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Tregua.

- Hay cosas que ustedes aún no las van a entender, por favor no me presionen así, hijos - dice Zero

Kaname no perdía detalle de las expresiones de Zero, en verdad en tantos años el peliplata no había cambiado nada y eso lastimaba a Kaname, que sentía que toda su fachada de hombre malvado se iba a la misma mierda.

- Quizás su papá tiene razón. Yo no vine aquí a generar problemas, solo quería verlos a ustedes - dice Kaname

- Ya nos vio - dice Ren - Nosotros vamos a cenar, solo estamos esperando a Kain, el novio de papá -

- Claro, lo entiendo. Es hora que me vaya -

- ¡Noooo! Quédate papá - dice Ai tomándolo de la mano -

En ese momento Kain abrió la puerta, Ren salió corriendo a saludarlo.

- Hola mi campeón - dice el hombre tomándolo en brazos - Ayudarte a tu papi con la cena -

- Sí -

- Esos es grandiosos, ese en mi muchacho -

Kaname sintió su pecho apretado, Ren había corrido feliz a los brazos de ese hombre, un hombre que no tenía ningún lazo de sangre con él, sin embargo si tenía un lazo afectivo muy fuerte.

Por cosas del destino terminaron los cinco compartiendo la cena de navidad, Kaname miraba incómodo como Ai también prestaba mucha atención a ese hombre, Kain cortó la carne de ambos niños, como lo haría un padre y no le gustó la que veía, ellos eran una familia, la familia que él se había perdido por idiota.

Después de abrir los regalos y de que ambos niños jugarán unos momentos, Ren se quedó dormido en las piernas de Kain y a Ai se le cerraban los ojos de sueño, ya eran más de las dos de la madrugada y para aquellos niños era demasiado tarde.

- Ai, ve a dormir - dice Zero tocando su cabellera

- No tengo sueño -

- Claro que sí, tienes mucho sueño -

- Es que si me duermo, papá se irá y no va a volver más -

Kaname se acercó a la niña y tomándole las manos le habló.

- Yo también iré a mi casa a dormir, pero vendré pronto, lo prometo -

- De verdad no vas a desaparecer como las otras veces - dice la niña con sus ojos cerrados

- Sí, te lo prometo - responde Kaname dejando un beso en la frente de la niña.

Ai se quedó dormida y Zero la tomó en sus brazos y la llevó hasta su habitación. Kaname se quedó solo en la sala, Kain se encargaba de Ren y Zero de Ai, pensar que así hubieran sido las cosas si él y Zero se hubiesen quedado juntos.

Pero eso ya era imposible, Zero le había engañado, le había sido infiel.

Cuando los dos adultos terminaron con los niños y volvieron a la sala Kaname ya tenía puesta su chaqueta.

- ¿Podemos hablar? - dice Kain dejando a los otros dos presentes expectantes.

- No sé de qué deberíamos hablar - responde Kaname

Lo mejor de mi vidaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora