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Quiero recuperarte.

Kaname se había contactado con su abogado, quería pedirle el divorcio a Hana, ya era ilógico seguir con su matrimonio, volver a ver a Zero le había removido viejos sentimientos, sentimientos que nunca habían desaparecido, solamente los había ocultado tras una capa de odio que él mismo había inventado.

Por lo que esa noche cuando Hana llegó a casa él le estaba esperando.

- Hana, tenemos que hablar - dijo el castaño

- Lo sé, yo también tengo cosas que decir - dijo el rubio

Ambos se miraron, tanteando el terreno, Kaname pensaba que su esposo se largaría a lagrimear, mientras Hana pensaba que su esposo exigiría una gran compensación económica.

- Me quiero divorciar de ti - dijeron al unísono

Ambos se miraron sorprendidos.

- Está bien - dijo Hana - Así es mejor, no es necesario llegar a pelear, podemos hacerlo como personas civilizadas -

- Estoy de acuerdo - respondió Kaname

- Te pediría que tomes tus cosas y busques otro lugar, me es incomodo vivir bajo el mismo techo que tú. Estoy comenzando una relación y no quiero malos entendidos -

- Pensé que tú te irías a casa de tu padre - dice Kaname molesto, él estaba muy cómodo allí

- Este departamento lo compró mi padre ¿Por qué tendría que dejarlo yo? -

- Fue un regalo de matrimonio, por lo que es de los dos -

- Al parecer no será un divorcio tan civilizado -

Dos días después comenzaron las negociaciones de los abogados de ambos esposos. Pero Kaname estaba más concentrado en recuperar a sus hijos que en la repartición de los bienes matrimoniales.

Una vez que terminó la audiencia con los abogados se encaminó al cine, había quedado de ir a ver una película con sus hijos, también había invitado a Zero, el peliplateado estaba esperándolo junto a los niños. Ai corrió a su encuentro y se encaramó sobre su padre que la tomó como si fuera una bebé, Ren, siempre más cauto, se acercó a saludar tranquilamente.

- ¿Ya decidieron que vamos a ver? - preguntó el castaño

- ¡Ralf rompe él internet! - gritó entusiasmada Ai

- No te veo muy animado, Ren - pregunta Kaname

- Está bien, ella ganó el piedra, papel o tijeras, así que ella elije -

- Pero podemos venir otro día y ver algo que te guste a ti - propone Kaname

- No es necesario, a mí me gustan películas raras - dice Ren

- Sí, mi hermanito es Otaku, le gustan los monos chinos - dice Ai

- Que no son chinos, son japoneses - aclara Ren

- A mi también me gustaban, yo veía Dragón Ball, cuando era niño - dice Kaname - También me vi varios otros animes -

Por primera vez desde que Ren había conocido a Kaname, el adulto captó toda la atención del niño, sin darse cuenta había dado en algo en común entre ellos.

- ¿Qué película querías ver? - insistió Kaname

- Code Geass - respondió tímidamente el niño

- No me suena de nada -

- Es aburrido, es de robot - dice Ai

- De robot, esos son los mejores animes - Dice Kaname - Vieron Gundam, Macros, Mazinger Z - Ambos chicos negaron con su cabeza - ¡Ay! Niños les falta tanto en la vida -

Zero sonrió, no podía creer lo que escuchaba, era como en los tiempos que ellos estaban juntos, Zero no era muy aficionado a ser series de anime, pero si recordaba haber estado en el sofá de casa abrazado a Kaname, mientras él veía esas series de robot.

Entraron a la sala de cine, pero antes Kaname compro tres cubos gigantes de palomitas y cuatro gaseosas, a la hora se sentarse Kaname quedó al lado de Zero, ya que, ellos compartirían un cubo de palomitas.

La película fue divertida, Ai reía a más no poder con las aventuras de Ralf y la traviesa Vanellope, Ren también rió, pero discretamente, como era el chico. Al compartir el cubo de palomitas varias veces la mano de Kaname rozó la de Zero, el peliplateado estaba nervioso, era extraño salir con Kaname, era extraño verlo tan tranquilo, pero por otro lado se sentía feliz, si tan solo Kaname no hubiese creído todas las mentiras de Takuma, quizás ellos estarían juntos, quizás habrían criado juntos a sus hijos, quizás serían una familia.

Al salir del cine Kaname insistió en que debían ir a comer, ya era tarde y una rica cena sería lo ideal, como siempre Ai, era la más entusiasmada con la idea, ella quería estar la mayor parte del tiempo con su padre, y esta vez Ren no se quedó atrás, por que Kaname sacó su celular y le mostró esas series que él veía de niño.

Zero se mensajeaba de tanto en tanto con Kain, quien estaba conectado al trabajo desde el hotel.

- Papá, pero esos dibujos son de la pre-historia - decía Ai

- ¡Hey! Qué Macross es un clásico, aunque aquí le llamabamos Robotech - dice el castaño - Mira, hijo, ella Mimey, la chica de la que esta enamorado Rick -

- Pero ella no lleva uniforme militar - dice Ren

- No, porque ella es cantante, no piloto -

Cenaron algo liviano, Ai, no era muy buena para comer en las noches y a Ren no le gustaban mucho los vegetales. Zero miraba constantemente la hora y en una de esas de levantar la mano para ver su reloj de pulsera, Kaname notó el anillo que Zero portaba desde hacía ya unas semanas.

- Ese anillo, es nuevo ¿No lo vi las veces que estuve en tu casa? -

- Sí, Kain y yo nos hemos comprometido - respondió Zero desviando la mirada

Kaname sintió que el mundo se paralizaba. Zero se iba a casar. Era algo irónico, la vida era irónica. Él estaba desesperado por divorciarse para al fin hacer algo bien y pedirle una nueva oportunidad a Zero y este se comprometía. Pero no iba a parecer afectado, por lo que siguió conversando como si nada le afectara.

- Felicitaciones, es un paso muy importante - dice Kaname sonriendo

- Lo sé, es un juntos para siempre -

- Bueno eso es relativo, los matrimonios ya no son para toda la vida como antaño -

- El mío si lo será, porque Kain es un hombre perfecto -

- Debe ser así, por algo mis hijos lo aman y tú también -

Lo mejor de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora