Lo mejor de mi vida

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Un hombre sin corazón.

Kain Akatsuki había llegado a las siete de la mañana a la empresa que dirigía Kaname Kuran, a las ocho puntualmente llegó Ruka, la secretaria de presidencia.

- Buenos días - dijo la mujer sorprendida de que el periodista estuviera allí

- Buenos días, señorita, necesito hablar con él señor Kuran -

- El presidente no concede entrevistas, ya se lo he dicho -

- Pero es un tema personal, necesito discutir temas de suma importancia -

- Pero sin una cita, el presidente no le podrá atender - dice la joven

- Por favor, es de mucha importancia lo que tengo que hablar con él. Seré muy breve -

Ruka no sabía qué hacer, ese hombre era muy persuasivo además de guapo, por lo que a sabiendas que su jefe era ultra quisquilloso le envío un mensaje. Minutos después Kaname le respondió que no estaba interesado y que le dijera que se fuera. Pero Kain, le había prometido a su pareja hablar con él y lo haría.

A las ocho treinta llegó Kaname y al ver al hombre le dedicó una mirada furiosa a Ruka.

- Señor Kuran, necesito hablar con usted - dice Kain

- No tengo tiempo para la prensa -

- No vengo como periodista, vengo como el novio de Zero Kiryu - dice el hombre cansado de las negativas del castaño

Kaname al oír el nombre de Zero, sintió ganas de destrozar al intruso. Pero se contuvo. Además que tenía él que ver con ese delincuente.

- Le pido que se vaya, nada que tenga que ver con ese hombre me interesa -

- Tan solo le pido cinco minutos, nada más que eso -

Kaname lo miró con desconfianza, pero aunque el mismo lo negará quería saber del peliplateado.

- Dos minutos, es el único tiempo que perderé hablando de esa basura - dice hirientemente Kaname

- Cuando Zero se fue de esta ciudad, hace ya muchos, se llevó algo suyo -

- Sí, mi computadora y el dinero que me robo esa rata -

- No me refiero a eso - responde molesto Kain

- Entonces no me interesa saber más - y dando media vuelta

- ¡Zero estaba embarazado! -

Kaname detuvo su marcha. ¿Como que estaba embarazado? El castaño se dio la vuelta y mirando a Kain con soberbia se acercó al rubio

- Si estaba preñado, no es mi problema. Quizás se preñó como su madre, por que supongo que sabes que la madre de tu novio fue una prostituta, una perra que encontraron en la ladera de un río. Ya sabes lo que dicen astilla de un mismo palo -

- Zero, jamás se ha prostituido -

- ¿Como lo sabes? -

- Por que lo conozco hace años y sé que no es así -

- Bueno, eso puede ser, su madre se entregaba por dinero, quizás Zero lo haga por gusto -

Kain quería desfigurar la cara de ese maldito. Con razón Zero no quería que sus hijos tuvieran contacto con él.

- Sus nombres son Ai y Ren, tienen diez años y desean conocerlo -

- No me interesan para nada, además estoy seguro que esos críos no son míos -

- Si tiene dudas, podemos hacer una prueba de paternidad -

- Váyase de aquí. No siga importunado -

- No me iré, Ai quiere conocerlo, ella está obsesionada con usted -

- Si buscan extorsionarme con este circo no lograrán nada -

- Nadie lo quiere extorsionar -

- Ese hijo de puta, haría lo que fuera por dinero -

- No vuelva a hablar de él así -

- Te voy a dar un consejo, amigo, cuida tu cartera, ese cretino te puede dejar en bancarrota -

Kain no aguanto más e iba a darle un golpe, cuando tres mastodontes se abalanzaron sobre él. Lo redujeron rápidamente y lo mandaron directamente a la calle.

Kaname se encerró en su oficina, no podía ser verdad, Zero se había ido estando embarazado, seguramente esos críos no eran suyos y si lo eran no estaba interesado en ellos. Asumir la paternidad de esos críos lo arruinaría, si el padre de Hana se enteraba lo podría perder todo.

En la tarde una vez más tranquilos Kain llamó a Zero para contarle las novedades.

- No está interesado en los niños, es eso lo que dijo ¿Verdad? - dice Zero con la voz apretada

- Seguramente debe ser el impacto - dice Kain intentando consolar a su pareja

- No mientas, tú no me mientas -

Kain Akatsuki no sabía qué decir, amaba a Zero y si bien no le hacía para nada feliz que ese hombre si hiciera parte de la vida de los niños y de Zero, más le dolía saber que ellos sufrían por su rechazo.

- Puede ser que cambie de parecer -

- O que cambie de corazón - dice Zero - ¿Cómo pude ser tan estúpido enamorándome de un hombre así? -

- No eres estúpido, eras demasiado joven -

- Gracias por intentar que no me sienta tan miserable -

Kain sintió como si su corazón fuera estrujado, conocía hacia ya seis años a Zero, se había enamorado de su fuerza y coraje ante la vida, pero veía que Kaname Kuran tenía la habilidad de mandar toda la fortaleza de Zero a la mierda.

- Vuelve pronto - fue lo último que escucho Kain antes que el peliplateado colgará la llamada y largará a llorar.

- Papá - dijo Ren al ver cómo su padre intentaba limpiar sus lágrimas

- Cariño, pensé que estabas en tu habitación

- ¿Era Kain? -

- Sí -

- Ese hombre, no nos quiere ¿Verdad? - dice el niño mirándolo con sus ojos llenos de lágrimas

- No, mi amor. Por supuesto que él los va a amar -

- No soy tan ingenuo como mi hermana, si nos quisiera, te querría a ti y te hubiese buscado -

- Él no sabía de mi embarazo -

- Eso no es justificación. Si no se lo dijiste es por que tenías miedo y querías protegernos - Ren se acercó a su padre y lo abrazo fuertemente - Yo voy a ser como tú, y juro que tampoco voy a permitir que un hombre lastime a mis crías -

- Ren, aún eres un niño, no sabemos que pasará en el futuro -

- Pero yo lo sé, no seré un alfa como ese hombre, pero eso me hace feliz, por que quiero ser como tú -

Zero lo abrazo fuertemente no quería que su hijo sufriera por amor, por que los omegas siempre terminaban sufriendo a manos de un alfa.