Andrew
Los días pasaban, y poco a poco dejé en el olvido la chamarra de Hero. Me atreví a decirle lo que su aroma me estaba provocando y le pedí que en toda su ropa usara un aromatizante al lavarla y que se pusiera perfume para cubrir su esencia. Él, comprensible y amablemente lo hizo.
-Entonces ¿en serio nunca habías sentido eso durante tu celo?
-No... y tu aroma y él de aquel tipo han sido los únicos que he percibido tan fuerte -confesé-. Aunque también llegué a oler a los Goodman pero no era tan intenso, pues siempre he tomado mis supresores, y nunca había tenido un accidente como el de aquel día.
-Vaya...
-Y de verdad, te agradezco mucho que hagas esto por mí.
-Descuida, lo último que me quiero es que pienses que yo te quiero quitar tu libertad.
-Vaya, eres un alfa bastante comprensivo, que suerte que no me robé la chamarra de Alex, Reece o Noah.
-Bueno, nos vemos en el almuerzo.
-Claro.
-Vaya, en serio no puedo creer que no sientas nada por él, es un ángel, es lindo, tierno, comprensivo, un alfa estupendo -comentó Peter.
-Podemos, no volver a la misma discusión de siempre, por favor -ya me tenían harto, tanto Peter como Camila y Taylor.
-Mm... como digas.
Todo marchó bien hasta la hora de salida. Cuando antes de que Taylor pasara a recogernos un mensaje de él llegó a mi teléfono, rápidamente lo abrí, pero al leerlo, fue una bomba para mí "Andrew, papá está en casa de visita"
-Mierda, papá... -murmullé.
-¿Papá qué? -preguntó Camila curiosa y Tomó mi teléfono-. ¿En serio? Hace tato que no lo veíamos, espero traiga regalos.
-Andrew, si quieres puedes quedarte en mi casa -ofreció Peter.
-No, no, mientras más rápido lleguemos todos a casa más pronto se irá.
-Eso es cierto -añadió Camila.
Al llegar a casa, lo último que quería era entrar a esta, papá me odiaba, o mejor dicho, sentía vergüenza de mí.
-Tranquilo hermanito.
Taylor y Camila convivían sin ningún problema con él, platicaban y reían, pero yo... prefería quedarme callado y en un rincón cuando él estaba. En cuanto entramos a la casa, mamá se despidió de nosotros, ella como yo, igual no toleraba pasar mucho tiempo a su lado.
-Les deje la comida lista, sólo es cuestión de servirla. Y Andrew, ignora cualquier estupidez que diga ¿ok? -acarició mi mejilla.
-Ok...
-¡Eh! ¡¿Dónde están mis hijos?! -exclamó mi padre, emocionado de ver a Taylor y Camila.
-¡Papá! -ambos fueron recibidos con un fuerte abrazo.
Y claro, yo fui completamente ignorado. Los tres se dirigieron a la cocina y yo tras de ellos. Taylor servía la comida, mientras Camila le platicaba a papa sobre todas las cosas que habían sucedido en su ausencia. Para mi suerte, papá nos visitaba a lo mucho dos o tres veces al año.
-Eso es bueno, bebé, sigue echándole todas las ganas a la escuela.
-Claro, papi.
-¿Y a ti cómo te va, Taylor?
-Excelente, papá, podría decir que soy el mejor de mi clase.
-Ese es mi hijo -dijo orgulloso.
Solté un suspiro derrotado, claramente yo estaba de más en el lugar. Papá me miró de reojo, pude darme cuenta de cómo frunció el ceño.
ESTÁS LEYENDO
Sangre de OMEGA
Romance¡ADVERTENCIA! Esta historia cuenta con lenguaje vulgar y escenas explicitas de sufrimiento, sadomasoquismo, violencia y sexo. Andrew se avergüenzan de su naturaleza, e intenta esconder lo que es a causa de las creencias de su padre. Viviendo con e...