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La cena fue maravillosa. Amaron demasiado la cena. No tienen duda alguna de por qué esta era la cena favorita de Kara. Pero ya se estaba haciendo tarde (en la perspectiva de ellos), faltando veinticinco minutos para las once. Mikeal y Ruby tienen que ir a la escuela mañana, aparte de que el joven se encontraba somnoliento. Kara y las chicas se despidieron de Alura. Linda cargó a Mikeal entre sus brazos para que el joven no tenga que caminar, y pueda descansar con ella. Alura les dio unos platos para llevar.

—Gracias, madre. Disfruté la cena. Ya la extrañaba —Kara agradeció a su madre con una sonrisa. Realmente extrañaba su cena favorita. La rubia recordó algo importante—. Madre. Este viernes vamos a tener noches de juego. Me gustaría mucho que vinieras. Aparte de que tengo algo muy importante que decir esa noche —Kara miró a su madre con ojos que pedían que asistiera. Alura asintió con una sonrisa. Alura acompañó a su hija hasta el portal. Agitó su mano mientras las chicas cruzaban el portal.

Las chicas se apresuraron en regresar a sus casas. Ruby empezó a bostezar, el sueño ya la estaba ganando. Mikeal ya se encontraba dormido en los brazos de Linda. Linda acomodó a Mikeal en el SUV sin mover mucho al joven, para que no se despertara. Ruby se sentó en la tercera fila del SUV, permitiendo que Lena y Linda estuvieran al lado de Mikeal.

Linda volvió a cargar a Mikeal entre sus brazos al llegar al apartamento de la directora ejecutiva. Ya que se encontraba aquí y era tarde, decidió quedarse a dormir con Lena. Linda se despidió de su hermana, Sam y Ruby. Linda caminó al lado de Lena, quien no se separó de ella. La morena le abrió todas las puertas.

Linda acostó suavemente a Mikeal en la cama, cubriéndolo en las cobijas. La rubia dio la vuelta, saliendo del cuarto y cerrando la puerta detrás de ellas. Lena la estaba esperando, y fueron juntas al balcón. Linda envolvió a Lena en sus brazos para mantenerla cálida. Por los siguientes diez minutos ellas estaban abrazadas, mirando la ciudad. Linda escuchó el débil bostezo de Lena. Linda entró de nuevo al apartamento con Lena. La morena agarró un vaso de agua antes de ir a su cuarto. Lena dejó el vaso sobre la mesita para entrelazar sus manos con Linda.

—Buenas noches, Linda —acercó a la rubia a ella, besándola lenta y tiernamente.

—Buenas noches, Lena —la rubia le regaló una sonrisa a Lena cuando terminaron el beso. Lena iba a soltar sus manos, pero Linda tenía algo en mente—. ¿Quieres tener una cita conmigo mañana? —rascó nerviosamente su nuca. Lena se acercó a ella, asintiendo, para luego volver a besarla—. ¿Entonces es un sí?

—¿Acaso no fui muy clara? —Lena arqueó una ceja. Una enorme sonrisa apareció en los labios de la rubia, asintiendo y frunciendo sus labios con una sonrisa.

—Así será —la rubia tiró a la morena a ella, besándola en el acto—. Ahora sí. Buenas noches, Lena —la rubia se apartó. Lena le dio una mirada de buenas noches. Lena agarró de la mesita el vaso de agua, mirando a Linda mientras iba a su habitación. La morena elogió a Linda casi susurrando de lo hermosa que es, provocando una leve sonrojes en las mejillas de Linda. La rubia se dio la vuelta una última vez para ver a su amada antes de entrar a su habitación. Le regaló una sonrisa para después entrar a su cuarto.

***

Lena se despertó cuarenta minutos faltando para las siete y media de la mañana. Lena fue a preparar hotcakes para el desayuno. La directora ejecutiva caminó a la habitación de Mikeal para despertarlo para la escuela, y avisarle de que el desayuno está listo. Lena fue en dirección al cuarto de Linda para decirle que el desayuno estaba listo, pero cuando estuvo cerca de la puerta, escuchó un ruido, seguido de silencio.

—Linda —dijo Lena tocando la puerta—. El desayuno está listo —anunció la morena. La morena inclinó su cabeza al ver que Linda actuaba algo extraña—. ¿No volviste a romper algo? —Linda agitó su cabeza varias veces. La rubia se puso de pie y agarró su celular de la cama—. ¿Buenos días? —Lena arqueó sus cejas mientras Linda pasaba al lado de ella para ir a desayunar.

Drama SuperDonde viven las historias. Descúbrelo ahora