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Padre en hijo.

Kaname había invitado a Ren a ver la película que él quería, esta vez Ai no quiso ir, iría con su abuela de compras, por lo que Zero y Kain les acompañaron.

Kaname no protesto ni dijo nada, pero la presencia del periodista no le agradaba, pero entendía la situación, seguramente el hombre no quería dejarlos a solas. Ren estaba feliz, pero por más que Kaname intentaba tener a su hijo a su lado, este no soltaba la mano de Kain.

- Deberías ir con tu padre - dice Kain al chico

- Pero Kain, a mí me gusta estar más contigo que con él - dice Ren bajito para que sus padres no le escucharán

- A mi también me gusta estar contigo, pero vinimos a esta ciudad para que ustedes conozcan a su familia y Kaname es parte de ella -

- Pero yo no quiero que tú te enojes -

- Nunca me voy a enojar contigo o con tu hermana, pero Kaname merece una oportunidad, anoche Zero hablo con ustedes y les aclaro que los malos entendidos de ellos no deben afectar la relación de ustedes con Kaname -

- De verdad, que no dejaras de quererme -

Kain lo abrazo fuertemente, amaba a Ren como a un hijo, de hecho gracias a él, había conocido a Zero, el hombre había conocido a Ren en la escuela de este y quedó fascinado con él, Ren era un niño hermoso por fuera y por dentro, Kain que comenzaba su carrera como periodista había ido a la escuela de Ren a hacer un reporte sobre la desaparición de un niño de esa escuela.

Kaname volvía junto a Zero con dos cubos de palomitas, el hombre iba resignado a que Ren no le haría mucho caso, por lo que cuando el niño se acercó a él y le tomó la mano el castaño quedó impresionado y feliz.

Al entrar al cine Kain tomó la mano de Zero y se metió en otra sala.

- Kain, está no es la película - dice Zero

- Lo sé, pero Ren necesita estar con su padre -

- Aún no confío plenamente en Kaname -

- Hasta el momento se ha portado bien, además estemos vigilando -

Pronto Zero le escribió a Kaname diciéndole que cuidara de Ren que ellos le esperarían al final de la función.

- ¿Papá y Kain? - pregunto Ren

- Están en otra sala, al perecer querían tiempo a solas - dice Kaname sonriendo con algo de tristeza

- A papá no le gusta ver mis animes - dice Ren tomando asiento en las butacas.

La película empezó y si bien Kaname había hecho trampa no fue con mala intención, el día anterior no había ido al trabajo para ver la serie que su hijo amaba en incluso había leído varias reseñas de la película, quería tener de que hablar con Ren. Al finalizar el filme Ren estaba emocionado, amaba la serie y era la primera vez que iba al cine a ver algo que le gustara, por que siempre la que elegía era Ai, de lo contrario montaba un escándalo épico en la boletería.

Zero le escribió a Kaname diciéndole que si quería ir a algún lugar con Ren tenía dos horas para compartir con el niño, siempre y cuando fuera en algún lugar público.

Hamburguesas con papas fritas fue la elección de Ren, comentaron la película, y el niño le mostraba las imágenes que tenía de sus personajes favoritos, luego de comer pasaron por una tienda de juguetitos y Kaname le compro las figuras de CC y Suzaku, el vendedor se comprometió a tenerle para dentro de dos días una figura de Lelouch. Ren estaba feliz, no sólo por los regalos, sino también porque Kaname era amable con él. Atrás quedaba esa imagen del hombre iracundo que conoció en su ciudad.

Al cabo de las dos horas, se juntaron con Zero y su novio, cerca de la plaza central. El niño abrazo con fuerza a Zero, ambos eran muy apegados y Kain le dedicó una sonrisa, mientras el niño relataba lo que había visto y como lo había pasado con su padre.

Kain se alejó de los peliplateados y se dirigió a Kaname.

- Te agradezco que te hayas portado tan amable con Ren, él es tímido y le cuesta darse con las personas -

- Es como su padre, Zero dolía ser así a su edad - dice Kaname

- Debe ser así, no tuve la fortuna de conocer a Zero en su infancia, pero muchos aspectos de la personalidad de Ren son calcados de Zero, no así Ai, que según mi novio es muy a parecido a ti -

- No por nada soy el padre de los hijos de Zero -

- Por supuesto, algo de ti deben tener los niños -

Kaname y Kain se hablaban cortésmente, pero cada uno marcaba su territorio, Kain dejaba claro que Zero era su novio y Kaname que esos niños eran hijos suyos.

- Bueno ya es tarde, tenemos que ir por Ai a casa se tus padres - dice Zero - Creo que ya es hora de que nos marchemos -

- Zero, me gustaría que alguno de estos días los niños se quedarán conmigo en casa - dice Kaname - Sé que debes volver a tu ciudad y me gustaría compartir más con ellos -

Zero se tensó, no quería estar separado de sus hijos, nunca lo había estado, de hecho todas las noches del daba un beso en sus frentes en iba dos o tres veces a ver que estuvieran bien, por lo que la sola idea de que durmieran lejos de él, le asustaba.

- Que me dices -

- Es difícil, nunca me he separado de ellos -

- Lo entiendo, pero entiendeme a mí, ustedes se irán y ya he perdido mucho tiempo -

Zero miraba a Ren que parecía ilusionado con la idea. Y si a Ren le hacía ilusión, no quería ni pensar como estaría Ai si estuviera allí.

- Está bien, pero solo una noche - dice Zero

- ¿Puede ser hoy? Papá - pregunta Ren entusiasmado

- ¡Esta noche! - grita casi infartandose Zero

Kaname al notar la exaltación de Zero decidió intervenir.

- Que te parece campeón, que sea mañana o quizás pasado mañana, recuerda que hay que preguntar a tu hermana -

- Ai dirá que sí -

- Pero aún no lo sabemos -

Ren miró a Zero suplicante, esto era horrible para el peliplateado, esos niños eran su razón de vivir.

- Mañana está bien - dijo finalmente

- Entonces estamos en contacto, Zero - dijo el castaño despidiéndose dejando un beso en la mejilla de Zero y una caricia en el cabello de Ren.

Lo mejor de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora