Hero:
Alrededor de las 5 de la tarde Taylor y los demás pasaron por nosotros.
-Vaya, hermanito, puedes caminar -bufó Taylor.
-Cierra la boca -refunfuñó Andrew, pero todos rieron cuando lo vieron cojear por lo adolorido que estaba de las piernas-. Idiotas.
Hacía mucho tiempo que no íbamos al cine, pero yo, en lugar de ver la película seguía pensando en las palabras de mi novio:
«¿Y si lo intentamos? formar una familia».
Lo medité por un instante, en realidad era una idea que me gustaba, imaginarme a su lado de por vida, con uno o dos cachorros. Además de que la idea ya había pasado por mi cabeza con anterioridad. Y ahora que Andrew estaba en celo era una gran oportunidad para intentarlo.
Después de la película, mientras caminábamos con dirección al estacionamiento, tomé mi teléfono y le envié un mensaje a Andrew. Al percatarse de mi mensaje, Andrew me observó intrigado, con la mirada le dije que leyera el mensaje, y entonces sus ojos se iluminaron.
-¿A qué hora debes tomar de nuevo tus supresores? -le pregunté en voz baja.
-Son cada 8 horas, y los tomé a las 12 así que...
-Ya no los tomes -interrumpí.
-¿Estás seguro?
-Esa pregunta debería hacértela yo a ti, aunque fuiste tú quien dijo que lo intentáramos, quiero que estés 100 porciento seguro.
-Yo lo estoy, quiero hacer una vida contigo, eres mi alfa.
-Y tú mi omega, mi dulce y tierno omega.
-Estoy convencido, Hero.
-Muy bien.
El resto de la tarde, la pasamos en compañía de mis padres, viendo un reality show que mi padre Harry amaba, y que la verdad era bastante divertido y entretenido. Moría de ansias por que el efecto de los supresores de Andrew pasara y volver a hacerlo de nuevo con él, pero ahora intentando algo más grande que solo tener un rico acto de amor.
-Tengo frio -comentó Andrew.
-En el cuarto de lavado están las frazadas que lavé hoy, ya están secas -comentó mi papá Harry.
-Deja te traigo una, amor -me levanté por la frazada y regresé en un santiamén.
Cubrí el cuerpo de mi chico y tomé asiento a su lado. Más cómodo y cálido, se recostó recargando su cabeza sobre mis piernas. Me parecía tan lindo y tierno, a veces no podía creer que ese chico tan guapo fuera mi omega, y que en la cama se volvía en todo un sexy pervertido. Por mi mente pasaron mil cosas sucias que me gustaría hacerle.
-Hero -musitó en voz baja, el chico pudo sentir lo que mis sucios pensamientos provocaron en mi cuerpo.
-Disculpa -dije sonrojado, y él sonrió de una manera picara pero encañadora a la vez, me estremeció.
A pesar de que mis padres estaban ahí, me atreví a meter mi mano bajo la frazada y bajo su ropa interior, tocando sus glúteos. Poco a poco llevé mis dedos a su zona más sensible, y comencé a frotar suavemente.
-Hero... -gimió suavemente.
-Tranquilo -lo apapaché.
Y seguí así hasta que el programa que tanto le gustaba a mi padre terminó.
-Joder, ya quería que eliminaran a esa perra, me caía de la patada por ser tan engreída -dijo Louis.
-Sí, que bueno que la eliminaron.
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Sangre de OMEGA
Romance¡ADVERTENCIA! Esta historia cuenta con lenguaje vulgar y escenas explicitas de sufrimiento, sadomasoquismo, violencia y sexo. Andrew se avergüenzan de su naturaleza, e intenta esconder lo que es a causa de las creencias de su padre. Viviendo con e...