Capítulo 10

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Andrew:

Mi teléfono sonaba como loco, me estaban llamando, pero me encontraba tan cómodo acurrucado en mi cama entre toda la ropa que Hero me había prestado que no quería levantarme. Pero recordé que él llegaría en cualquier momento. Rápidamente me incorporé y miré el teléfono, era él.

-Hola... -musité somnoliento.

-¿Estabas dormido? -preguntó Hero.

-Sí...

-Bueno, ya levántate flojo, que ya estoy aquí afuera.

-¿En serio? ¿Qué hora es?

-Las ocho de la mañana. Vi a tu mamá y a Camila salir desde hace rato.

-Ok, ya bajo.

Realmente faltó a la escuela sólo por venir a verme, un gesto muy tierno, pero que no lo iba a dejar hacer muy seguido, pues no quería que afectara sus estudios sólo por mí.

-Hola -sonreí a verlo, de inmediato, se lanzó a mí para abrazarme.

-Oye, tu olor es más tenue -comentó.

-Sí mal, mi celo debe terminar entre hoy y mañana.

-Eso es genial, luego podrás volver a los supresores.

-Sí, y así podré aguantar esto -toqué mi marca-. Sólo debo evitar cruzarme con ese tipejo.

-Taylor me contó que lo denunciaste, ¿acaso no lo encontraron?

-No, ni a él ni a mi papá, pero los están buscando.

-Al menos. Pero de cualquier manera, cuando vuelvas a la escuela todos los días me aseguraré de que regreses a salvo a tu casa.

Joder, que atento y lindo era conmigo.

Hero

Andrew se sonrojó, se veía tan tierno, vulnerable... lo estreché con más fuerza entre mis brazos. Su dulce aroma me hizo sentir como en el cielo.

-¿Q-q-quieres desayunar conmigo? -preguntó.

-Por supuesto.

Andrew me preparó el desayuno, lo que me causo mucha gracia, me recordó por un momento a la relación de mis padres, y por un segundo, me imaginé junto a Andrew en una relación como la de ellos.

Después de desayunar, subimos a su habitación. Nos recostamos en su cama, uno frente al otro. Acaricie su cabello, bajé a su mejilla, pasé las yemas de mis dedos por sus labios. Andrew observaba, y sentía mis caricias, sabía que esperaba a que yo actuara, él era muy tímido en esas circunstancias lo que me parecía lindo.

-¿Te molestaría si me saco la camiseta?

-N-n-no... -dijo, y pude notar como sus mejillas se enrojecieron aún más.

Me quité la camiseta y la arrojé a un rincón de la habitación, los ojos de Andrew se abrieron impresionados.

-Puedes tocar si quieres -sonreí travieso.

Volví a recostarme, las manos de Andrew fueron directo a mi pecho, y tocó con delicadeza. No pude evitar soltar un suspiro lleno de satisfacción. Regresé a acariciar su mejilla, mientas sus manos recorrían mi pecho y abdomen. Su tacto provocaba que la piel se me erizara y se daba cuenta de ello, sonreía satisfecho. No pude evitar que mi entrepierna reaccionara. Pude divisar que Andrew se había percatado, y no despegaba su vista de ahí.

-¿Quieres tocarlo? -pregunté, Andrew asintió tímidamente.

Vi que relamió sus labios, y seguido, llevo su mano tocando por sobre de la ropa.

Sangre de OMEGADonde viven las historias. Descúbrelo ahora