bailamos, sentir ese roce de nuestros cuerpos, mis manos en sus caderas y las suyas viajan a mi cuello y a mi pecho, así nos la pasamos, bailando con ella y con las chicas, no falta el chico que se acerca a ellas y bailan.

***

He terminado de empacar todo lo que tenía en el dormitorio, me miro al espejo con una sonrisa, hoy será la última vez que estaré en el internado y siento que lo voy a extrañar, no por las clases, voy a extrañar pasar tiempo con las chicas.

—Fue bueno tenerte como compañero  —me mira de reojo y rio.

—Lo mismo digo, Dustin.

Nos despedimos y deja la habitación, tomo mi maleta y salgo de la habitación, paso el pasillo para ir con las chicas, al llegar escucho música a todo volumen.

— ¡Ella tiene un culo grande pero natural! —canta Ebba en un intento de español y las risas no tardan en llegar.
    
— ¡Como el tuyo, Vane! —grita Ayla y me rio, toco la puerta e inmediatamente me abren.
    
—Espero que no escuchaste eso —dice divertida.
    
— ¿Tu culo es natural? —pregunto divertido y ella se ríe.
    
— ¿Quieres verificarlo? —pregunta coqueta y siento que me quedo sin aire—. No sabía que el gran Adler se quedaría sin palabras —me deja pasar.

Y efectivamente el dormitorio se encuentra en un desastre, hay dos maletas en la cama de cada una y las chicas no dejan de dar vueltas para guardar todo.

— ¿Ya estás listo? —pregunta la pelirroja.
    
—Todo listo —le guiño el ojo, miro que sus maletas se encuentran en una esquina, me imagino que son de ella y de su novia.
    
— ¡Listo! —grita Ebba al terminar de cerrar las maletas, Vanessa hace lo mismo y chocan puños.
    
—Vámonos —anuncia Gala y todos salimos, ayudo con las maletas, lo bueno es que son de esas que tienes ruedas.

Caminamos hacia el estacionamiento, en el camino algunos se acercan para despedirse, hay padres que recogen a sus hijos y otros están como nosotros, en nuestros autos guardando las maletas.

—Bueno, chicos, fue un honor pasar tiempo con ustedes —dice Gala y abraza a cada uno—. Se han ganado mi corazón —dice cuando me deja de abrazar.
    
—Sabes que te queremos, chica —dice Vanessa—. Seguiremos en contacto, necesito a mis nenas y a mi nene cerca.
    
—Eso sí, nos veremos —se despide y vemos como se aleja en su auto.
    
—Yo también me voy, no me voy a despedir porque sé que nos estaremos viendo o mandando mensajes —dice Ayla—. Los amo, mis pequeños —nos abraza y cuando llega conmigo sonríe—. Llegaste de una forma extraña, pero te ganaste nuestro cariño, Adler —me abraza con fuerza.

Nos dice adiós con la mano y también la vemos que se aleja en su auto, hace sonar el claxon y saca su mano para despedirse.

—Son tan explosivos y eso me encantan, gracias por estar conmigo en los mejores y peores tiempos, Vane, te amo —la abraza, duran un tiempo abrazadas y se separan, Ebba me mira con una sonrisa—. Y tú, cariño, eres grande, gracias por todo —me abraza fuertemente y hago lo mismo—. Suerte con Vane —me susurra y nos reímos, se sube a su auto y nos deja solos.
    
—Vane...
    
—No, no despedidas, sabes que no será así —me regala una sonrisa de lado.
    
— ¿Qué esperamos, Vanessa? —pregunto mirando sus ojos grises.
    
—Si el destino nos quiere juntos, nos volverá a juntar, cariño —se acerca y me abraza—. You can change your name, or even who you are —canta sin dejarme de abrazar.
    
—That's the beauty of the scar —sigo la letra, ella rompe el abrazo y nos miramos directamente a los ojos.
    
—That is the contract of the heart —dice con una sonrisa de lado en su rostro, cierra los y respira profundamente—. Si el destino lo quiere, así será, fantasma —abre los ojos y me sonríe.

Se aleja de mí, miro como entra a su auto y pone a todo volumen Volcano de U2, canción que la caracteriza porque es un volcán, estar con ella es como estar en un pedazo de un volcán que no sabes cuando va a explotar por sus locuras, la miro que se aleja y ahí queda nuestro pacto, un pacto silencioso con el destino.