Andrew
-Mierda...
Un asqueroso olor comenzó a molestarme tanto que hasta hizo que despertara. Abrí los ojos y miré el pequeño despertador que tenía sobre mi mesa de noche, marcaba las 3:45 de la madrugada. Por lo menos, había podido descansar después del horrible incidente con aquel tipo en el callejón, pero entonces, vi la chamarra, la chamarra de Hero.
-Demonios... -había sido su aroma lo que me había permitido relajarme, lo que me hizo dormir con tanta tranquilidad.
Una de las cosas que dije que nunca iba a permitir la había hecho al aceptar quedarme con esa chamarra, depender de un alfa para poder estar bien. Aunque Hero fue muy amable conmigo, y no se comportó como el típico alfa dominante y empoderado que algunos creían ser. Pero no lo iba a permitir, fuera quien fuera.
Salí de mi cuarto para ir a la habitación de lavado. Pronto el asqueroso aroma que me despertó se volvió a hacer presente, este provenía de la habitación de Taylor. De inmediato pensé que al parecer había entrado en celo, pero mis cálculos me decían que era demasiado rápido para ello, por lo que la única explicación era:
-Ah... Taylor... -escuché gemir a Peter.
-Rayos... -mi hermano y Peter estaban en pleno acto.
Los dejé tranquilos. Eché la chamarra de Hero a lavar, poco a poco su olor se desvaneció, solté un suspiro derrotado.
-No dependeré de un alfa -dije y volví a la cama.
El fin de semana me permitió ir nuevamente por más de mis supresores, remplazando así los que perdí en la fiesta de Alex. Recibí un par de mensajes de Hero, donde me preguntaba cómo seguía, a lo que respondí con un "mucho mejor"
Llegado el lunes, mi celo aún seguía, según Peter mis celos duraban más de lo normal por el tiempo que llevaba suprimiéndolos, y tuvo razón, lo mismo me había explicado el médico, y agregando mi problemita lo volvía peor.
Nos encontrábamos en la escuela, en la hora del almuerzo.
-Te juro que dejaré que mi siguiente celo pase de manera normal, aunque sea una tortura para mí, y para Taylor.
-Taylor se puede quedar en mi casa mientras eso pasa.
-Vaya, que bueno sería eso para ambos -sonreí juguetonamente.
-Sí... me gustaría mucho.
-Sólo cuídense.
-Siempre nos cuidamos, mi querido cuñado.
-Oye, Peter... a quien entre nosotros... ¿te dolió?
-¿Ah? ¿Me dolió qué?
-Tu primera vez con mi hermano...
-Pues... sí, dolió un poco, pero se pasa después de unos segundos.
-¿Y qué hay del... nudo? -pregunté curioso.
-Ah... eso siempre duele, si te soy sincero, pero es soportable, aparte de que el aroma de Taylor me calma mucho, y me relaja.
-Ah... no quiero ni pensarlo.
-Pues tú preguntaste. Espera, ¿Por qué me preguntas de eso? ¿Acaso tú...? -Peter abrió sus ojos con gran sorpresa.
-No pienses mal, sólo es curiosidad.
-No me engañes, a ti eso jamás te ha dado curiosidad, de seguro ya le echaste el ojo a algún alfa.
-¡¿Qué?! ¡No, por Dios, no es por eso! -espeté.
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Sangre de OMEGA
Dragoste¡ADVERTENCIA! Esta historia cuenta con lenguaje vulgar y escenas explicitas de sufrimiento, sadomasoquismo, violencia y sexo. Andrew se avergüenzan de su naturaleza, e intenta esconder lo que es a causa de las creencias de su padre. Viviendo con e...