Capítulo 44 primer encuentro

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Luciana

Permanecí en silencio tratando de procesar todo lo que Gabriel me había dicho mientras él me tenía entre sus brazos, no obstante a pesar de las sircunstancias Gabriel seguía siendo mi primo con quién pasé buenos y agradables momentos además de que él me a cuidado, es por ello que le tengo un gran cariño.

—Ay Gabo... — solté suspirando.

—extrañaba que me llamaras así— respondió con una sonrisa seguido de soltar una leve risita.

Ambos nos reímos y nos abrazamos nuevamente, admito que al principio quedé impactada ante tal noticia sin embargo ahora mi familia es más grande lo cual me hace sentir plena y rebosante de felicidad.

—disculpen por interrumpir este emotivo momento pero debemos continuar con la reunión— intervino Alan a lo que sus subornidados asintieron sin protestar —¿me permites un momento mi amor?— yo asentí, Alan me besó en la mejilla muy cerca de mis labios y después salí de la oficina.

Me dirigía rumbo a mi habitación cuando por el pasillo me encontré con Liam.

—hola Luciana— saludó acercándose a mi.

—hola Liam— respondí con una agradable sonrisa.

Me disponía a seguir mi camino cuando Liam me tomó de la mano deteniendo mis pasos y me propuso salir a dar un paseo a lo que yo acepté inmediatamente pues antes de que ocurriera todo tenía el deseo de ir al jardín, cosa que no pude hacer así que la propuesta de Liam era muy convincente necesitaba aire fresco y de paso despejarme un poco.

—cierra los ojos— dijo él una vez fuera del castillo, lo obedecí y sentí como el aire golpeaba mi rostro y como las ramas se enredaban en mi cabello.

Al abrir nuevamente mis ojos nos encontrábamos en un hermoso lago de aguas cristalinas rodeado por árboles, las nubes se acumulaban en el cielo impidiendo los rayos del sol haciendo resaltar aún más la palidez de Liam.

—que lugar tan hermoso— mencioné mirando en derredor mientras en mi rostro se dibujaba una linda sonrisa de satisfacción sintiendome libre como la mariposa que abre sus alas y vuela sin límites ni cadenas que la retengan.

—lo es, suelo venir aquí a relajarme, a pensar o cuando quiero estar solo— expresó con cierta nostalgia y un poco de melancolía, extendió su mano invitándome a acercarme avancé hasta estar junto a él y ambos nos sentamos en la frenca hierba humedecida aún por el rocío.

—estas triste— habló Liam percatandose de mi bajo estado de ánimo que aunque yo pretendía ocultarlo él logró descubrirlo sin mucho esfuerzo —¿sigues afligida por lo de Gabriel cierto?— me cuestionó.

Suspiré.

—no solo es eso... Estos últimos días Alan y yo hemos estado muy distanciados— dije algo decaída entrelazando mis manos dejándolas descansar sobre mi falda.

—no te desanimes— dió una carica rápida a mi mejilla —mi hermano a estado muy ocupado últimamente.

—¿ocupado?

—¿él no te a dicho nada?— negué con la cabeza —últimamente hemos estado en constante pelea con los hombres lobo porque el líder busca vengar la muerte su novia, Sheila--- me explicaba.

—¿Por qué?— cuestioné claramente intrigada.

—los vampiros y los hombres lobo hemos rivalizado durante siglos así que no es de esperarse que Alan y aquel se odien a muerte— frunció el ceño al momento de mencionar a la especie enemiga.

—¿que le ocurrió a Sheila?... — mi labio inferior tembló al proferir aquella pregunta, mi voz sonaba temblorosa y poco convincente pero una parte de mi ansiaba en conocer la respuesta.

el alma del vampiro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora