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Le  recuperaré.

Zero llevaba tres días en casa de los Kuran, el médico había indicado que no era recomendable que hiciera un viaje tan largo, podía poner en riesgo la vida del bebé y la suya también.

Pero Kain si debía volver, por lo que aunque no quería tuvo que dejar a Zero y a los niños en cada de los Kuran.

Juuri había ido al mercado, se había llevado con ella a los cuatro niños, para que Zero pudiera descansar, el peliplata necesitaba paz, necesita tranquilidad, necesitaba a su alfa. Media hora después de que Juuri saliera, sintió que llamaban a la puerta, se levantó, se calzo unas coquetas pantuflas que su tía le había regalado y fue a atender. El olor de Kaname inundó sus fosas nasales y sin poder evitarlo se abrazo desesperadamente a él.

- Calma ¿Qué sucede? -

- Kain, lo necesito - decía Zero muy agitado.

- Si necesitas a ese hombre, no debetias lanzarte a los brazos de otro ¿No lo crees? -

Zero poco escucho, solo unió sus labios a los de Kaname, que no sabía cómo reaccionar ante estos eventos. ¿Qué le pasada a Zero? ¿Cómo podía decir que necesitaba a Akatsuki y acto seguido besarlo de esa manera? Pero en fin no sería tan idiota de desaprovechar la oportunidad.

Lo acorraló contra la puerta y lo besó como lo hacía cada noche en sus sueños, Zero era ardiente, gemía lleno de gozo y su boca quemaba cual fuego. Rápidamente Zero se fue desnudando solo, Kaname estaba en una nube de éxtasis, quería tomarlo ahora mismo y estaba listo para hacerlo, se había bajado los pantalones y su erección se hizo presente, como Zero ya se había desnudado el mismo, solo tenía que apretarlo fuerte para poder entrar en el peliplata, pero apenas su pene rozó la rosada entrada de Zero, a este se le erizó la piel, no era de placer, era repulsión, fue tal que Zero pudo su mano en la boca para intentar detener sus náuseas.

- No me toques - gruño Zero al sentir a Kaname tan pegado a él.

- ¿Qué te pasa? ¿Tú me provocaste? - pero Kaname no lo soltó, le saco la mano que cubría la boca de Zero y lo besó - Reconoce que aún me amas -

- Sueltame, voy a gritar -

- Por mí está bien, te haré gritar mi nombre hasta desfallecer -

Zero lo vio acercarse nuevamente a su boca, fue cuando las náuseas le ganaron y vómito completamente a Kaname, quien daba varios pasos atrás lleno de asco.

- No me toques - decía Zero asustado, necesitaba al padre de su bebé, necesitaba al hombre que amaba

- ¿Qué diablos pasa contigo? Primero me besas, te arrojas a mí y después te haces el desentendido ¿Acaso estás loco? -

- No. Estoy esperando un bebé -

- ¿Un bebé? - dice Kaname - ¿Por qué? -

- Por qué yo amo a Kain -

Kaname se dirigió al baño se sacó la camisa y se lavo lo mejor que pudo, pero más que el vómito lo que lo tenía temblando era saber que Zero esperaba un hijo de ese periodista fracasado.

Cuando volvió a la sala una vez que pasar por una de las camisas de su padre, encontró a Zero hecho un ovillo llorando, el peliplateado extrañaba a Kain, lo necesitaba.

Un Omega en cinta necesitaba sentir la presencia de su alfa, se lo pedían sus instintos, era como si el bebé necesitará sentirse protegido, aunque también los omegas se volvían extremadamente sensibles en ese estado de gravidez, sin contar que la revolución en sus hormonas los hacía presa fácil de la lujuria.

- Zero - le llamó Kaname al verlo tan vulnerable - Deberías ir a descansar - Pero Zero no respondía, solo lloraba - Vamos, trata de mantener la calma, esto puede ser perjudicial para tu hijo -

- No, mi bebé - dice Zero tocando su aún plano vientre -

- Ven, te ayudaré a llegar a la cama - dice ayudando a Zero a ponerse de pie

Ni Kaname creía lo que estaba haciendo, estaba llamando a Kain, pero el tipo no respondía, finalmente cansado de no obtener respuesta le escribió un extenso mensaje. Dejó su teléfono a un lado para ver el rostro dormido de Zero, había escuchado de como un Omega sin su alfa sufría cuando estaba en estado. Su padre le había recriminado una y otra vez por abandonar a Takuma, recién ahora le tomaba el peso. ¿Cuanto habían sufrido Takuma y Zero sin su presencia?¿Acaso Zero se había entregado a otro en ese tiempo? ¿O se las había tenido que arreglar solo?

Cuando escucho llegar a su madre se aproximó a la cocina.

- Hijo, no sabía que estabas aquí -

- Bueno, vine a verlos, pero no estaban por lo que les espere -

- Los niños están en el jardín jugando - dice Juuri

- Mamá, me ayudarías a recuperar a mis hijos -

- Pero Ren y Ai ya te reconocen como padre -

- Sí, pero yo tengo tres hijos. Me gustaría recuperar a Haruka -

La mujer sonrió feliz, al fin su hijo comenzaba a pensar bien.

- Claro, Haruka es dulce, solo tienes que acercarte a él con amor -

El resto del día Kaname se la paso con los cuatro niños, Haruka era algo reticente, pero ahora no lloraba con su presencia, seguramente el haberle hablado tranquilamente hacía tres días ayudaba.

Después de que los niños tomarán la merienda Takuma llegó en búsqueda de su hijo. A Juuri le admiro ver la sonrisa del rubio, deslumbraba, ese día no había trabajado, venía del departamento de Aidou y no podía disimular su alegría, había hecho muchas veces el amor con el pequeño rubio y aún estaba sobre una nube de felicidad.

- ¡Papá! - Gritó el niño saltando para que Takuma lo tomara en brazos

- Hola, mi amor - le besó en la mejilla

- Papi, el señor Kaname me regaló este osito - dice el niño mostrándole un osito panda de felpa - A Ai le dieron un osito polar y a Ren un osito gris -

Takuma miró a Kaname que le miraba a la distancia. Se dedicaron una mirada serena el uno al otro.

- Gracias - le dijo Takuma al castaño

- Es un buen niño, lamento no haberlo notado antes -

- Probablemente mis errores nublaron tu buen juicio -

- ¡Papá! Puedo ir con los chicos a jugar un rato más - dice Haru

- Claro, ve amor -

El niño salió corriendo y ambos adultos prosiguieron con su plática.

- Me gustaría ser su padre, y hacerme cargo como corresponde -

- Haru, no sospecha que ese padre que él espera que vuelva eres tú - dice Takuma - No será fácil para él aceptarlo -

- Sé que he sido cruel con él -

- No es eso, Haru espera que cuando vuelva su padre, seremos una familia, los tres -

- Quizás... -

- ¡No! No soy el premio de consuelo de nadie,  ya no. Además... -

- Además estas con mi ex-esposo ¿Verdad? -

- Verdad - responde Takuma

- Quizás necesite mucho de tu ayuda para volver a empezar -

- Mientras no lastimes a mi hijo, cuentas con mi apoyo -

Lo mejor de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora