Capítulo 18

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Peter

Joder... la cabeza me dolía a horrores y sentía muchas nauseas. Con gran esfuerzo me levanté de la cama y me dirigí al baño. Mientras tomaba una ducha acariciaba mi vientre.

-Esto va a ser complicado, ve como me hacer sentir -reí, yo hablando con mi bebé-. Pero te amo, mi pequeño Parker, ¿o serás Scarlett?

Tras ducharme y salir del baño, mi teléfono móvil comenzó a sonar, era Taylor, que seguro hablaba para informarme que venía en camino.

-¿Ya estás listo, amor? -preguntó en cuanto respondí.

-Ya casi, de aquí en lo que llegas termino de arreglarme.

-¿Qué tal amaneciste hoy?

-Ah, pues... con un poco de dolor de cabeza y nauseas.

-¿Pero estas bien? ¿O quieres que te lleve al médico?

-No te preocupes, estoy bien.

-Creo que debemos hablar con tus padres pronto, en cualquier momento se darán cuenta de lo que pasa, es mejor que les contemos.

-Sí, debemos hacerlo.

-Ok, amor, llego en un momento.

Mientras me arreglaba me miré en el espejo, mi delgado cuerpo, mi abdomen plano, pronto aumentaría su tamaño, me pondría tan gordo como una vaca. Podía verme con esa enorme panza, apenas moviéndome. Sin duda iba a ser difícil.

A los pocos minutos Taylor pasó a recogerme. Camino a la escuela las nausea volvieron.

-Joder... -mascullé al tiempo que abría la ventanilla, por si es que no aguantaba, vomitar fuera del auto.

-¿Qué sucede? -preguntó Taylor preocupado.

-Sólo nauseas -respondí.

-¿Seguro que no quieres ir al médico?

-Te juro que es todo lo que siento, nauseas, fuera de eso estoy perfecto.

-Aun así, deberíamos ir.

-Ok, pero que sea después de la escuela, ¿te parece?

-Está bien, si te sientes mal sólo me llamas.

-No exageren, solo tiene nauseas, ni que estuviera embarazado -comentó Camila, quien aún no se había enterado de la noticia.

Todos guardamos silencio...

-Esperen, no me jodan, Peter, tú, ¡¿estás embarazado?! -preguntó la chica impactada.

Peter asintió, cabizbajo.

-¡No jodas, voy a ser tía! -exclamó emocionada-. Esperen, ¿todos lo sabían menos yo? -preguntó molesta.

-Tiene poco que nos enteramos, y nuestros padres aún no saben nada, así que cierra bien esa boquita ¿ok? -dijo Taylor.

-Sí, claro, soy una caja fuerte. Peter, que emoción, con razón te veo más rellenito.

-¿En serio? -pregunté espantado, ya tan rápido y se me notaba.

-O sea, no tanto, sólo tu cara, un poquito, mínimo.

-Yo no le noto ningún cambio -habló Hero.

Camila estaba muy emocionada con la noticia de que iba a volverse tía, lo tomó bastante bien. En la hora del almuerzo mi apetito volvió, pero había comprado tantas cosas que se me habían antojado que no sabía si podría terminarlo, Andrew y Hero me ayudaban.

-¿En serio se te antojaron los pepinillos? a mí me dan asco -comentó Hero.

-Estoy comiendo pepinillos, pan, helado, una hamburguesa, papas, pizza... Dios, esto es malo -dije al darme cuenta de la enorme cantidad de cosas que compre.

Sangre de OMEGADonde viven las historias. Descúbrelo ahora